martes, 11 de mayo de 2021

GOTEROS NATURALES

Imaginá que te llamás gota. No permitás que te albureen. ¡No! Nada de permitir que te pregunten si te gusta ver gotas. Se supone que si sos gota, por supuesto que te mirás en el espejo. Si imaginás que sos gota, la verdadera elección será entre ser gota de agua o de leche, por ejemplo, o de vino, o de alcohol o de vinagre. ¿Mirás el universo tan amplio? Podés elegir entre mil líquidos. Sí, tenés razón, también podés elegir entre ser gota de orín o de semen o de miel o de saliva. ¡Uf! Mil posibilidades, dependiendo de tu gusto. Si elegís ser gota de agua, podés elegir entre muchas opciones. Antes, todo mundo habría dicho que elegiría ser gota de agua de río y con eso habría bastado, pero ahora, con los niveles de contaminación en el mundo sabemos que una cosa es ser gota de agua de un río limpio y otra ser gota de río contaminado. Nunca olvido la imagen final de la película “Sueños”, de Kurosawa. ¿La recordás? Ah, un viejo vive al lado de un río de agua limpia, transparente, inmaculada. Pero, el mundo, qué pena, ahora tiene ríos donde los peces mueren por la contaminación asquerosa que hacen los humanos. ¿Has visto cómo muchos desechos son tirados en forma indiscriminada a los lechos de ríos? Muchas industrias colocan tubos con sus desechos en las orillas de los ríos. Hay muchas historias de personas que, cuando llueve, tiran su basura para que se la lleve el agua. De igual manera, los industriales botan sus asquerosidades para que el río lleve materias que, en muchos casos, son venenosas y dañinas para la salud. Como todos los ríos van a dar al mar, muchas personas que entran a bañarse terminan con daños en la piel. A la hora de tu decisión deberás evaluar el peso específico de cada gota; es decir, no es lo mismo ser una gota de agua que una gota de alcohol. La primera puede mitigar la sed, pero la segunda puede servir como eficaz antiséptico. Ahora, también sabés que no todo el alcohol es igual, hay alcohol para uso hospitalario y alcohol para darle gusto al cuerpecito. No es lo mismo ser gota de alcohol de 70 GL que ser gota de wiski de moderado, pero riquísimo, 40 grados. Podés, por supuesto, elegir ser gota de lluvia y serás feliz porque no hay gota más bella que la gota voladora, la que desciende para bendecir la tierra. No sé si has visto, cuando llueve, que no todas las gotas se comportan igual. Hay muchas gotas que caen en forma directa: de la nube a la tierra o sobre los pisos encementados o con mosaicos. Pero, hay muchas otras gotas que caen sobre los techos de cemento o sobre las tejas o estructuras metálicas, esto hace que la caída se dé en dos tiempos. Y vos sabés que la gota de agua se comporta diferente en cada material. La gota no resbala igual en un cristal que en una plasta de cemento. No sé si en alguna ocasión has visto cómo se comporta una gota de agua en una trabe de cemento y cómo se comporta en una vigueta de aluminio. En el cemento no juega, no se desliza, donde cayó se va resbalando muy sin ganas, como si no le quedara de otra que caer al vacío; en cambio, en el aluminio, las gotas se deslizan, patinan, van de un lado a otro, y cuando ya su pancita cumple su destino de la ley de gravedad, brincan emocionadas al piso donde se integrarán a sus hermanas formando un riachuelo que, en caso de patio de casa, busca la salida a la calle y luego hacia las zonas bajas donde se estanca para ser embebida por la tierra, para cumplir su ciclo vital. Si sos medio perversón podés elegir ser gota de flujo vaginal, limpio, con buen aroma, con aroma seductor. Si tenés espíritu de chef podés elegir ser gota de aceite de comer, y decidirás entre ser aceite de girasol o el bendito aceite de oliva. Si sos aficionado a mirar pechos femeninos, porque tu mamá no te destetó a tiempo y tenés el Síndrome de Edipo, podrás elegir ser gota de leche. Pero, en estos tiempos ya no será tan simple, porque ahora hay leche semidescremada, leche light, leche entera, leche de soya, leche de almendra y leche de, de, de… Claro, también podés ser gota de aceite de motor de auto de carreras. Tu imaginación es la medida para calibrar. Podés, si sos dramático, elegir ser la gota que derrama el vaso, pero si sos perseverante podés elegir ser la gota que horada la piedra. ¿Imaginás el poder que tendrás? Sólo requerirás hacer uso de esa maravilla de vida que se llama disciplina.