miércoles, 12 de marzo de 2008

Sólo para mujeres


La historia es muy sencilla. Me la platicaron apenas la semana pasada. Una muchacha, como de catorce o quince años, caminaba sin ver a nadie, pegada a la pared. La mamá de la amiga que me contó la historia le decía a su hija que debía tratar de comportarse como aquella muchacha, vecina del barrio. "Ella no habla con nadie, no se presta a juegos como tú", le decía la mamá de mi amiga. Mi amiga le encantaba hacer amigos. Un buen día sucedió lo que a menudo sucede: la muchacha "mojigata" salió embarazada. No veía a nadie, no hablaba con nadie, pero parece que sí hacía otras cosas más serias. ¿Moraleja? La vida es una y variada. En este mundo hay de todo. Este chunche llamado Internet está plagado de pornografía, los jóvenes de todo el mundo están expuestos a ella. La sociedad actual no puede, ni debe, cerrar los ojos a la realidad.
¿Quiénes en Comitán irán a ver el show de "Sólo para mujeres"? Pues quienes deseen pasar un buen rato según su naturaleza. Hay mujeres que disfrutan cuando leen en una biblioteca, hay otras que disfrutan cuando toman un buen trago, hay otras que encuentran gozo al rezar adentro de un templo y hay otras mujeres que encuentran gusto al ver chavos bailando frente a ella. Así también los hombres, muchos disfrutan ver a muchachas bonitas retorciéndose frente a un tubo. ¡Así es el mundo! Y los jóvenes están expuestos a este mundo. No puede cerrarse los ojos ante la realidad. Lo importante en esta vida es la libertad. Que cada quien haga de su vida un papalote y vuele los cielos que desee. Por eso es importante que haya de todo, para que el joven, para que la muchacha pueda elegir. Por eso es importante que existan opciones. Es importante que en Comitán no sólo haya espectáculos de "sólo para mujeres" o de "sólo para hombres", es importante que también existan cientos de opciones para el desarrollo espiritual, intelectual y moral de los muchachos. Si ponemos atención veremos que esto último es lo que hace falta en el pueblo para equilibrar la balanza.
A mí no me espanta ver anunciado este tipo de eventos, los hay en cualquier parte del mundo y asiste quien así lo desea. A nadie se le obliga a ir.
El negocio de Luis Felipe que se llama La Bohemia es un centro dedicado precisamente a este tipo de eventos. Sería un absurdo que Luis Felipe promoviera, por ejemplo, una feria del libro adentro de La Bohemia, para esto último están otras instituciones, la Casa de la Cultura, por ejemplo.
Dejemos entonces que el mundo fluya. Que La Bohemia promueva eventos para adultos y que la Casa de la Cultura procure dar opciones de arte a los muchachos de Comitán. Y que cada quien decida qué le conviene más para su desarrollo personal.