sábado, 5 de noviembre de 2022

CARTA A MARIANA, DONDE SE HABLA DEL PAPÁ DE IRMA SERRANO

Querida Mariana: en la biblioteca del Colegio Mariano N. Ruiz existe un libro encuadernado que habla del poeta Santiago Serrano. Es una verdadera joya. Al colegio llegó gracias a un donativo generoso que hizo el maestro Gustavo Alfredo Álvarez Figueroa, quien, te he platicado, radica ahora en el Estado de México, donde escribe libros de poesía y libros dedicados a su pueblo, el nuestro: Comitán. La pregunta que asoma al ver este libro es: ¿quién fue Santiago Serrano? ¿Recordás que el otro día te dije que no es sencillo hallar en la vida a padres e hijos que sean famosos? En Comitán teníamos la costumbre de preguntar: ¿hijita de quién sos? Al decir el nombre del papá o de la mamá ya se identificaba a la niña en cuestión. En el caso del personaje de este libro hay una maravillosa coincidencia, tanto el padre como la hija son famosos. Santiago Serrano fue papá de la famosísima actriz, cantante y política: Irma Serrano y ésta es hija de un destacado poeta chiapaneco: Santiago Serrano, el famoso Chanti. Digo pues que en este caso también se vale preguntar: ¿papá de quién sos?, porque el nombre de la hija es de fama internacional. No todo mundo sabe que Santiago Serrano fue un destacado poeta, pero menos gente sabe que escribió el libro: “Belisario Domínguez, su vida, pensamiento y anécdotas”. Gracias a este libro nos enteramos de ese trabajo. El otro día, también, te platiqué que Irma tuvo dos hermanos, una mujer y un hombre. La mujer es nuestra conocida doña Yoli Serrano Castro, que se casó con don Rubén Morales; y el hombre fue Mario Serrano Castro. Pues resulta que este libro se debe al tesón del hijo: Mario Serrano Castro. En el prólogo, el hermano de Irma dice que: “por índole temperamental, los poetas viven desordenadamente”. Bueno, bueno, no es ley general, pero hay algo de eso. Mario emplea este argumento para definir a su papá. Mirá qué dice el hijo acerca del padre: “… mi padre, el poeta Santiago Serrano, vivió una vida bohemia y sin pizca de método…” Tal vez en este instante te preguntás por qué en esta carta te hablo de este libro. Bueno, primero porque el poeta Chanti fue padre de Irma, quien ahora radica en nuestro pueblo, y segundo porque debe haber algunos mayores que escucharon hablar de don Santiago, porque él fue vecino de Comitán, ya que vivió en el rancho La Soledad, que está en el municipio de Las Margaritas (el poeta es conocido también como Chanti en el medio literario chiapaneco). Claro, el hijo dice que su papá fue “un trashumante. Nunca vivió en un sitio o pueblo más de dos años seguidos”. Parece que esta apreciación es una exageración, porque entiendo que el poeta vivió varios años en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, donde cimentó su prestigio literario. Pero, el hijo dice que como su papá andaba del tingo al tango “perdió lo mejor de su cosecha literaria”. Pucha, qué pena. Mario dice que en la capital de Chiapas “extravió los originales de unos cuentos festivos”. Por eso, dice Mario se dio a la tarea de publicar este libro que: “obedeciendo a innatos sentimientos filiales y sin más propósito que evitar su documental extravío”. El libro contiene “papeles y recortes, con algunos de los juicios que sobre su personalidad literaria han emitido críticos y escritores amigos”. Labor generosa sin duda. Mario honró la memoria de su padre y obsequió a los lectores una serie de artículos que dan cuenta de la obra literaria de este poeta importante. Para que mirés que era un pata de chucho, comentaré que Mario dice que su papá hizo sus primeros estudios en nuestro estado, luego dio un brinco a la Ciudad de México donde hizo estudios profesionales; posteriormente hizo una gira literaria por todo Centroamérica, pegó otro brinco a Estados Unidos, donde viajó de Nueva York a Los Ángeles y remató en Europa. El libro que te comento fue publicado en el año de 1954, tres años antes que falleciera don Santiago. ¿Qué encontramos en el libro? Dos ensayos de Rodolfo Cruz García. Uno se llama “Santiago Serrano en