jueves, 8 de marzo de 2018

DEFINICIÓN DE HABLAR




Es un acto prodigioso que se lleva a cabo a través de dos órganos del ser humano: la boca y el codo. Por supuesto que la boca es el órgano más visible, pero parece ser, de acuerdo con lo que la tía Elena dice, el codo tiene una gran relevancia en el acto fonológico, cuando dice que su hija, la Nena, habla “hasta por los codos”.
Una tarde vi que mi sobrina Pau se acercaba a la Nena, arrimaba una silla para sentarse cerca de ella y, con gran atención, escuchaba su plática, pero ponía especial atención a los codos. Sí, esperaba que el codo, como si fuera uno de esos codos de caricatura, comenzara a abrir la “boca” y a emitir sonidos.
Pánfilo dice que ni los mudos se salvan de hablar, porque ellos lo hacen a través de señales de sus manos. A Pánfilo le encanta asistir a conferencias donde traductores o intérpretes hacen las señas del lenguaje de sordomudos. Le encanta el instante en que los aplausos aparecen y el intérprete mueve las manos y todos los dedos como si éstos fuesen títeres para significar que la audiencia aplaude. Las manos, en un momento determinado, pueden traducir gritos (las manos se abren como si fuesen bocas de dragón a punto de lanzar una llamarada). Pánfilo se tapa las orejas, porque desde niño ha odiado los gritos y la violencia. Su hermana Silvia se burla de Pánfilo, cuando lo molesta basta que ella abra las manos como bocas de planta carnívora, para que él se desequilibre, para que él ponga las manos sobre su cabeza y cierre los ojos, aterrado. Porque Pánfilo casi oye el sonido de diez sirenas aullando a la medianoche.
El acto de hablar es uno de los más prodigiosos. En todos los estudiosos del lenguaje, siempre aparece la duda infinita de cuál fue el instante en que el primer hombre emitió el primer sonido. ¿Eso fue hablar? Tal vez no, pero tal vez sí, porque el primer intento gutural fue un intento de comunicación, de decir algo al otro. ¿O no fue así y la primera palabra fue un simple quejido en la soledad del primer hombre?
Existe algo prodigioso en el acto de hablar. Es una pena que la fuerza de lo cotidiano nos haga ver el acto como algo simple, porque como hablamos “hasta por los codos” ya olvidamos la maravilla de este río que fluye sin cesar.
¿Cómo define el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española el acto de hablar? Si gustan lo revisamos, pero desde ya sabemos que será una definición incompleta, casi pedestre, porque jamás una mera secuencia de palabras podrá dar idea siquiera cercana de la sensación maravillosa de este acto.
Si la Biblia dijo que lo primero fue el Verbo nos está recordando que el acto de hablar es una de las piedras donde se cimenta el templo del ser humano.
El diccionario dice: “Hablar: Emitir palabras”. ¿Ven qué definición tan de fogón echando humo? Es obvio, el diccionario no puede decir que el acto de hablar es la línea que da razón de ser al silencio. Si al principio de los tiempos todo estaba en silencio, éste fue “interrumpido” por la cinta del habla. Desde entonces, el mundo no ha parado. El mundo habla y habla, porque aún no halla la cuerda que le dé el verdadero sustento. Si todas las personas del mundo se pusieran de acuerdo y en un momento determinado dejaran de hablar, el silencio sería como una placa de acero que caería sobre la Tierra y el universo comenzaría a contraerse, pensando que el origen aún no es.