lunes, 15 de octubre de 2012


PARA LA ALACENA

I.- Jugaban a pepenar palabras. El enano levantó la palabra “grande”; el gigante levantó la palabra “pequeño”. El maestro dijo: “¿Ven? El Pecado Original está en la palabra ”. Al enano y al gigante no les quedó más que aventar las palabras. Desde entonces sólo levantan palabras “ingrávidas y gentiles”.

II.- Ella dijo: “¿Jugamos a las palabras?”. Él dijo “¡no!”. Ella dijo “¡Sí!”. ¡Así comenzaron a jugar el juego interminable de las palabras!

III.- El sabio preguntó: “¿Cómo pensar sin hacerlo a través de las palabras o de las imágenes?”. El alumno puso su mente en blanco. “¡Sí -dijo el Maestro- lo lograste!”. Y el Maestro lloró, porque se dio cuenta que él aún no podía poner su palabra en blanco.

IV.- En Chiapas acostumbran decir: “¡Ah, qué ya yo!”. En China, cuando se supo la noticia del Premio Nobel de Literatura 2012, un escritor dijo: “¡Ah, qué ya Mo Yan yo!”.

V.- Organizaron un Concurso. El Concurso de La Palabra Más Juguetona. El representante de San Cristóbal dijo: “Arcotete”. Al final del Concurso un miembro del Jurado dijo: “Hubiese ganado con la palabra arcoteta”.

VI.- Dicen que si el representante del Partido Ecologista hubiese ganado la Presidencia Municipal de San Cristóbal, al Río Amarillo lo habría rebautizado como Río Verde.

VII.- El sabio enseñó a comer ramitas de palabras a su alumna más amada. Cuando ella estaba triste mordía una ramita de Sol ¡y se alegraba! Cuando estaba con nostalgia mordía una ramita de jazz ¡y se alegraba! Lo único que nunca pudo superar fue el dolor del viento en madrugada.

VIII.- A todo mundo regalaba palabras. Iba por la calle regalando palabras como quien regala flores, como quien ofrece pétalos de madrugadas. Todo mundo -detrás de sus escritorios de caoba- aceptaba los obsequios y sonreía de forma irónica, pensando: “Pobre loco, no tiene más para dar que palabras”. El mundo -detrás de su escritorio de caoba- se asombró cuando escuchó la noticia de que el loco había obtenido el Premio Nobel de Literatura.

IX.- El muchacho dijo: “¿Qué me das si te regalo una palabra?”. Ella se abrió la blusa y mostró sus pechos. El muchacho abrió su mochila, buscó y le obsequió la palabra “Diosa”. Ella, entonces, abrió sus piernas, buscó y le obsequió la palabra “Gracias”.

X.- Cuando el visitante del zoológico se enteró de la muerte del Ave Fénix, señaló la jaula del Ave María y dijo: “Era llena de gracia como ella”.

XI.- ¿Qué palabra sintetiza el instante en que una muchacha bonita permite que su amado enrede el ungüento de la palabra en su piel?