A veces el horizonte es un ave en el cielo, un ave cuya única opción es emprender el vuelo. Hoy, mi horizonte es un colibrí, un cenzontle, un guazú.
Me preparo para volver a mi amado pueblo. Esta preparación implica cerrar ventanas en Puebla y preparar maletas. A estas dos actividades dedico por ahora todo mi tiempo.
Dios mediante volveré a este cuaderno durante la segunda semana de abril.
Espero que volvamos a vernos y continuemos este diálogo.
Gracias.
A veces el horizonte es un faro de luz, a veces este faro se llama Comitán.
