lunes, 10 de julio de 2023

CARTA A MARIANA, CON UNA FIESTA A MEDIO DÍA

Querida Mariana: así como ves este grupo así lo encontré. Decenas de muchachos y muchachas estaban en el parque central de nuestro pueblo, tomándose la foto del recuerdo. ¿Sabés quién se avienta el pasito y pide que todas las miradas se dirijan hacia él, hacia la cámara del celular? ¿Algún fotógrafo profesional? No, es Chusito, el técnico del Teatro de la Ciudad, que confirma su vocación de entrarle a todo. Él pidió que los muchachos y muchachas vieran hacia la cámara y tomó la foto del recuerdo, pero yo, metido también, tomé esta fotografía, que es una de esas que se llaman “detrás de cámara”. La foto oficial es la que tomó mi querido amigo Jesús Castro (pucha, ya le anda haciendo competencia a los grandes fotógrafos del pueblo), la que te mando es la “no oficial”, es la de un metidito, es la que sólo estará en tu álbum, porque la otra, la oficial, de inmediato comenzó a circular en los celulares de todos los que acá están sentados. Ahora (¡ah, benditos tiempos digitales!) todo se comparte con una velocidad que supera el Internet tacuatzero de Telmex. Claro, este ejercicio de compartir no siempre es agradable, porque luego mirás algunas fotos comprometedoras que circulan en celulares de gente que ni vela en el entierro (esto de entierro sin albur). Te envío la foto porque llamó mi atención la enorme congregación de chicos y chicas. En pocas ocasiones se da una foto del recuerdo con estas características. Vos y yo hemos visto lleno de personas esta escalinata central, pero cuando sucede un acto relevante, como cuando es el Festival Rosario Castellanos, pero nunca había visto una congregación tan fastuosa para una foto de recuerdo. El espacio pareció hecho especialmente para ellos, para que se tomaran la fotografía del recuerdo. Pero, ¿quiénes son estos muchachos y muchachas? ¿Es acaso un grupo de visitantes de Europa que llegaron al pueblo en plan de visita? No, no son europeos, ni japoneses. Vi sus caras y noté que tenían rasgos físicos de nuestra gente, sus gritos en español confirmaron que eran paisanos. Un grupo tan nutrido, tan lleno de vida, tenía un motivo para reunirse, sin duda. ¿Qué los hizo reunirse para tal manifestación de vida? Ah, mi admirado maestro Roberto R. Pinto estaba sentado en medio de ese grupo, así que al término de la sesión fotográfica me acerqué a saludarlo y a preguntar por qué esta manifestación de alegría tan sabrosa en nuestro parque, al lado de los algodones de París, de las sombrillas de los boleros, de los vende chicharrines. ¿Ya viste en dónde está el maestro Roberto? Ah, es como un juego de aguja del pajar, pero, si te doy alguna pista tal vez lo hallés. A ver, en el primer escalón hay un grupo de chicas y chicos, ahí no está el maestro. ¿Vamos al segundo escalón? es decir, la segunda fila de personas. Tampoco está ahí. El maestro Roberto está en la tercera fila; no en el tercer escalón, porque como fueron sentando sus posaderas las soltaron en escalones superiores. Mirá, contá los escalones: uno, dos, tres, cuatro y cinco. ¿Ya viste al chico que está a la izquierda, sentado en el quinto escalón? Es el chavo con pantalón de mezclilla y playera negra. Bueno, a partir de ahí comenzaremos a contar: uno, dos, tres, cuatro…diez y luego el maestro. ¿Ya lo hallaste? Su sonrisa es imperdible, siempre está de buen humor, siempre dándole la mejor cara a la vida, ejemplo de resiliencia, porque, vos lo sabés, a pesar de su discapacidad física, su espíritu siempre está al ciento por ciento, y esto lo reconoce el grupo de alumnos y la sociedad comiteca en general. En el Facebook tiene una página que se llama “Mi vida en muletas” donde comparte testimonios valiosos que invitan a la reflexión. Pero ¿de qué se trató la foto del recuerdo, una foto muy casual, muy llena de vida, donde se advierte la alegría espontánea del grupo? El maestro Roberto comentó en forma breve que este grupo está conformado por chicos y chicas que trabajan en CONAFE. ¿Qué es CONAFE? Ah, pues las siglas significan Consejo Nacional de Fomento Educativo. Los chavos de la fotografía son maestros, maestros que, muchos de ellos, también estudian, conforman el personal de CONAFE de la región 07. ¿Mirás? Las personas que se incorporan a CONAFE reciben la formación permanente para poder laborar en el sector educativo (en un programa llamado Educación Comunitaria) y tienen un apoyo económico. El maestro Roberto me dijo que dentro de este grupo hay chicos y chicas que se incorporaron teniendo únicamente educación secundaria terminada, otros tienen bachillerato y estudian licenciatura en línea. Trabajan en comunidades, atendiendo a grupos escolares, de lunes a viernes y en fin de semana continúan con sus estudios. Es una experiencia sensacional, ¿no? Una vez estuve en CONAFE Comitán, fui a dar una plática acerca de cultura y me encontré con un grupo lleno de vitalidad, de chicos y chicas comprometidos con su quehacer. Posdata: el maestro Roberto R. Pinto es Auxiliar de Operación de la Región 07, región constituida por Comitán, Tzimol, Villa Las Rosas, Socoltenango y dos comunidades de Carranza. Por eso la fotografía muestra decenas de chavos y chavas alegres, comprometidos con su encargo. Llenaron de vida el parque, fueron como una parvada de cenzontles, una nube de colibríes alebrestados. ¡Tzatz Comitán!