jueves, 1 de noviembre de 2018

GENTE EXTRATERRESTRE




Nos divertimos. Al subir a la combi, Pau y yo vimos el letrero y sonreímos. Los dos estuvimos de acuerdo que no era un error ortográfico, sino una travesura; es decir, el letrero estaba bien escrito, pero como el mensaje está hecho con letras adheribles, alguien hizo la diablura de eliminar el palito de la eñe y, como siempre sucede con palitos de más o de menos, cambió el sentido. Algo formal y serio tomó una cara de changuito. “Niños mayores de cinco anos pagan pasaje.”
Pau sacó su celular, buscó en el álbum de fotos y me enseñó una en la que estaba la figura de un supuesto extraterrestre que portaba la banda de Miss Universo. Volvimos a reír. Pau tiene razón (lo mismo que quien elaboró esa fotografía). En realidad, la fotografía hace una crítica precisa. ¿Por qué se llama Miss Universo si sólo participan mujeres terrícolas? Un concurso Señorita Universo debería convocar a mujeres de todos los planetas habidos y por haber.
Cuando Pau me enseñó la fotografía de la Miss Universo, la combi se detuvo en la parada de Aurrerá. Dos mujeres bajaron y subieron tres mujeres (una de ellas, una muchacha bonita de no más de veinte años), con bolsas y morraletas. Mientras las veía comprobaba que las terrícolas tienen dos mamas, dos nalgas, dos brazos, dos piernas y una sola… nariz, ¡claro!, la nariz con dos agujeros.
La muchacha bonita tenía el pelo corto engominado y una blusa ceñida con un mensaje que decía: I love N.Y. La N sobresalía en un pecho y la Y en el otro. Así son las terrícolas, tienen dos mamas. Las de esta muchacha que se sentó a mi izquierda estaban muy bien puestas. No sé si por el calor de estos días, sus pezones mostraban dos sonrisas tiernas.
Fue cuando pensé en cómo serán los seres de otros mundos. ¿Las del planeta XCTR84 tienen cinco tetas? ¿Hay alguna galaxia en la que los seres tengan tres penes? ¿En dónde los tienen? ¿Cómo son las mujeres que reciben esos tres miembros? ¿Las mujeres logran orgasmos simultáneos en sus tres vulvas?
Fue cuando pensé en niños con cinco anos. Pensé en el gasto de los padres con hijos cagones. ¿Cuánto del presupuesto mensual deben destinarlo para comprar pañuelos húmedos? Pensé en el suplicio de oler las evacuaciones de cinco anos a la vez.
Pero luego pensé que en aquellos mundos tal vez la ciencia y la tecnología están tan avanzadas que tienen métodos efectivos para remediar esas situaciones.
Cuando el chofer cerró la puerta y avanzó sobre el bulevar debió frenar de improviso, porque un camión urbano se le atravesó, la chica que iba a mi lado colocó una mano en mi muslo derecho para sostenerse. Ofreció disculpas, pero no retiró su mano. Yo dije que estaba bien. Sentí el calor de su cuerpo. Pedí a todos los santos que no retirara su mano y pedí que otro camión se atravesara. Si eso sucedía yo podía hacer lo mismo: Colocar mi mano sobre su muslo. Ofrecer disculpas.
Pensé que en alguna galaxia del universo debe haber algunos seres con cinco manos.
Llegamos a los arbolitos y Pau me dijo: “Tío, haz la parada”. Me sonrojé. Un segundo después entendí, le dije al chofer que se detuviera en la parada de los arbolitos. La chica había dejado olvidada su mano en mi muslo. Cuando me paré, ella retiró su mano y se apoyó en el asiento.
Al bajar volví mi mirada hacia la chica, ella miraba hacia el frente, escuchaba música a través de sus audífonos. Yo no la olvidaré jamás. Ella me ignoró olímpicamente. Cuestión de edades.
Pau y yo habíamos coincidido en que lo del letrero había sido una travesura. Pero, cuando comenzamos a caminar por la banqueta rumbo a la casa me preguntó si habrá algún planeta en el que los seres tengan seis dedos en cada mano, como los tiene Consolación Interrogación, quien es un hada en el cuento “El secreto de Lena”, de Michael Ende.