viernes, 6 de agosto de 2021

CARTA A MARIANA, CON UN LIBRO

Querida Mariana: me encantan las librerías. La mayoría tiene ventanales para que los peatones vean las novedades. Sí, los encargados de las librerías colocan los libros en atriles para que sean atractivos. Las portadas son como ganchos que atraen la atención de los lectores; asimismo, un factor de embrujo es el nombre del autor. Los lectores tenemos autores consentidos. En tiempo de pandemia camino por las calles en forma virtual. Me encanta caminar por calles donde hay librerías. ¿Ya viste este libro? Tiene una portada bella y tiene un título atractivo. ¿Ya viste el nombre de la autora? Sí, este libro es autoría de nuestra amiga Mirtha Luz Pérez Robledo. El título del poemario alude a dos palabras entrañables: viento y boulevard (así, trasladado con todas sus letras del francés). Hasta que no me topé con este libro en el ventanal de la librería no había pensado que el viento, esencia natural, puede correr diferente en un bulevar y en un campo y, por supuesto, con otro ritmo en la cima de la montaña y en la entrada de una cueva. Tomé el libro de Mirtha y hallé que fue editado en marzo de este 2021, que la imagen de portada es de Rosalina González y que la Editorial Ultramarina está en Sevilla, España. Este libro, entonces, llega a estas orillas desde la otra orilla del mar. ¡Qué bendición! La editorial declara que publica y difunde poesía y narrativa que acerca orillas y borra fronteras. ¿Mirás qué bonita declaración? “Acerca orillas y borra fronteras”. Todos los lectores de este libro de Mirtha serán beneficiarios de ese acercamiento. Extenderán la mano y recibirán un saludo generoso. En la contraportada, los editores españoles hablan de la poesía de Mirtha, condensan el bosque que ella descubre ante nuestros ojos. Copio un cachito del texto: “La poesía de Mirtha Luz emana sabiduría como niebla que baja del monte. En la lectura de estos poemas se podrá sentir el ascenso a contracorriente de ese frío a primera hora del día”. ¡Genial! Palabras precisas para la poeta que en su nombre contiene la calidez de lo natural. La poeta está llena de luz, de aroma de mirto. Mirtha Luz es un bosque, un enormísimo bosque lleno de palabras. Y los editores españoles dijeron más del acto creativo de Mirtha Luz. Comparto otro cachito contigo. Oí, mirá: “En estos versos el lenguaje es un espacio de apertura, de conocimiento y de lucidez. Es un desbordamiento. Que llene el mundo esta poesía centroamexicana. Brava, sincera, hermosa en su simpleza”. Y un día se hablará de ese término que hoy acuñan: poesía centroamexicana, porque no es casual que el 28 de agosto se conmemore el Bicentenario de la Independencia de Chiapas y de Centroamérica. No es casual que el caudal de la palabra tenga destellos similares. Chiapas está muy cerca de Centroamérica, lo ha estado desde siempre. Retomando conceptos del texto de presentación del libro de Mirtha se puede decir que el cielo de estos territorios borra las fronteras que son orillas pegadas. Me encantan las librerías, me gusta caminar por en medio de mesas y libreros llenos de esos objetos culturales geniales. Cuando camino por las calles disfruto mucho toparme con una librería y mirar, a través de los enormísimos cristales, las ventanitas que me guiñan, que me seducen, que me jalan con sus portadas, sus títulos y los nombres de sus autores. Ahora, en mi diario caminar virtual me topé con este libro de Mirtha. Sentí el viento sobre los árboles y, también, “El viento del boulevard”. Posdata: tengo frente a mi mirada el poema “Un muchacho se mira en los ojos de la tarde”. Pienso que es un título genial. Alude a tanto. Los editores españoles dijeron que la poesía de Mirtha es una poesía “hermosa en su simpleza”.