viernes, 28 de junio de 2019

CARTA A MARIANA, BOTANDO PIEDRAS




Querida Mariana: Te pido que veás con atención la foto que anexo. ¿Mirás cómo todo mundo está pendiente de lo que hace el doctor Hernán Esquinca, ahí, en el patio central de San José Clínica? Fijate que tuve el privilegio de estar ahí en ese instante; estuve ahí como lo estuvieron amigos del doctor Esquinca, periodistas y el personal que labora en la clínica. Se observa que todos los rostros están concentrados en lo que el doctor Hernán realiza. ¿Mirás cómo todos están absortos, alejados del rebumbio de la calle? El doctor Esquinca hace la prueba de un equipo láser de litotripsia. La doctora Karina Romero me explicó que es un equipo que desintegra piedras que obstruyen vías urinarias o que están alojadas en la vejiga o en los riñones. Este aparato (el ingeniero Ansel Alpizar dijo que es el primero en nuestra ciudad) evita la cirugía tradicional, lo que significa una gran ayuda al paciente. El doctor Saldaña (muy conocido en nuestra ciudad) explicó que cuando se realiza una operación tradicional el tiempo de recuperación se va más allá de los treinta días. Con este equipo láser, el tiempo de recuperación es mínimo.
A pesar de que no todos los asistentes eran profesionales de la medicina tuve la impresión de asistir a una cátedra universitaria, en la que el maestro (en este caso el doctor Esquinca) explica con detalle el proceso, ante un grupo de personas ávidas de conocimiento. Y esto fue así, porque lo que ahí se demostraba era una innovación científica.
¿Sabés que hacía en ese momento el doctor? Aplicaba una fibra a una piedra para que los asistentes presenciaran cómo las piedras eran desintegradas, proceso que se da en el interior del cuerpo del paciente, gracias a la técnica de láser. El ingeniero Alpizar fue muy puntual: es el primer equipo con esta tecnología en nuestra ciudad; equipo que, sin duda, beneficiará a muchos pacientes de la región y de Centroamérica. Comitán es una ciudad de vanguardia, gracias a la visión de médicos comprometidos con nuestra sociedad.
Me sentí orgulloso por presenciar tal acto. Conozco al doctor Hernán y me enorgullezco de su amistad. Durante los años de mutuo conocimiento mi admiración hacia su humanismo ha crecido. El doctor Esquinca dijo la tarde del 27 de junio de 2019 lo siguiente: “Acá está a nuestro servicio la tecnología, pero lo fundamental en la medicina es el trato y la calidez que se da al paciente.” Puntualizó su código de ética al reafirmar que, dentro del pesar que significa una dolencia física, en su clínica siempre procura que el trato humano esté presente para que la experiencia, en lugar de ser traumática, resulte una buena experiencia. Esto, querida Mariana, es lo que siempre he admirado del doctor Esquinca, jamás se olvida que trata con seres humanos que están insertos en una dinámica que nadie desea.
Este equipo es muy costoso (es italiano, de la marca Quanta System), San José Clínica lo consiguió en arrendamiento. No obstante, los costos que cobrarán serán muy por debajo de lo que cuestan en la Ciudad de México, por ejemplo.
La doctora Romero fue muy amable conmigo, dijo que se asombra al ver cómo los pacientes soportan esas piedras que, como explicó el doctor Esquinca, en ocasiones son piedras de gran tamaño. Contó el caso de un guía de turistas de la Selva Lacandona: Juan Chan, que llegó a la clínica con una obstrucción. El doctor mostró la piedra que, a través de una operación, le fue extirpada. Era del tamaño ¡de un puño! Ahora, con este equipo láser la operación será mucho menos agresiva, y, como ya dije, el periodo de recuperación será el mínimo.
Vos y yo, a pesar de no estar metidos en el ajo de la medicina, sabemos que ésta, gracias a la ciencia aplicada, tiene grandes avances. Estos avances, gracias a personas como el doctor Hernán, ahora ya son una realidad en Comitán.
¿Recordás que el otro día te platiqué que me daba gusto que el doctor Hernán había estado en un Congreso realizado en España? Dije que era importante que nuestros médicos actualizaran su conocimiento, con intercambio de ideas con profesionales de todo el mundo. Ahora, pues, con el mismo gusto, echo cuetes por este logro para nuestra ciudad.
Cuando concluyó la muestra y la explicación de los beneficios de este equipo, el doctor Hernán agradeció la colaboración de su personal y presentó a quienes se capacitaron en el manejo del equipo, y, luego, invitó a los asistentes a beber un vinito y comer algo de lo que estaba sobre la mesa: chicharroncitos, tostaditas, una rosca de frijol, tinga, costillitas y panes compuestos. ¡Claro! Era una fiesta y había que celebrar.
Posdata: Estuve contento. La tecnología está al servicio de la comunidad, pero, como expresó el doctor Esquinca, lo fundamental es el trato, la calidez.
Pensé que los sabios nos recomiendan, en el plano espiritual, botar las piedras que vamos cargando y que nos impiden tener una vida armónica. Ayer entendí que, sin duda, los pacientes que tienen piedras físicas también deben botarlas lo más pronto posible. Ahora ya está disponible este equipo láser que ayuda a que la experiencia no sea ingrata. ¡Felicidades, a mi querido amigo Hernán!