México” y el otro “Retrato literario de Santiago Serrano”. En estos ensayos vemos que el autor supo de Chanti gracias a que una noche el poeta Armando Duvalier recitó unos versos que dijo eran de un poema escrito por Santiago, y nos enteramos que no sólo poesía escribió el papá de Irma, sino también libros con ensayos, el ya mencionado de Belisario y otro que se titula “Chiapas revolucionario”. Espíritu inquieto y tenaz era el de Chanti. Otro ensayo que recoge este libro, es el titulado simplemente: “Santiago Serrano”, escrito por el doctor Rodolfo A. Navarro, quien conoció a Chanti en la preparatoria del Liceo de Ciencias y Artes (el antecedente de la ahora UNICACH). Viene una plática que dio el centroamericano Armando Laparra y que se titula: “Trayectoria lírica de Santiago Serrano”. ¿Mirás la importancia de este libro encuadernado? Recoge varios testimonios literarios acerca de la obra del papá de Irma. Esto confirma la importancia que su obra tiene en la historia de la literatura chiapaneca. Sin embargo, ahora don Santiago anda como olvidado. El maestro Sarelly Martínez rescató la esencia con un libro reciente que se llama “Santiago Serrano, el periódico y el verso”, pero de ahí en fuera ¡nada! Hay más ensayos, más, muchos más, no quiero aburrirte dando síntesis apretada de ello, pero, antes que se me acabe el espacio, digo que no es frecuente hallar cartas en los libros de poetas y narradores de estas regiones. Y digo esto porque vos y yo somos amantes de las cartas. En la parte final de este libro, compilado por el hijo, aparece un apartado que se llama precisamente “Cartas al poeta Serrano”, y ahí, fuera del protocolo de los ensayos, encontramos una relación más íntima, más emotiva. Este epílogo basta y sobra para justificar lo que dije al principio: este libro es una joya. Mario dice que en el archivo epistolar de su papá existen más de mil cartas. En este libro se publican algunas. El 22 de agosto de 1949, el licenciado Antonio Vera Guillén, ilustre trinitarense, le dice a Santiago que recibió su libro de poesía: “Playa a la vista” y se despide diciéndole: “Va, con mi felicitación para ti, mis expresivos parabienes para tu culta esposa por su cooperación en tu libro, que, sin eufemismo, es el mejor que se ha hecho en Chiapas”. El licenciado Vera se refiere “a su presentación y formato”. Del libro acerca de Belisario Domínguez encontramos una opinión del reconocido maestro Óscar Bonifaz. Mirá qué dice nuestro Premio Chiapas: “Verdaderamente todos los comitecos deberíamos darle las gracias por dar a conocer al mundo la vida ejemplar del insigne don Belisario Domínguez, vida que usted, apegado a la más absoluta verdad y con su reconocida limpieza de pluma, describe a las mil maravillas”. El hermano de Irma dice que su papá “vivió una vida bohemia y sin método”, pero por lo acá dicho se ve que fue muy chambeador y disciplinado, de esto dan cuenta sus libros. Un hombre sin método no puede dedicarse a estudiar la vida de un personaje como Belisario Domínguez y escribir su vida, pensamiento y anécdotas. Nunca he tenido en mis manos este libro de Chanti, llama mi atención el apartado de anécdotas, porque en el pueblo se conocen varias que hablan del virtuosismo de nuestro héroe, pero tal vez el poeta Santiago Serrano escribió algunas que no son tan conocidas. Por ahí aparecerá. Mientras tanto, buscando en los libreros de la biblioteca del Colegio Mariano N. Ruiz me topé con esta joya que nos obsequió el maestro Gustavo Alfredo. Posdata: sí, tenés razón, a veces me voy por el sendero de los libros y me vuelvo medio solemne, pero pienso que es bueno compartir con vos estos hallazgos. A final de cuentas Irma Serrano tuvo un papá destacado. Claro, ella es más conocida, porque se convirtió en una gran actriz y cantante de México. Su fama fue más allá de la patria, llegó a ser venerada en muchos países de América Latina. Santiago Serrano: ¿papá de quién sos? De Irma Serrano, La Tigresa, la impar. Y vos, irma, ¿hijita de quién sos? De Santiago Serrano, destacado poeta, periodista y ensayista de Chiapas. Ah, ‘ta bueno. ¡Tzatz Comitán!