jueves, 17 de junio de 2010

SIN MODERACIÓN



¿Es signo de subdesarrollo? El equipo de fútbol de Chile gana y en algunas partes del territorio se hace el caos. El festejo rebasa la media y se vuelve exceso.
¿Qué provoca este tipo de comportamiento? ¿Qué flama incendia la mecha de la incivilidad?
Si algún extraterrestre apareciera de pronto no entendería -por más explicaciones que recibiera- acerca de este comportamiento. "¿Todo esto provoca un simple juego de once hombres contra once hombres detrás de un balón?".
Entiendo que la respuesta no podría ser tan simple; es decir, no es el mero juego de fútbol. Detrás del balón existen otras razones y una de éstas es precisamente el subdesarrollo. Las sociedades en vías de desarrollo están acostumbradas a la mediocridad, por esto si, de pronto, hay un atisbo de gloria y de excelencia el ánimo se desborda.
De esta manera, los sociólogos establecen que el fútbol resulta uno de los mejores distractores y vía de escape a la realidad.
Por un momento, nos han explicado, el mundo se olvida de sus carencias y sueña con la posibilidad del triunfo, aún cuando, al día siguiente, se tope con la descarada realidad. Cuando menos, nos dicen, por un momento el hombre tiene la posibilidad de un sueño en su mano.
El comportamiento de muchos chilenos es sintómatico. Lo mismo sucede en nuestro país, una pírrica victoria de la selección mexicana de fútbol lo elevamos a categoría de orgullo nacional. A los poderosos esto le conviene. Bueno, no podemos quejarnos de más. Somos una sociedad subdesarrollada y no salimos de ese hoyo precisamente por esas trampitas llenas de fuegos de artificio. Las trampitas tienen nombre se llaman: Chicharito, Giovanni y demás jugadores que casi casi adquieren la estatura de héroes nacionales. En fin.