jueves, 15 de marzo de 2018

PUENTE ENTRE GRANDES




Me gusta que un mayor salude a un menor. Y no me refiero sólo a mayores de edad, ¡no! Me refiero, también, a Mayores en sus profesiones y oficios. Porque (todo mundo lo sabe) hay personas que son más Grandes que otras, bien sea por la excelencia de sus obras o por la terquedad en su quehacer.
Acá existe un ejemplo de ello y esto me da mucho gusto. Acá, Luis Rodolfo López Cid, artista plástico comiteco de diez años, saluda a Leonora Carrington. ¡Nadita dijera el otro! Porque acá está representado ese puente del que hablo: Una mujer mayor (cien años, nada más), de calidad estética excepcional, saluda a Luis Rodolfo que tiene en el pecho los colores del surrealismo, casi casi con la misma emoción con que otros niños, dice el himno, llevan en el pecho los colores del América. Cada quien su gusto y sus aficiones. Luis Rodolfo ha demostrado que es un apasionado por la pintura. El otro día le oí hablar de la obra de Picasso, con la misma tranquilidad con que otros niños de su edad hablan de Ronaldo o de Messi. ¡Cada quien sus balones y sus pinceles!
Lo que diré a continuación ya es noticia sabida: Una ilustración de Luis Rodolfo aparece en este libro, libro que la Secretaría de Cultura (a nivel federal) publicó para celebrar el centenario del nacimiento de Leonora Carrington. ¡Es sensacional pensar todo el camino que se dio para que Luis saludara a Leonora a través de este libro! Y no sólo Luis. En la presentación del libro nos enteramos que la Dirección General de Bibliotecas de la Secretaría de Cultura convocó a un concurso de lectura y dibujo infantil, cuyo tema era la obra narrativa de Leonora (excelsa pintora y escultora surrealista). Luis fue uno de los tres mil doscientos treinta y un niños (y niñas, según la costumbre boba que siguen muchos, costumbre que nos heredó uno de los presidentes de la república más bobos del país: Vicente Fox). De ese bonche de dibujos, el jurado eligió ciento quince dibujos para ilustrar el libro que Luis tiene en sus manos. Uno de estos ciento quince dibujos es de Luis (alguien podría pensar que por ser comiteco mi corazón se inclina hacia su trabajo, pero ¡no! Cuando revisé el libro traté de ser muy objetivo en mi apreciación y puedo decir que uno de los dibujos más completos y más lleno de elementos es el de nuestro paisano).
Luis Rodolfo ha obtenido varios premios a nivel nacional con sus ilustraciones. Cuando menos en una ocasión ha estado en Los Pinos para recibir una distinción. Esto es como si un niño de su misma edad acudiera al Estadio Azteca a recibir un premio por haber anotado un gol de excelencia. Luis ha obtenido varios reconocimientos, pero tal vez, digo que tal vez, hasta ahora, el más relevante es el haber sido elegido para ilustrar este libro de cuentos de Leonora Carrington. Este libro tuvo un tiraje de diez mil ejemplares y está disponible ya en todas las bibliotecas del país. Me emociona saber que miles de lectores niños pueden ver las ilustraciones; me emociona que algún niño, en alguna ciudad de nuestra patria, vea la ilustración de Luis y piense que él también quiere pintar así. Me emociona, ¡sí!, que un paisano talentoso sea inspirador para otras mentes.
¿Leonora pintaba a los diez años? Yo pienso que sí. Igual que Luis pintaba mucho. Ella llegó hasta las alturas mayores del arte plástico. A mí me encantan sus esculturas, plenas de imaginería y de misterio. Sus personajes parecen sacados del fondo de una cueva que no posee sombras, sino luz.
Acá, en esta fotografía, se inmortaliza el instante en que Leonora Carrington se encuentra con Luis Rodolfo López Cid. El puente (ojalá sea así) se ve fuerte, bien construido.
Leonora nunca dejó de pintar y jamás desvió su vocación creadora. Con gran disciplina dejó que su mente hurgara en esa cueva llena de luz y de ahí sacó sus personajes más representativos.
Si alguien me preguntara qué prefiero de su obra creativa desecharía sus cuentos (no son muy buenos) y, por encima de sus pinturas, me quedaría (ya lo dije) con sus esculturas en bronce. ¡Ah, qué lianas tan de selva abigarrada!
¿Con qué me quedo de la obra de Luis? Por el momento me quedo con la alegría de verlo abrazar a Leonora, gran artista del mundo, en la conmemoración de su centenario.