sábado, 4 de enero de 2025

CARTA A MARIANA, CON UN AÑO LLENO DE ALEGRÍA

Querida Mariana: 2025 será un año grandioso para Comitán. Habrá muchos guateques. La joya de la corona será la celebración del cumpleaños número 100 de nuestra escritora Rosario Castellanos. Pucha, primer centenario de su nacimiento. Recordá que ella nació el 25 de mayo de 1925, en la Ciudad de México, pero pichita la trajeron a Comitán. Según platicó Enoch Cancino Casahonda, el gran poeta autor de “Canto a Chiapas”, la criatura llegó al pueblo a la edad de tres meses, y acá vivió toda su infancia y parte de la adolescencia, si lo mirás bien redondeamos números y decimos que ella vivió en Comitán, de 1925 a 1940; es decir, Comitán fue su casa durante quince años, los primeros años de vida de una persona, los decisivos, los que dejan huellas indelebles, los que marcan. Redondeé la cifra, pero ella vivió acá un poco más. Hemos dicho que, a pesar de nacer en el entonces Distrito Federal, ella siempre se asumió comiteca y la imagen de nuestro pueblo siempre la acompañó. A ver, te paso copia de algo que Rosario le escribió a su gran amigo Raúl Ortiz y Ortiz, en una carta fechada en 1971: “...de regreso de Viena me detuve unos días en Estambul, conocí el Harem de Topkapi y me entró una nostalgia de mi vida pasada. Jamás he visto algo tan semejante a la arquitectura y costumbres de Comitán. Y además la vegetación y la lluvia. Empecé a llamar por mi nana…”. ¿Mirás? Cuando tiene cuarenta y seis años de edad, en Turquía, lugar lejano del pueblo, entra a un edificio y al estar en su patio la imagen de Comitán le cae como un chubasco inesperado. Ante ese alud no hay impermeable que evite terminar mojado. Rosario llevó a nuestro pueblo pegado a su espíritu por siempre. Empapada del recuerdo, parada ante esa plaza, Rosario llama a su nana, como si fuera la niña desamparada en el patio de su casa comiteca. Ah, su nana. Dos esencias nombra: Comitán y su nana. No menciona a su mamá ni a su papá, nombra a la mujer que la cuidó siendo niña, a la mujer indígena que la abrazó con su chal, con aroma de humo de la cocina. Vos has leído al escritor brasileño Rubem Fonseca, uno de los más grandes narradores en lengua portuguesa. ¿Recordás que cuando estuve con Sergio Pitol me dijo que debía leer a Rubem? Me sentí muy bien, porque, en ese tiempo, leía una antología de cuentos de Fonseca. Pues resulta que Rubem escribió un cuento llamado “Amor y otros prolegómenos” donde el niño protagonista habla de Dida, “la criada de la casa que me cuidó desde que nací”; es decir ¡su nana!, y dice que Dida es su segunda madre, que la quiere tanto como quiere a su madre. Rosario ¿quería a su nana como quería a su mamá? Tal vez, digo sólo que tal vez, quería más a la nana que a la mamá, porque basta recordar que cuando alguien profetiza que morirá uno de sus hijos, la mamá, fuera de sí, pide que no sea el varón. Pucha, qué jodido, porque lo que pide es que se muera la niña, que se muera Rosario. Y hablo del gran escritor brasileño Rubem Fonseca, porque, ¿qué creés?, el nació en 1925, lo que significa que en Brasil celebrarán su centenario por todo lo alto, igual que en nuestro país celebraremos a Rosario Castellanos Figueroa en su cumpleaños número cien. ¡Qué derroche de luminosidad! El Congreso de Chiapas, cuyo presidente es nuestro paisano, el diputado Luis Ignacio Avendaño Bermúdez, decretó que este año 2025 sea el Año de Rosario Castellanos Figueroa. En toda la documentación oficial debe aparecer dicha leyenda, para recordarnos que este año es de celebración, de guateque, en honor a la más destacada mujer comiteca de todos los tiempos, porque ninguna otra mujer comiteca ni ningún otro hombre nacido en esta tierra han alcanzado la altura internacional que ella tiene. Así como a Rubem Fonseca no sólo lo celebrarán en Brasil, sino en muchas partes del mundo, a Rosario la festejarán en otros países; sin duda que en Israel, donde fue Embajadora de nuestro país, la recordarán en diversos actos. ¿Y en su pueblo? Sin duda que habrá marimba, confeti y rejas de papel de china en su honor. El señor Fox dijo que habrá festejos importantes, lo mismo platicó