sábado, 24 de mayo de 2008

¿Los excesos?


Hace apenas un año escribía que la población mundial era de más de cinco mil millones de seres humanos. Hoy en la mañana me enteré que la población mundial rebasa los seis mil seiscientos millones de personas. Y hace apenas dos minutos me enteré que hay más de tres mil trescientos millones de celulares en uso en todo el mundo.
Con las dos últimas cifras cualquiera podría pensar que la mitad del mundo tiene celular. Sabemos que no es así. No es así porque la riqueza del mundo está repartida de manera brutal y bestialmente inequitativa.
El avance de los celulares también es bestial. Bill Gates predijo hace tiempo que el celular es el aparato que definirá el próximo futuro. Los celulares ya son cámaras fotográficas, ya son cámaras de video, ya son reproductores de música, ya son televisores, ya son mil cosas más. Los celulares, ¿qué más serán el día de mañana?
Ante cifra tan abrumadora puede decirse que los grupos más poderosos del mundo la ven como una herramienta de control. Basta mencionar los servicios noticiosos que reciben aquellos que tienen suscripción. Reciben una información "en píldora"; es decir los usuarios de celulares estamos informados "al segundo", pero recibimos una información sesgada y mínima. Los celulares están constituyendo el nuevo libro rojo de la nueva revolución cultural.
No es utópico pensar que el siguiente paso es el chip, el celular "injertado". La ciencia ficción nos está alcanzando y cada uno de nosotros hace hasta lo imposible por poseer el celular de nueva generación, el aparato electrónico que nos haga más "sencilla" la vida. El poder ha convertido a este mundo en algo súper complejo para que los hombres tengamos la visión de que sus productos nos lo hacen más accesible, más sencillo. ¡Qué irónico!