sábado, 7 de febrero de 2009

Los cielos profanos


NOTA: LA IMAGEN ES DEL "CIELO" QUE CUBRE LA ESCALERA PRINCIPAL DEL PALACIO MUNICIPAL DE PUEBLA.


Los hombres construyen cielos. A veces cincelan su mirada, sus manos, y ponen manos a la obra. Construyen cielos más próximos.
Me fascina la forma en que los hombres construyen cielos. En los bazares improvisan tiendas con cielos de plástico rojo o verde o azul. Bastan cuatro soportes para levantar un cielo. A veces bastan tres puntos de apoyo. Nunca he visto un cielo que se apoye en sólo dos puntos de apoyo, imposible pensar en uno solo. ¿El verdadero cielo, en cuántos puntos se apoya? El verdadero no se apoya en nada. Por esto, cuando era niño intentaba armar un cielo más cercano sin necesidad de pilotes. Me bastaba imaginar que el cielo verdadero era un inmensa sábana y que yo podía jalarla hasta casi tocarla.
Los hombres construyen cielos. A veces son simples plásticos, a veces son cielos de cemento. En ocasiones construyen cielos por donde la luz se cuela. Me gustan los cielos donde la luz juega a enredarse entre cristales de colores.