jueves, 30 de octubre de 2025
CARTA A MARIANA, CON LIBRO DEL POETA UBERTO SANTOS
Querida Mariana: estuve como comentarista en la presentación del libro “Yesca. Poesía reunida”, del poeta Uberto Santos, efectuada el 29 de octubre 2025, en el Centro Cultural Rosario Castellanos. El poeta Arbey Rivera fue el moderador. Te paso copia del textillo que leí:
Buena tarde:
¿Puedo compartir con ustedes mi estado de ánimo? Estoy contento y honrado. Estoy contento porque Uberto está acá en nuestro pueblo: Comitán, y honrado porque él, generoso, me invitó a hacer un comentario en la presentación de su libro de poesía.
No creo que él esté acá para hacerme el gusto, no, sería mucho. Digo esto, porque desde hace tiempo, el dios de la palabra es testigo, le he dicho: Vení, Uberto, vení; lo digo como si fuera una de esas mujeres que curan de susto, que ramean y riegan trago en todo el cuerpo del asustado, mientras la palabra hace su conjuro: “vení, regresá, vení” y acá dicen el nombre del asustado. Lo decía en ese tono, pero sin que mi petición tuviera que ver con esta práctica, porque Uberto no se ha asustado nunca, este tremendo hombrón, árbol casi ceiba conjura todos los temores del mundo, lo ha hecho con la tea de su luz.
No, la verdad es que no vino porque yo se lo haya pedido, vino porque el Coneculta pensó que el gran poeta Uberto debía estar en Comitán, precisamente en el Festival de Arte y Cultura que lleva el nombre de nuestra pichita amada: Rosario Castellanos; debía estar en el 2025, cuando todos celebramos el centenario del nacimiento de la poeta comiteca; debía estar acá, porque si Rosario fue mujer de palabras, Uberto es un fuego que las incendia, que les da luz para que, como pequeños duendes, jueguen en los bosques de nuestros espíritus.
Y vino a Comitán, acá está, el hombre árbol, el hombre piedra, el hombre de Laja Tendida, para compartir sus poemas que, ya lo dijo el Doctor Heberto Morales Constantino, están enredados en el agua, el trueno y la luz.
No sé si los demás lectores, de inmediato, al leer el título del poemario que hoy presenta, buscan la definición precisa de Yesca. Yo lo hice, porque supe que ahí estaba la primera huella, era como la Vía Láctea que vemos en el cielo. Acá está la definición de un diccionario, vean, escuchen: “Yesca: materia muy seca, comúnmente de trapo quemado, cardo u hongos secos, y preparada de suerte que cualquier chispa prenda en ella”. Ah, muy bien, pero ¡muy mal! Qué boba la Real Academia de la Lengua Española, qué boba. Los amantes de las palabras sabemos que los diccionarios son elementales. Bueno, se entiende, los académicos no conocen a Uberto, nunca han leído sus poemas, ellos se lo pierden, por eso sus horizontes de miras son tan limitados. Yesca, señores míos, señoras mías, chicos y chicas, caramelos y bolitas, Yesca es materia hecha de agua, de sueños, de tierra, de nubes, de sangre, de lodo, de uñas y pezuñas, es chispa para prender la lámpara del universo. Esto es Yesca, la palabra de Uberto.
Mi amigo, gran poeta de Chiapas, del mundo, me envió su libro en pdf, son las ventajas de estos tiempos que vivimos. Al hombre de El Chachí le bastó pinchar una tecla para que yo recibiera su libro, a mí me bastó también pinchar una tecla para tener frente a mí el libro electrónico. Pucha, qué tiempos tan bellos son estos. Descargué el árbol y comencé a disfrutar el fruto de su entraña.
Si le pedí desde hace tiempo a Uberto que viniera a Comitán es porque sé que su presencia abre ventanas en nuestro aire, sé que su poesía es como un ungüento para nuestro espíritu. Y ahora se me cumplió la petición. Acá está Uberto con nosotros, con ustedes.
Cuando él me dijo que me invitaba a estar a su lado y hacer este comentario que hago pensé que, siendo un lector maravillado de su poesía, debía compartir con ustedes uno o dos de sus textos, pero eso sería un sacrilegio mayor, porque si él está acá es para que todos escuchemos su voz llena de vida, de ríos, de montañas. Ni siquiera me atrevo a hacer una cita, a leer un fragmento de un poema. Los ríos deben viajar sin pausas al mar, las montañas deben crecer sin telón en el horizonte.
Así pues, lo que hice y seguiré haciendo es leer sus poemas en lo íntimo, ahora me callo, porque estoy agradecido con la Diosa de la Poesía por darme la oportunidad que tenemos todos de escuchar la poesía del poeta en su propia voz. Ah, qué privilegio. Los que estamos acá ya podemos decir: estuve frente a un gran poeta y lo escuché. Uberto es buen lector de su obra.
Bienvenido, querido amigo poeta, bienvenido a este cielo que te recibe. Aplauso para vos.
Posdata: Uberto estuvo contento y la audiencia también.
¡Tzatz Comitán!
