sábado, 21 de febrero de 2009

GRANOS DE ARENA (8)


Con un abrazo para el Maestro Enrique García Cuéllar,
quien cumple años mañana.




PORQUE HAY ALGUNOS QUE CREEN QUE ES IGUAL LO MISMO QUE LO MESMO
Un chiapanaco es aquél que mira un grupo de escoceses y cree que es un grupo de chuntaes con rumbo a la feria de San Sebastián.

DIÁLOGO CON JAIME SABINES, EN UNA CANTINA DE TUXTLA, DIEZ AÑOS DESPUÉS DE MUERTO
Este año todo Chiapas lo recordará con mucho amor, porque el Congreso determinó que 2009 sea su año. ¿Cómo la ve, don Jaime?
“Soy una cicatriz que ya no existe, / un beso ya lavado por el tiempo”.

Pero a Usted parece que el tiempo le hace lo que a Juárez.
“¡Qué fácil es la ausencia!”

Usted no está ausente, en Chiapas está más presente que nunca. Ahora pintan decenas de muros con sus poemas.
“No soy un poeta: soy un peatón”.

Y sin embargo, sus lectores lo consideran un gran poeta. Su poema “Los amorosos” es como un rezo para los amantes.
“El amor no tiene remedio / y sólo quiere jugar”.

Todo es como un juego, la vida, la muerte, los homenajes. ¿No cree?
“No me digan ustedes en dónde están mis ojos, / pregunten hacia dónde va mi corazón”.


LOS MUROS QUE HABLAN
En Arana todo mundo traza el destino diciendo: “Hijo de muro ¡murito!”, pero el hijo del Muro de Los Lamentos soñó con romper la tradición. Le molestaba ver cómo cientos de hombres se paraban frente a su papá y botaban sus piedras espirituales sobre él. Si tan al menos -pensaba murito- los hombres cargaran nubes en su conciencia. Así, murito decidió ser una ventana. El primer día que se colocó sobre un muro miró que todo mundo no le hacía caso. Parejas de enamorados se recargaron sobre el muro para besarse y cachondearse; cientos de jóvenes, con botes de pintura en spray, hicieron sus grafitis sobre el muro; miriadas de pájaros se estrellaron contra el muro y miles de perros orinaron sobre los adobes.
Los hombres y animales de estos tiempos están acostumbrados a medir sus sueños a través de muros. Murito, decepcionado, bajó del muro y aceptó su destino. Ayer estuvo contento porque un rotulista que no terminó la primaria le pintó un verso de un poema de Sabines: “Que Dios bendiga a Dios”.

HISTORIA DEL HOMBRE INOCENTE QUE CONFUNDÍA LA PALABRA CAMA CON LA PALABRA MESA
Su novia lo invitó a comer y él se subió a la cama; cuando ella lo obligó a ir a la mesa él terminó la relación y dijo que su novia era una casquivana.

COLOFÓN
Los hombres piscis aman a las mujeres sagitario que, en otoño, cuelgan hojas de libros sobre los árboles.