martes, 27 de julio de 2010

VOCES (ejercicio de escritura)


"¿Vas a salir?", preguntó Juan a Alberta. Ella miró por la ventana, vio el cielo oscuro y dijo que no, que no saldría, que se quedaría bordando, tenía que terminar el chal que doña Eulogia usaría el domingo al ir a la feria. Tal vez el domingo saldría, siempre y cuando no lloviera. Juan le dijo que Alejandra Guzmán vendría a cantar al teatro del pueblo. No sabía la fecha exacta. "Ojalá sea el domingo", pensó. Alberta creció con las canciones del papá de Alejandra y ahora se le iban las tardes escuchando a su hija. Pensó que si hubiera tenido una hija, ahora estaría de la edad de Alejandra. Oyó el portazo. Se levantó de la silla, miró por la ventana de nuevo. vio que Juan no llevaba el suéter, le gritó, pero Juan ya trepaba al carro de Mario y se perdían en medio de tanto carro. "Ahora hay mucho carro", pensó y regresó a su lugar para seguir bordando. Tomó el control del aparato de sonido y escuchó la voz de Alejandra, pero dos minutos después se fue la luz. Ya iban a dar las siete, así que fue a la cocina por una vela. Abrió la gaveta del trinchador, metió la mano, pero la sacó de inmediato porque una cucaracha se paseó por el dorso de su mano. Sacudió ésta y persiguió a la cucaracha hasta que la aplastó cerca de la pata de la mesa. En la mesa vio el cuchillo al lado de la tabla de cortar. Sonó el teléfono. Antes de ir a contestar metió la mano de nuevo en la gaveta, con cuidado sacó una vela y una caja de cerillos. Levantó el aparato. "Bueno". "¿Vas a salir?", le preguntó su amiga Marina, del otro lado del teléfono. Desde ahí vio a través de la ventana y vio el cielo más oscuro. Dijo que no, que tal vez el domingo. Se escuchó seria. Sin duda que Marina algo intuyó porque dijo "bueno" y colgó de inmediato, como si no fueran las amigas entrañables de siempre. Alberta prendió la vela y la dejó al lado del buró, junto a la silla donde había dejado el bordado. Fue entonces cuando escuchó de nuevo la voz: "¿Vas a salir?". El aguacero comenzó. Se paró para cerrar la ventana. Al pasar por la cocina advirtió que el cuchillo ya no estaba al lado de la tabla de cortar. "¿Vas a salir?", volvió a escuchar.