martes, 24 de julio de 2018

LECTURA DE UNA FOTOGRAFÍA




¿De verdad la laja es el elemento constructivo que da identidad a Comitán? No sé, pero la exageración en su uso, parece querer imponerlo. Los arquitectos y urbanistas tal vez mencionaran que otro es el material propio de la región. La laja fue un elemento que se usó en las banquetas; es decir, siempre estuvo en el suelo. Nosotros, los comitecos, sabemos que nuestros símbolos están por encima del piso. No obstante, el parque central de Comitán está tapizado con laja, como si tal elemento fuera más simbólico que el ladrillo, por ejemplo. Los pisos de los patios centrales de las casas comitecas siempre estuvieron hechos de ladrillo. Como el parque central es el patio de nuestra casa común, una relación simple indicaría que el piso del parque debería estar hecho con ladrillo. ¡Sí, ya sé! Los arquitectos dirán que este material no es propio para espacios donde hay intenso tráfico peatonal, porque el frotamiento constante lo desgasta, pero ¿acaso no hay sustancias que puedan impedir el desgaste? No sé, digo que no sé. Sólo digo que tampoco las lajas que usaron para tapizar el parque son el elemento idóneo, porque ahora (¡Qué pena! ¡Qué vergüenza!) el parque está todo lleno de hoyancos, todo chimuelo, todo jodido. La laja, mal pegada, mal cortada, se ha deteriorado en forma grave. Y a esto debemos agregar que las autoridades municipales no han dado el correcto mantenimiento; al contrario, han permitido que medio mundo deteriore el piso al clavar clavos enormes para colocar sus mega carpas.
El piso es de laja y las bases para esculturas o para placas conmemorativas ¡también están hechas con dicho material! Los historiadores y cronistas nos deberían dar luces en este sentido. Tal vez sea momento de hacer un alto y exigir que, como aquellos magníficos desparangaricutirimicuarizadores, nos desenlajen para que seamos buenos desenlajadores, porque la laja, ¡oh, Dios!, además de las piernas y brazos, nos están quebrando el espíritu tan lleno de luz.
En el parque central, cuando menos, hay dos bases enlajadas que soportan dos placas conmemorativas: la del nombramiento de Pueblo Mágico, y ésta, que está al lado del kiosco y donde, con mucha atención y paciencia, puede “descifrarse” el siguiente texto: “Este kiosco simboliza la grandeza y dignidad de un gobierno promotor de solidaridad y progreso. H. Ayuntamiento 1989 – 1991. Comitán de Domínguez, Chiapas. Noviembre de 1991”.
La placa ya está deteriorada. El paso del tiempo y la baja calidad del material han hecho estragos. La autoridad actual podría (como lo ha hecho) lavarse las manos y seguir ignorando el deterioro. Pero, la lógica dicta que la autoridad está para salvaguardar la identidad y la historia de este pueblo.
Un día, todo Chiapas amaneció enlajado. ¿Por qué? ¿Qué rasgo de identidad contiene tal piedra? Los bulevares de San Cristóbal de Las Casas y de Tuxtla Gutiérrez fueron, de manera inclemente, forrados de laja. La autoridad estatal tuvo la misma intención en Comitán, pero un grupo de valientes comitecos se opuso y no permitió tal afrenta. El bulevar comiteco es uno de los bulevares más hermosos del sureste de México, porque no tiene cemento ni piedra, tiene la gracia divina de la naturaleza, sonríe a través de buganvilias, que son como cientos de mariposas posadas en ramas.
El que nos desenlaje buen desenlajador será y todo el mundo se lo agradecerá. Asimismo, el que le regrese dignidad a esta placa que habla de un gobierno “grande y digno, promotor de solidaridad y progreso” tendrá el reconocimiento, aun cuando la placa debió no ensalzar la grandeza del gobierno sino la grandeza de un pueblo que se llama Comitán. El kiosco comiteco, en realidad, como todos los kioscos del mundo, simboliza la grandeza de las sociedades. Los kioscos son elementos que están en el centro del centro de la casa común; son, entonces, símbolos del corazón del pueblo.
Pero, bueno, la placa aporta una fecha, una fecha que es importante para la identidad de Comitán. La calidad de la placa (chafa) parece que fue augurio del descuido en que ahora se encuentra la plaza central. ¡Qué pena!