martes, 11 de junio de 2019

CARTA A MARIANA, DONDE SE DA CUENTA DE UN PROYECTO EDITORIAL




Querida Mariana: Te cuento que en Comitán apareció un nuevo proyecto editorial. A mí, lo sabés, me da gusto este tipo de acciones. Las publicaciones son como alas de papel para el vuelo de la inteligencia.
“Anecdotario” se llama la publicación y, en la parte inferior de la portada, dice cuál es su objetivo: “Rescate de los episodios de la vida de nuestros pueblos a través de la narrativa de nuestros abuelos.” ¿Mirás? Se trata de preservar episodios de vida mediante la voz de los mayores. ¡Que no se pierda la esencia! ¡Que la vida se recuerde, por siempre!
El directorio es sencillo, como sencilla es la publicación, consigna a Hugo Campos, como Director General, y a Miguel Medellín, como Director Editorial, y ¡punto! ¿Sólo ellos dos? Parece que sí, parece que cuando hay voluntad, talento y cariño bastan dos para lograr un proyecto. La revista está impresa en interiores en blanco y negro, en modesto papel revolución, con redacción limpia.
Imagino, sólo imagino, que los editores se reunieron una tarde y, en medio de la plática, apareció el proyecto de hacer una revista de estas características. Y pusieron manos a la obra y, la tarde del 25 de mayo de 2019, cumpleaños 94 de Rosario Castellanos, repartieron, en el parque central, el primer número de “Anecdotario”, con un tiraje de tres mil ejemplares de distribución gratuita.
Como toda publicación, ésta también consigue el prodigio de ampliar el conocimiento. Las voces de los abuelos entrevistados alcanzan resonancia, una resonancia sorprendente, porque lo que ahí se cuenta da para muchos comentarios.
Miguel Ángel Contreras Santiago contó recuerdos del Comitán de los años sesenta, contó que un día se cayó el techo de la primaria Fray Matías de Córdova, “que estaba en la tercera sur, donde hoy está José de Tuxtla, enfrente”. ¿De verdad se cayó el techo? Uf. Tal vez de algún salón.
Doña María del Carmen Guillén Meza recordó cómo era la vida en Las Margaritas “hace muchos años”. Dijo que los domingos “íbamos a misa, al cine y al parque a dar vueltas, a tomar “chocomil” y comer chalupas de la Chana.”
Roberto Campos Gordillo recordó un suceso ocurrido en Argovia, la Laguna, una comunidad de la Selva, en que se secó la laguna: “Al bajar el nivel de la laguna, la gente corría y en los charcos que quedaban, comenzaban a sacar pescado con sus manos y lo ponían en sus canastas.”
Jorge Antonio Domínguez Gordillo dio su testimonio acerca de la manzana de la discordia, que fue derruida: “Hubo un capricho del gobernador, y más que del gobernador, del papá del gobernador que era un señor de los viejos hacendados de acá de Comitán, que su sueño era ver que el parque se ampliara y que se tirara esa manzana.”
Y, por último, Alejandro Delgadillo Velázquez, compartió la historia de un tronco que un grupo de muchachos quiso utilizar para una fogata, pero que don Memo (dueño del tronco inservible) no se los dio, porque el tronco de ahuehuete era parte de un árbol especial: “Preferiría darles mis sillas para su fogata que este trozo de historia.”
Como ves, querida Mariana, este número contiene cinco historias, cinco testimonios que revelan la riqueza que existe en las mentes y corazones de los abuelos, y que nos hablan de la importancia de rescatar esos tesoros y preservarlos para consolidar la identidad.
Por ley natural, los viejos se irán un día para siempre. Sin estos esfuerzos editoriales el árbol de la historia se queda trunco, sin ramas importantes. Las anécdotas de los abuelos son la savia que nutre a las sociedades.
En la presentación de la revista se advierte la riqueza de este trabajo editorial: “Anecdotario es una revista mensual que, como contenido troncal, se abocará al rescate de la narrativa de nuestros abuelos.”
Hugo y Miguel fortalecen el hilo de la tradición. Su trabajo editorial vuelve a convocar a los lectores a reunirse en torno al árbol donde el abuelo cuenta anécdotas de tiempos ya idos.
Posdata: El título del testimonio de Miguel Ángel Contreras es: “Oí, vos amigo, luego venís para que sigamos platicando.” Dicho título es como la promesa que debemos hacernos todos, editores y lectores: Reunirnos cada mes para escuchar la voz de la experiencia, para conservar esas joyas de vida. ¡Felicidades!