miércoles, 9 de octubre de 2019

CARTA A MARIANA, CON FESTEJO




Querida Mariana: El 9 de octubre de 2012, la ciudad de Comitán recibió el nombramiento de Pueblo Mágico. La secretaria de turismo, a nivel federal, dijo que el nombramiento se debía, sobre todo, a su gente, por preservar los valores de identidad de un pueblo maravilloso.
Muchas personas aseguran que Comitán fue mágico desde siempre. Por supuesto que sí. Las autoridades locales de aquel entonces integraron una carpeta con todos los elementos que justificaban la petición para que el pueblo obtuviera la distinción de Pueblo Mágico. Los funcionarios de la Secretaría de Turismo reconocieron esos valores y otorgaron la distinción (muchas personas intervinieron para tal logro, pero el contador José Antonio Aguilar Meza y el licenciado Segundo Guillén fueron unos de los más entusiastas para lograrlo). Muchos de esos valores de identidad tenían que ver con lo que las personas realizan de forma cotidiana.
La magia de los pueblos tiene íntima relación con lo que los seres realizan. El clima de Comitán es una bendición de la naturaleza, pero su conformación topográfica fue elegida. Los primeros pobladores decidieron que el pueblo estuviera lleno de pendientes, de subidas y bajadas, lo que le da un encanto especial. ¿Qué decir de su gastronomía? La riqueza de la comida tradicional comiteca pervive gracias a que las abuelas han trasmitido las recetas a las hijas y a las nietas y éstas han reconocido que el mejor modo de reconocer a sus ancestros es preservando ese conocimiento proverbial.
La magia de Comitán está en su gente. Los comitecos han tenido la capacidad de conservar mucho de sus tradiciones.
Hemos dicho en varias ocasiones, querida niña, que la mayoría de pobladores en el mundo ama y protege a sus ciudades, pero los comitecos se disputan el primer lugar en querencia. ¡Ah, cómo duele a los comitecos retirarse de su tierra! Quienes, por azares de la vida, deben radicar en otras ciudades de México o del mundo, viven contentos en aquellos lugares, pero hay instantes en que una cuerda ligerísima anuda sus cuellos y les inyecta una especie de nostalgia infinita. ¡Ah, el flato es congénito! Darían su reino por un pueblo llamado Comitán. Quienes realizan viajes esporádicos por situaciones especiales no miran la hora de regresar. Y la magia del pueblo alcanza no sólo a los naturales de esta tierra sino también se apropia de quienes llegan en calidad de visitantes o de moradores eventuales. Todo mundo de acá conoce historias de personas que llegaron a Comitán con el cometido de tardar uno o dos meses antes de volver a su tierra y tardan ¡toda la vida!, y no regresan más a sus lugares de origen, cuando uno pregunta el motivo, la respuesta es unánime: ¡Me enamoré de Comitán! Sí, Comitán es un pueblo que seduce a los espíritus exquisitos. En los años cincuenta, mi papá llegó a Comitán y no dejó de vivir en este pueblo hasta 1990, año de su muerte. Acá está enterrado. Vivió en el pueblo más de cuarenta años, más de la mitad de su vida física. Vivió tranquilo y trató de servir a la comunidad que lo acogió en forma amorosa. Como la historia de mi padre, hay miles de historias.
Comitán celebra siete años de recibir el nombramiento oficial de Pueblo Mágico, pero los comitecos conmemoramos cientos de años de su magia; cientos de años en que comitecos de bien han abonado para que este árbol sea un árbol único en todo el mundo, un árbol lleno de flores y de nidos.
A pesar de la globalización, Comitán (contra la marea) permanece auténtico, muchos comitecos abonan para que conserve su identidad, para que no se convierta en un pueblo más del mundo, para que no sea un pueblo plástico. Muchos jóvenes ya no hablan de vos, pero muchos otros sí lo hacen, estos últimos reconocen que ese voseo es parte de nuestro ser auténtico. Los que no hablan de vos renuncian a una parte importante de su identidad, de su ser.
Posdata: Por esto, da gusto que al maestro marimbista José Manuel Morales Silva le brinden un reconocimiento a su trayectoria artística en esta fecha. En el reconocimiento a su persona se reconoce la entrega amorosa de miles de comitecos que siguen aportando su creatividad y genio para preservar la identidad del pueblo. Lo dijo la secretaria de turismo de México, hace siete años, el distintivo de pueblo mágico fue un reconocimiento a los comitecos de todos los días, a todos los que han hecho de este pueblo un pueblo sensacional. Comitán es un pueblo bendito de origen, por ello es preciso salvaguardarlo por siempre, para siempre.