viernes, 21 de marzo de 2008

De Pedro Infante a Luis Miguel



Somos lo que vemos. El cine influye en nuestra vida. La imagen del macho mexicano le debe mucho a Pedro Infante, Jorge Negrete y demás ajos tequileros.
Ahora es la televisión la promotora de una nueva imagen. Ahora el macho mexicano ya no es un hombre con pistola y tequila en manos. Ahora, el macho mexicano, está simbolizado en Luis Miguel, Christian y demás ajos metrosexuales.
La apariencia física se ha modificado, pero, en esencia, continúan vigentes los mismos comportamientos, los mismos complejos.
El otro día oí que una conductora de televisión dijo que no importaba la separación de Araceli con Luis Miguel, ya que "la Chule" tenía un hijo de "El sol". Lo dijo como si esta circunstancia fuera lo más importante de la vida; es decir, no importa que una mujer sea sobajada si ya fue pareja de un semidios. La imagen que se tiene de esta relación es la de que Luis Miguel es superior a Araceli Arámbula.
Las imágenes de estos nuevos machos siguen teniendo su razón de ser en la superioridad. Los medios los han endiosado y por ende ellos pueden hacer todo de todo.
Asimismo, el modelo de la mujer mexicana está cifrado, en gran parte, por la personalidad de las actrices y cantantes. Las adolescentes mexicanas imitan a las chicas de RBD o a las chicas de el nuevo Timbiriche.
Somos lo que vemos. Tal vez acá está la explicación de porqué estamos como estamos.