jueves, 30 de septiembre de 2010

ARENILLA PARA GABRIELA BARRIOS GARCÍA




Gabriela juega. Ella entretiene el tiempo jugando a las cajitas.
Mi amigo Juan siempre responde: “Acá, matando el tiempo”, cuando alguien le pregunta qué hace. Cuando medio mundo se empecina en asesinar al tiempo, por fortuna, ¡otra mitad lo entretiene! Quienes entretienen al mundo son los que hacen que el mundo siga vivo, a pesar de todo.
Gabriela juega, a veces toma a Lety de la mano y juntas, parlanchinas, divertidas, hacen entrevistas a cuanto tipo se les pone enfrente; en otras ocasiones, toma a Emilio de la mano y, juntos, hacen lo contrario, cierran los ojos, clausuran su boca y abren sus oídos como si fueran bocas de baúl. Juegan a escuchar lo que se mueve por debajo del aleteo de la mariposa, por debajo del agua que corre por el río.
Gaby se divierte en descubrir el sonido que duerme por encima de la calle, porque, ya se sabe que lo que duerme tiene el sonido original. Todo lo que está en vigilia imita otros sonidos. Cuando Gaby encuentra un sonido novedoso cierra la tapa del baúl y lo atrapa para siempre. ¿Qué pasó cuando alguien abrió la caja de Pandora? ¿Qué ocurre cuando alguien, maravillado, abre la caja de Gabriela?
Ella quiso grabar el sonido que hace la bisagra cuando abro el ojo, pero no la dejé. Antes que ella lo hiciera yo saqué la grabadora y la puse frente a su oído. Acá el juego resultante.

1.- El Paisaje sonoro de un corazón marchito, ¿qué sonidos contiene?
El paisaje es un capullo guardado celosamente en un caparazón construido con trozos de esperanza muerta, de desasosiego acumulado, donde resuena el eco del frío escarchado, la soledad inconcebible y la oscuridad perpetua. Después de un largo tiempo, una niña lo encuentra entre la arcilla, lo limpia y en sus frágiles manos lo acaricia, lo acerca a sus labios y le susurra palabras no conocidas.

2.- ¿Qué hace un sonido cuando da vuelta en la esquina?
El sonido es movimiento y como tal no puede estar en un solo sitio, por eso huye y cuando da vuelta se consume, deja de ser y a su paso acumula huellas que van desvaneciéndose hasta volverse ausencia. Lo escucho alejarse de mí sigiloso, mientras alguien más lo recibe con plena intensidad en su morada.

3.- ¿A qué suena una nube enojada?
¿Las nubes se enojan? Las de mi mundo no. Ellas son cómplices que invitan a la contemplación, al reposo y a la fuga. En ese ir y venir, son silencios fragmentados, son libres, caprichosas, escandalizan al cielo con su presencia. Para ellas no hay tregua, no hay rendición, son guerreras apasionadas que se ofrecen sin mesura para quien quiera colgarse de ellas y volar.

4.- Los seres humanos estamos llenos de sonidos, ¿cuál es el más terrícola y cuál el más espacial?
Al omitir los sonidos cotidianos, cada terrícola tiene lo suyo, como Josué, que aún en pleno medio día bajo el sol, en el lugar 31 de la fila del departamento de trámites, el zumbido de una abeja en la oreja izquierda lo ausenta de ahí y lo lleva a sentir la brisa fresca del campo que cuando niño visitó para ver a su abuela, y sonríe, se siente vivo.
El más espacial es que proviene de la mente de Isadora, escritora de ciencia ficción, que está a mitad de un cuento que se desarrolla en el espacio interplanetario; el cual es interrumpido por una mezcla, en su imaginación, del goteo de agua en una gruta y el misterioso ronroneo de un gato, que la hace repetir: “somos sólo un puntito en la vía láctea”.


5.- ¿Quién oye el sonido del Sol a la hora que abre la persiana de su ventana?
Don Gustavo, el oficinista que tiene el escritorio lleno de oficios y cuentas qué solventar, que abrumado tiene la osadía de asomarse a esa pequeña ventana que mantiene cerrada (por órdenes del jefe) e invita al Sol a pasar.

6.- ¿Por qué los pasos de la noche son más intensos que los del mediodía, a pesar de que camina en puntillas?
Porque han decretado que la noche se ha hecho para dormir, todos los que siguen las reglas lo hacen y en el día se reparten en pedazos para cumplir lo establecido; pero hay otros, los audaces, los del lado oscuro, los malditos que se niegan a ese decreto y flotan, deambulan como dioses y en esa penumbra crean, sueñan despiertos, caminan tras sus deseos y hacen magia con las manos, con sus entrañas, a ellos es imposible siquiera escucharlos susurrar.

7.- ¿Cómo suena la caricia de un viejo perverso en la piel de una muchacha bonita?
No hay sonido. El palpitar del corazón y las sienes ensordece los oídos, sólo sienten la danza cadenciosa del lugar construido por y para ellos, donde no hay lugar para arrugas ni prejuicios de la novata piel. Es como el renacer de un libro viejo, olvidado en el librero, en manos de un lector nuevo.

8.- ¿Cuál fue el primer sonido que escuchó el primer hombre?
Una comparsa que emanó de su piel al sentir la humedad del universo que lo recibió y lo hizo suyo; en ese génesis, su llanto lo llevó a recorrer la destrucción y construcción de su propio ser. Porque cada nacimiento es un mundo habitable en sí mismo.

9.- ¿Qué sonidos provoca una desmesura en la llanura?
Son los sonidos del recuerdo, de una calle húmeda, una habitación compartida, el de la niebla y la melodía de ojos azules en la carretera, que provocan que Lupita se descalce y corra sin pausa para ir en busca de él.

10.- ¿Qué sonidos te llevarías a la famosa isla?
Ninguno, sólo llevaría el deseo que me conduzca a descubrir y escuchar nuevos sonidos, gozarlos, aprender de ellos y aprehenderlos cada instante hasta mi eternidad. Haría un archivo con recursos omnímodos de cada delicada sucesión de sonidos y silencios.


(Gabriela Guadalupe Barrios García. Es comunicóloga, reportera y “paisajista sonora”. Junto con Leticia Bárcenas tiene el blog desmesuradas.blogspot.com, donde publican las entrevistas que realizan; además, al lado de Emilio Ruiz Llaven, tiene una página sorprendente que se llama archivosonoro.org, cuyo nombre dice todo lo que encierra).