martes, 15 de mayo de 2018

CARTA A MARIANA, CON PALABRA LUMINOSA




Querida Mariana: ¿Vos has oído alguna vez la palabra Nicanshoyom? ¿Nunca? ¿En serio? Es normal. La quisieron enterrar y estaba empolvada, pero ahora, por fortuna, vuelve a brillar. Ojalá brille por mucho tiempo, por siempre.
Dicen que cuando murió Benito Juárez, la república se deshizo en homenajes hacia él. Una ciudad llevó su nombre, así como decenas de escuelas y parques (el parque central de Comitán lleva su nombre. Por eso, muchos dicen que las autoridades municipales no honran la memoria del héroe, porque el parque está para llorar. Pero parece (qué ironía) a las autoridades la opinión del pueblo le hace lo que “el viento a Juárez”.)
Algo similar sucedió con Belisario Domínguez. En nuestro pueblo (pueblo en que nació el héroe) hay calles, escuelas, sitios de autos de alquiler, su casa museo, un auditorio de trescientos millones de pesos y una colonia con su nombre. Además, la ciudad se llama Comitán de Domínguez, en su memoria. Tío Belis no se puede quejar, tiene muchos motivos para estar presente en la memoria histórica. Los jóvenes también se apoderan de su imagen. Frente al parque central ahora hay un restaurante que se llama “La esquina de Belisario” y este Belisario no es otro que nuestro héroe, porque el logotipo de la empresa muestra el rostro de don Belisario Domínguez. Estos jóvenes empresarios comitecos (como debe ser) le restan un poco de pomposidad al nombre y le botan el don y lo tratan de tú (de vos): Belisario, para hacerlo más cercano. Total, medio Comitán le ha dicho tío Belis al héroe.
La clase política tiene mil motivos para entronizar la memoria de los héroes. Esto fortalece el nacionalismo y la estructura de autoridad. Ellos se abrogan el poder de cambiar nombres. Un día (tal vez los cronistas tienen el dato preciso) el barrio que se llamaba Nicanshoyom cambió su nombre por el de colonia Belisario Domínguez; de un solo plumazo, el barrio se convirtió en colonia y dejó su nombre original y adoptó el del héroe.
Sí, son los excesos del poder, son los contrasentidos, y digo esto porque don Belis ya tenía suficientes túmulos para recordar su memoria. ¿A quién se le ocurrió borrar el nombre maravilloso de Nicanshoyom? No lo sé. ¿Por qué se permite en Comitán tales atropellos?
Por fortuna, ahora, jóvenes emprendedores rescataron el nombre. En el corazón de la colonia Belisario Domínguez, inauguraron una cafetería, que vende café, snack’s y lunch. ¡Ah, me encanta ese desplante y ese orgullo por las voces originales! En la patria mexicana hay decenas de espacios que se llaman Belisario Domínguez. Sólo había un barrio llamado Nicanshoyom (un día de estos le preguntaré a Amín Guillén, experto en estas voces, el significado de tan hermosa palabra).
Sólo había un Nicanshoyom y las autoridades intentaron enterrarla, para que sólo los nombres de los héroes mexicanos brillen en el calendario de nuestra memoria. Pero he acá que jóvenes emprendedores ha desempolvado el nombre y lo hace brillar con luz propia.
Espero que su negocio sea exitoso, que mucha gente llegue y que en los celulares y en las redes sociales aparezca la siguiente leyenda: “Estoy en el café Nicanshoyom”. Con esto, lo digo con mucho respeto, pero con gran convicción, al nombrar espacios con nombres auténticos se hace más patria que al bautizar colonias con nombres de políticos.
En Comitán hay una escuela secundaria que se llama “Juan Sabines Guerrero” y hay un fraccionamiento que también lleva el nombre del ex gobernador de Chiapas. No sé, pero no creo que los estudiantes de esa escuela o los habitantes de ese fraccionamiento se sientan muy orgullosos al conocer la biografía mínima del personaje en cuestión.
Advierto (como todo mundo) que los propietarios de este espacio tuvieron la libertad de nombrar a su negociación con cualquier nombre, pero (en buen momento) eligieron un nombre comiteco auténtico.
Posdata: A mí me encanta esa mezcla de vocablos, habla de una mixtura de culturas en tiempos de globalización. En lugar de decir botana o tentempié o canapés o bocados, está la palabra snack al lado de la palabra Nicanshoyom. Tal conjunción prodigiosa no se verá más que en este pueblo y esto habla de un rasgo de verdadero orgullo.
Bien por los jóvenes que emprenden negocios y nos devuelven rasgos de identidad.