sábado, 21 de febrero de 2009

UNA BURBUJA


Hace muchos años asistí a un taller de apreciación estética. La conductora entró al auditorio y, sin saludar, dijo: "Si cuando ven un cuadro sienten algo como una asfixia ¡están frente a una obra de arte!".
Desde entonces algo como esto determina mi apreciación artística. Cuando veo una película de Kurosawa, por ejemplo, algo de esa burbuja asfixiante aparece. Cuando todo es plano no hallo ninguna emoción. La reflexión aparece cuando un artista me enseña algo que no es obvio.
Mañana domingo es la entrega del Óscar. Desde hace años veo la transmisión. No niego que me gusta observar ese glamour. Cuando algún artista se emociona yo me emociono con él.
Estoy consciente que tal entrega carece de esa asfixia, pero, de vez en vez, es bueno olvidarse de la reflexión. Además, de vez en vez, aparece una película que, lejos del boom mercantilista, roza ciertas orillas de la creación genial. De vez en vez, la Academia otorga el Óscar a un Woody Allen o a un director italiano por la película "Cinema Paradiso".