viernes, 29 de noviembre de 2013

POR LOS TERRITORIOS IGNORADOS





A veces divido el mundo en dos. Ayer lo dividí en mujeres que son como manchas de tigre y mujeres que son como letras sin delinear.
La mujer letra sin delinear es nieta de la niebla y del bejuco. Por ello sus contornos son indefinidos, como indefinidas la transparencia del agua y la rigidez del grito.
Ella viene de los tiempos de Gutenberg, de los tiempos en que los abuelos marcaban los códices con el tizne de sus barbas. Sus amados son felices porque siempre tratan de hallar el contorno de la d del deseo y de la a de la ausencia. Ella se abre al dedo como se abre la raíz a la tierra; se deleita en los atardeceres, como la nostalgia se confunde en la luz y en la sombra.
Cuando camina le gusta hacerlo en el campo, en medio de árboles que sueltan las hojas secas, con el mismo desenfado con que el café suelta el aroma o con la sutileza con que el musgo se encarama a la piedra. Ella es musgo, es piedra, mujer cuyo mensaje está oculto en la sonrisa de una nube.
Su casa es la misma casa donde habita la tinta y el sello; su entorno es el mismo donde la piedra juega a que forma líneas.
¿Cómo identificar a una mujer letra sin delinear? Basta invitarla a tomar un café, tomarla del brazo, apartarle la silla y, una vez que el mesero camina con rumbo a la cocina, pedirle que pinte una línea en la servilleta. Si la línea se expande en una mancha de ojo cerrado o de jade, es posible que la mujer sea una emergente pirata, pero si la misma mujer pinta la línea en la servilleta y la línea se abre como un labio de agua o como un reflejo de lago en madrugada ¡sí es auténtica!
También es posible descubrir su originalidad en la forma que adopta el sueño. Si ella se acuesta como se acuesta un conjunto de pirámides a mitad de la selva o ella abre los brazos con la misma intensidad con que el color de los murales se vuelve rama o árbol ¡es auténtica!
La mujer letra sin delinear es una mujer de valía, porque es como un camino que siempre está por recorrerse. La luz de su vientre es como una advertencia para el viajero, como un presagio para iniciar el vuelo. Algunos despistados pueden confundirse y creer que su cuerpo es un campo sin límites o un cielo sin fronteras. ¡Falso! Su territorio es como esas nubes que pintaba Dalí donde el círculo es una alegoría al viento.
¿Cómo se conquista una mujer letra sin delinear? ¿Con la palabra o con el encanto de la imagen? Los expertos sugieren que el amado sea cauteloso, que derrame un poco de sombra a la hora que su río se pierde en el follaje del mar.
A veces divido el mundo en dos. Mañana lo dividiré en mujeres que son como lámparas que arden a mitad del día y mujeres que se revientan como cuerda de guitarra.