domingo, 3 de agosto de 2025
CARTA A MARIANA, CON NOMBRES PRODIGIOSOS
Querida Mariana: mucha gente ha pasado por el Centro Cultural Rosario Castellanos. Es un lugar emblemático del pueblo. Está al paso de todo mundo, frente al parque central. El edificio (bañado en piedra, dice Gladys Bonifaz) ha tenido diversos usos, pero desde 1974 es el centro cultural más importante de Comitán. Desde 2000 lleva el nombre actual, pero al inició fue conocido como Casa de Cultura y mucha gente sigue tratándolo así.
Nadie podrá decir cuánta gente ha pasado por ahí, visitantes de paso, alumnos de talleres, admiradores de exposiciones o actos artísticos. Muchas mamás y papás entran para llevar a sus hijos a diversas clases en talleres de verano o en cursos regulares. Los nombres de la mayoría de ellos no están registrados en el libro de la historia. Lo que sí está consignada es la relación de quienes han ocupado la dirección de dicho recinto, gente comprometida con la cultura (unos más que otros y otros menos que los demás). Todos los directivos han impreso su huella en su momento, han hecho lo que consideraron importante para incrementar el arte. Comitán es un pueblo que ama y respeta la cultura y las bellas artes, pero éstas no se manifiestan con el valor que fuera deseable. A mí me ha tocado ser testigo de actos culturales donde hay poca asistencia, sobre todo en lo literario. Parece que este comportamiento es costumbre mundial. Los magnos recitales de poesía no convocan multitudes (las excepciones fueron recitales en Rusia, cuando los poetas llenaban estadios; en nuestro país hubo llenos totales cuando en Bellas Artes se presentó nuestro paisano Jaime Sabines y el uruguayo Mario Benedetti). Al contrario, los recitales musicales convocan multitudes. La música académica llena salas de concierto y la música popular llena estadios y foros con miles de asientos. Quienes se han sentado en la silla de la dirección de la Casa de Cultura de Comitán han hecho intentos por acercar a las personas al disfrute de los actos culturales. ¡Ah, qué labor tan compleja! La gente no se deja. Mientras los estadios de fútbol y los conciertos musicales en las ferias están a reventar, las presentaciones de libros no jalan más que una audiencia de veinte o treinta personas.
Óscar Bonifaz creó la primera casa de cultura, de ese tiempo a la fecha han transcurrido cincuenta años, en este lapso han pasado por la dirección 13 personas. ¿Quiénes conforman esta relación de honor? Acá va la relación cronológica, que el actual director hizo favor de enviarme: Óscar Bonifaz; Jorge Melgar; Flor Esponda; luego Bonifaz de nuevo; Paco Flores; Luis Armando Suárez; Francisco Gordillo; David Esponda; Rosa Hortensia Aguilar; Flor Esponda una vez más; Ivette Constantino; Angélica Altuzar; María Elena Jiménez; otra vez Luis Armando Suárez; Arbey Rivera y, actualmente, Hermilo Aranda. Trece ilustres comitecos. Bonifaz, Flor Esponda y Luis Armando repitieron color y número.
La responsabilidad es mayor, porque los directivos deben promover actos culturales y, además, atender lo que es como una escuela por los talleres.
Vos y yo y medio mundo somos testigos de que cada uno de los directivos ha hecho lo que consideró pertinente para cumplir con el encargo. Falta el libro que dé cuenta de las diversas realizaciones de cada uno para tener un acercamiento de lo que se ha hecho.
Se sabe que este mundo es infinito. Los directivos siempre terminan sus encargos con muchos logros, pero con un extenso cuaderno lleno de actos no alcanzados. No alcanza la vida para tanto, pero algunos han sembrado árboles que ahora dan sombra y buenos frutos.
Luis Armando inició el Festival Balún Canán que luego se convirtió en el Festival Rosario Castellanos, este festival ha venido de más a menos, no sólo en cantidad de días sino en calidad de los actos. Nunca ha tenido la dimensión que merecería para honrar el nombre de nuestra máxima escritora. Varias voces se han escuchado que piden, exigen, que la literatura esté en primerísimo lugar, pero que sea con la participación de creadores literarios de alto nivel, que no sólo sea rellenar el programa con actos sin peso específico. ¿Qué directivo logrará posicionar a Comitán como una ciudad literaria? ¿Qué directivo podrá lograr el prodigio de convertir a esta ciudad en digna cuna de la escritora mexicana más importante del siglo XX? Los expertos han dicho que al revalorizar la imagen de Rosario Castellanos, de manera inteligente, el pueblo se volverá un polo turístico que obligará a miles de visitantes a dirigir su mirada en el pueblo.
Posdata: hace falta el libro que dé cuenta de los nombres prodigiosos de quienes, entre otros nombres, han ofrecido talleres y han sembrado una semillita en el espíritu de la niñez comiteca.
Francisco Gordillo (en paz descanse) comenzó una fértil siembra en la apreciación del cine (él era experto cinéfilo y cineasta). Ahora es un vacío que debe cubrirse, sobre todo ahora que hay tantos chunches tecnológicos a nuestro alcance. En el mundo hay diversos concursos de cortos cinematográficos realizados con teléfonos celulares.
En la fotografía están Juan José Arreola y Óscar Bonifaz. Del archivo fotográfico del Centro Cultural Rosario Castellanos.
¡Tzatz Comitán!