martes, 10 de febrero de 2009

Libro electrónico

El libro ha hablado, desde siempre. Su voz ha sido muda pero ha retumbado en la conciencia del mundo.
Hoy, el libro electrónico ya es una realidad. Es como una pequeña libreta que permitirá "bajar" miles de libros. Un lector podrá elegir un libro y "bajarlo" en cosa de segundos. ¡Toda una biblioteca al alcance de la mano de manera inmediata! ¡Qué maravilla!
Hoy, el libro electrónico, igual que sus primos (los libros en papel), también habla, pero no lo hace de manera muda ¡lo hace a toda voz!
Los sordos podrán escuchar los libros. El libro electrónico no sólo es una biblioteca enorme, también es el "viejo" digital que cuenta historias. ¡Qué maravilla!
Claro que, como todo en la vida, este invento del hombre tiene inconvenientes.
¿La voz que se escucha es la voz de un robot sin sentimiento? ¿Cuando debe emocionarse, el aparato da las inflexiones de voz necesarias? ¿De qué manera da cuenta de los horrores de los campos de concentración? ¿Cómo lee los pasillos oscuros que recorre Pedro Páramo? ¿Cómo vuela sobre los cielos de Alicia en el País de las Maravillas?
El mundo corre el riesgo de convertirse en un escucha. Tal vez mucha gente decida simplemente oír las historias, cancelando así su capacidad lectora.
La noticia mala es que estos aparatos no están a la venta en México. Quien puede conseguirlos debe, necesariamente, hablar inglés.
La noticia buena es que, por fortuna, aún tenemos los libros de papel. Si queremos leer podemos hacerlo con los mismos vientos de todos los siglos; si preferimos oír podemos pedirle a un afecto humano que nos lea la historia. Podemos recostarnos sobre las piernas de nuestro afecto y mientras oímos la historia y cerramos los ojos podemos sentir el calor de sus piernas y la caricia de su mano sobre nuestro cabello. ¡Esta es la noticia buena!