lunes, 31 de mayo de 2021

CARTA A MARIANA, DESDE COMITÁN DE LAS FLORES

Querida Mariana: ya era justo presentarte una imagen así. ¿Ya viste qué belleza? Ángel Vidal subió esta fotografía en redes sociales. Imagino que la fotografía es reciente y, ¡qué prodigio!, es de Comitán, de tu Comitán ¡de las flores! Las rejas, tan frías, tan de penal, tomaron vida para dar vida a la vida. ¡Ah, qué belleza! Desde casa siento la mano de la naturaleza, siento cómo cada flor se embarra en mi espíritu y lo llena de aromas y colores. Comitán no registra el nombre oficial de Comitán de Las Flores, pero muchas personas así lo conocieron y así lo siguen llamando. Lejos de la oficialidad, el nombre invoca una imagen muy cercana. ¿Por qué se llama así el pueblo? Le preguntaron a una persona y ésta dijo: por la belleza de sus jardines y por la belleza de sus mujeres. ¡Ah, qué bello, qué certero! Porque, en efecto, Comitán se distinguió por la belleza de sus jardines y de sus mujeres. La canción que es como un himno para los comitecos: Comitán, del tapachulteco Roberto Cordero Citalán, comienza así: “Comitán, Comitán de Las Flores, donde están mis amores, donde quieren de verdad…” Y esta letra la canta medio mundo. Viene la Orquesta Sinfónica de Chiapas y, al término del concierto, el director tiene la galantería de ofrecer la canción Comitán y la audiencia aplaude, se emociona, y canta “Comitán, Comitán de Las Flores…”; y la canción la canta la gran Eugenia León y todo el occipucio del escucha se deshace en tiras; y los comitecos que radican fuera de nuestra ciudad, los fines de semana, cuando toman su traguito, escuchan la canción y la cantan y gritan ¡cotz!, y lloran y la nostalgia los envuelve en su sábana amorosa. Comitán, Comitán de Las Flores, así cantamos al pueblo, así nos lo enseñó el maestro Cordero Citalán y nosotros, ovejas fieles, seguimos esa trilla luminosa. Y ahora, Ángel (qué nombre tan acorde a su espíritu) ha sembrado luz en estos tiempos de pandemia y, en un cachito mínimo, ha recuperado la bendición de este pueblo. Varias personas del pueblo han insistido en hacerlo. Pero ahora que vi la imagen pensé que esto debe ser una campaña de todo el pueblo, una siembra permanente, para recuperar el prestigio de nuestra ciudad. Tengo hermosas vecinas en el barrio que han sembrado flores frente a su casa, que le han dado el toque humano a nuestra ciudad. Y no sólo han colocado macetas en las banquetas, también han pintado versos y frases en las fachadas y la palabra también ha sido como una flor del jardín mayor. En la calle donde está el restaurante Camino Secreto también hay fachadas con frases. Sí, no es cosa de los gobernantes. ¡No! Recuperar la dignidad de nuestro pueblo es tarea de todos los comitecos, del pueblo de a pie. Acá está la muestra. Imaginá, sólo imaginá, que todas las casas del pueblo tuvieran esta imagen, que las ventanas y balcones estuvieran llenos de macetas con flores de la región y que las fachadas tuvieran versos y frases con palabras de este pueblo maravilloso. Imaginá que las calles tuvieran nombres de flores. Es muy difícil conseguir la nomenclatura que tuvo Comitán en el siglo XIX, cuando, de esto sí hay registro, las calles de Comitán tenían nombres de flores, pero sí es posible que, en un ejercicio democrático, volvamos a bautizar las calles con nombres de flores, sin interrumpir la nomenclatura actual; es decir, que la calle central siga teniendo ese nombre, pero que en cada esquina se escriba calle del tenocté. Ah, sonaría hermoso. Imaginá un Comitán que recupere poco a poco su identidad cultural y que comience con lo que ahora ha hecho este negocio en la avenida central, antes de llegar a Correos de México. Claro, cuando digo que recuperemos los jardines comitecos no hablo del exceso, porque, precisamente en el techo de la casa donde está Correos de México siempre hay un gran jardín: ramas que han crecido en el techo, que provocan humedad y ponen en riesgo la estructura y con ello ponen en peligro a los peatones. ¡No! El rescate de la dignidad tiene que darse en la forma que acá se ve. Posdata: Al subir la fotografía, Ángel escribió: ¿Y si vandalizamos con flores a nuestro pueblito?” ¡Genial! Sí, vandalizar es cometer acciones destructivas contra un bien público. Acá, el pueblo vandaliza las fachadas con mensajes positivos. ¿Se vale decir: sembremos flores en el cemento y en el hierro? ¡Se vale! Acá está la muestra. Me fascinó, además, el trato que Ángel le dio a Comitán, a Comitán de Las Flores: pueblito. Sí, en la medida que olvidemos los sueños ilusos de ser una gran ciudad y recuperemos el orgullo de pueblo, nuestra ciudad será grande, ¡enorme!, como enorme es su gente, su historia y su tradición cultural. Me encantó la propuesta. Sí, que todos los jóvenes y adultos y niños vandalicen el pueblito con flores. ¡Que viva Comitán! ¡Comitán de Las Flores!