martes, 14 de enero de 2025

CARTA A MARIANA, CON LIBROS DE DOÑA LETY

Querida Mariana: en un papel olvidado hallé una serie de notas acerca de Doña Leticia Román de Becerril. Hacía limpieza y cortaba papeles viejos. Lo hallé y dije que antes de romper el papel y mandarlo al basurero te compartiría esas líneas, líneas que hablan de quien, Edgar Robledo dijo: “Es una magnífica escritora”, mientras Jaime Sabines dijo: “Doña Leticia no es una escritora profesional, ni pretende serlo”. Doña Lety publicó siete libros. Mirá la relación que hallé en el papel: - “Al final del camino”, novela. 1991. Tiraje: 3 mil ejemplares. - “Las anécdotas de papá. Cuentos para leer en familia”, divertimento. 1993. 2 mil ejemplares. - “Comitán. Un lugar para soñar. Calendario gastronómico”, recetario, con chispazos literarios. 1995. No hallé el número de ejemplares publicados. - “Chiapas. Kaleidoscopio histórico”, ensayo. 1995. 2 mil ejemplares. - “Arte y artistas”, 1997. 2 mil ejemplares. - “Historia de la Escuela Secundaria de Comitán”, ensayo. 1999. Plaquet. - “Padre Carlos”, biografía. 1999. Tampoco hallé el tiraje. Como mirás, Doña Lety fue una apasionada investigadora, pero también coqueteó con la creación literaria, porque se atrevió a escribir una novela: “Al final del camino”, cuyo prólogo lo escribió el gran poeta chiapaneco Jaime Sabines. Fue amante del arte, una destacada ejecutante del piano. Por ahí existen casetes y discos compactos que grabó. La última línea que escribí dice: “fui amigo de Beto, el menor de sus hijos. Tuvo tres hijos varones: Enrique, Rafael y Alberto”. Fui compañero de Beto en la escuela primaria Fray Matías de Córdova, frecuentaba su casa, llamaba mi atención que a la hora de la comida escuchaban música clásica y acompañaban la comida con vino. En los años 80, un grupo de amigos publicamos un semanario que se llamó “Ensayos”. Doña Lety fue colaboradora. Te conté, en una ocasión, que fui testigo de su pasión, porque cuando llegaba a su casa por su colaboración la hallaba trabajando en la mesa del comedor, donde había un montón de libros de historia. Para escribir sus libros de ensayos investigó en los archivos de San Cristóbal y de Guatemala. El libro “Las anécdotas de papá. Cuentos para leer en familia” es un homenaje a su papá, porque ella recordaba que él “siempre proporcionó alegría, con su inagotable ingenio, y brindó amable camaradería a todos los que tuvimos la suerte de convivir con él y ser sus amigos”. Para que tengás una mínima idea del contenido, te paso copia de un chistorete que, sin duda, Doña Lety lo escuchó de voz de su papá, Don Alberto Román Aranda: EL TRECEAVO APÓSTOL. Un pintor pueblerino recibió el encargo, del cura del lugar, de pintar un cuadro de la Última Cena. Cuando fue a entregar el susodicho encargo, el cura contó 14 personajes, en vez de los 13 reglamentarios, o sea el señor y sus 12 discípulos. Prontamente le hizo saber su error al pintor, y le exigió que lo enmendara. Como el pintor ya no quería trabajar más, le puso el siguiente letrerito debajo del que sobraba: “Yo no soy apóstol ni soy nada, sólo vine a cenar y me largo a la fregada”. Posdata: ya cumplí. Por algo apunté estas líneas. Doña Lety falleció el 30 de noviembre 2021. ¡Tzatz Comitán!