Angélica Altuzar Constantino, nuestra paisana, actual directora de Coneculta. Todas las voluntades unidas en torno a la celebración del centenario de Chayito. En Arenilla ya comenzamos, Paty Cajcam, editora ejecutiva, y yo iniciamos el 2 de enero con un programa en vivo en redes sociales. El programa será semanal, durante todo el año, hablaremos de la vida y obra de la cumpleañera. No somos académicos ni expertos, somos dos personas nacidas en Comitán que compartiremos lecturas de su obra, porque somos grandes lectores y pensamos que es la manera de colocar nuestro granito de Arenilla en su honor. ¡Que viva Rosario! ¡Que en su pueblo se abran las ventanas para refrescar las estancias! ¡Que el aire tenga aroma a su palabra, a su verbo! ¡La consintamos! Que ella vuelva a sentir el abrazo de su nana, su amada nana, mujer indígena que guio sus primeros pasos, sus primeros aleteos. La UNAM ya comenzó a honrarla, a festejarla. Rosario estudió en la UNAM y luego trabajó en la Torre de Rectoría (durante el rectorado del doctor Ignacio Chávez) y también dio cátedra en la Facultad de Filosofía y Letras. En el año 2024, la UNAM reeditó el libro “Cartas a Ricardo”, que ya era inconseguible, porque voló la primera edición, hecha por CONACULTA, digo voló porque los lectores y lectoras lo compraron de inmediato. Hoy, tenemos una nueva edición, muy digna. ¿Cómo se adquiere? Bien fácil, entrás en el Internet a la página de las librerías de la UNAM, lo solicitás, pagás y diez o quince días después te llega. Debo decir, eso sí, que sale más caro el envío que el costo del libro, pero vale la pena, más dinero gastamos en boberas improductivas. Sin duda que, como todos los años, en este año se realizará el Festival Internacional Rosario Castellanos. Este año se debe tirar la casa por la ventana, como ha sugerido (en buena hora, Iván Ibáñez, maestro de la comunicación) el festival debe tener como eje principal a la literatura, porque esa fue la esencia de Rosario, así que el comité organizador debe invitar a grandes escritores y excelsas escritoras. El otro día propusimos la presencia de Irene Vallejo, la gran escritora española, autora de uno de los libros más chidos: “El infinito en un junco”; y ya que en el paquete venga otra española maravillosa: Rosa Montero, quien es bien buena onda y gran narradora. ¿Recordás que hemos leído varios de sus libros? Ah, qué buen libro es “La loca de la casa”. En fin, hay mil autoras y mil autores que pueden dar lustre al festejo de los cien años de Rosario Castellanos. ¿Imaginás la cantidad de visitantes que tendríamos en Comitán si se anuncia la presencia de esas dos españolas? Ah, no debemos olvidar a la académica Andrea Reyes, quien se dio a la tarea de rescatar y publicar todos los artículos que Rosario Castellanos publicó en el periódico Excélsior, el más importante de México, en los años sesenta y setenta. ¡Se puede realizar un festejo bien bonito! Un festejo que dure todo el año. No todos los años se cumplen cien. Posdata: y al lado del festejo del cumpleaños cien de Rosario Castellanos, Comitán celebrará los cincuenta años del inicio del Concurso Nacional de Oratoria Belisario Domínguez, que iniciaron tres muchachos en los años setenta, que hoy son destacadas personalidades en el mundo de la cultura y de la política: Juan Carlos Gómez Aranda, Mario Uvence Rojas y Benjamín López; asimismo se festejará el cumpleaños cien de Óscar Bonifaz y los ochenta del más grande basquetbolista que parió esta tierra: El Camello. ¿Qué más? Mucho más, pero por el momento cerramos la serie de festejos diciendo que también será el cumpleaños número cincuenta del Centro Cultural Rosario Castellanos, porque en 1974, al irse las escuelas secundaria y preparatoria a sus nuevos edificios, el maestro Óscar Bonifaz se “apoderó” del edificio y creó lo que fue la primera casa de cultura del estado de Chiapas. ¡Pucha, cuánta historia, cuánta vida! En redes sociales ya muchas personas hablan de Rosario, publican poemas, hacen recordatorios de su vida. En Arenilla nosotros desde el primer día de 2025 comenzamos a celebrarla, a honrarla. ¡Viva Rosario Castellanos! ¡Viva por siempre! ¡Tzatz Comitán!