Ayer terminó el Octavo Festival Internacional Rosario Castellanos. Hice un huequito en mi tiempo (un "break", dijeran los chavos) y fui a la Casa Museo Dr. Belisario Domínguez. Estaba programada la plática "Impacto cultural de la información", a partir de las cinco de la tarde. Llegué justo a las cinco y hallé la puerta cerrada y el papel que muestra la fotografía. ¡Qué lástima! Hubiese sido de gran interés para los periodistas -y para el público en general- lo que ahí se iba a decir.
Faltaba una hora para que en el Teatro de la Ciudad se entregara el Premio de Novela Breve, así que fui a la Feria del Libro que estuvo instalada en el parque central. Entré a dos o tres locales y pregunté cómo habían estado las ventas. En general me dijeron que estuvo bien, nadie se quejó. La mayor venta de libros está en los rubros de superación personal y textos infantiles (es decir, los viejos ya están echados a perder -por eso quieren tomar un mejor camino- y hay esperanza en que los niños sean lectores más intelegentes). Don Antonio (el librero que me hizo favor de exponer mis libros y de los cuales no vendí ni uno) me dijo que el rubro de literatura casi casi no jala. Todos estos datos son para la reflexión. En un puesto de venta de discos, Odín Urcid me contó que también se defendió en ventas y que, por supuesto, estará acá el próximo año. Su puesto ofrece música diferente y su local es como un espacio para el remanso (a mí me llamó la atención un paquete de películas en devedé que traía tres películas de Jodorowsky -entre ellas "El Topo" y "Fando y Lis". Jodorowsky ya es autor de culto. Sus películas son complejas, enredadas, pero muy interesantes).
He leído algunos comentarios en la página de Comitecos punto Com respecto a que no hay variedad en la Feria del Libro. Agregaría a estas sugerencias algo que comenté ayer con la directora del Centro Cultural Rosario Castellanos: que para el próximo año se ponga un "stand" especial para libros comitecos. Yvette me dijo que esto no fue posible porque la Feria la diseña Coneculta directamente, pero esto es inconcebible. ¡Ni modos que los comitecos no podamos decir qué hacer con festejos en nuestro pueblo!
A las seis fui al Teatro para presenciar la entrega del Premio de Novela Breve "Rosario Castellanos", premio que este año ganó el escritor Rafael Tejeda de Luna (a propósito, el conecultero mayor de Chiapas, Alfredo Palacios, dijo que dos escritores chiapanecos han obtenido este honor en entregas anteriores, Héctor Cortés Mandujano (quien estará con nosotros en los festejos de la Expo Feria Comitán 2008) y José Martínez Torres). Para la entrega del premio estuvieron presentes el presidente municipal de Comitán y el propio Alfredo Palacios. Por cierto, a don Alfredo se le contagió ese síndrome de confusión que hace travesuras a propios y extraños. Nunca falta el tipo que en lugar de decir Juan Sabines para nombrar al gobernador dice Jaime Sabines. Ayer, Palacios dijo que el gobernador impulsa el arte, pero en lugar de decir Juan Sabines Guerrero, dijo Juan Sabines Gutiérrez y fue como si invocara el espíritu del exgobernador, papá del actual gobernador.
En fin, el Festival ya terminó. Esperamos que los ligeros inconvenientes se subsanen para la próxima edición.
Ah, se me olvidaba. En el parque central hubo talleres para niños y esto fue algo bello.
