jueves, 3 de octubre de 2019

CARTA A MARIANA, DESDE UN RINCÓN




Querida Mariana: Todos tenemos un rincón favorito. Cuando fui niño mi rincón favorito era el lugar donde mi abuela bordaba. Mi abuela tenía una alucinante mezcla de aromas. Imaginá el aroma que brota del cuerpo de los viejos, las pomadas para remediar el dolor de rodilla y el olor del cigarro (mi abuela fue una gran fumadora). Me encantaba sentarme en el piso, a su lado y, desde ahí, observar el ir y venir de la sirvienta y de los muchachos que trabajaban en la venta de refrescos (mi papá era el distribuidor de la Coca Cola, en Comitán); me encantaba oler el aroma que brotaba de mi abuela.
Digo que cada ser humano tiene un rincón o varios rincones favoritos. Conforme avanza la edad uno cambia de rincones. Cuando tuve veintitantos años (ya había muerto mi abuela) mi rincón favorito fue el lado izquierdo de una muchacha que no fumaba, que era joven, que no se ponía pomadas para remediar la artritis; ella olía a hierbabuena machada en un molcajete hecho con piedras de sueño.
Acá te envío la fotografía donde aparece un grupo de chicos estudiantes, de la comunidad de Los Riegos, en Comitán. Ellos están arrinconados en un extremo del patio. Muchos otros muchachos también se arrinconaron en otros espacios. Lo hicieron para escuchar la presentación del libro “Perseo TS”, de Luis Antonio Rincón García.
Luis llegó a Comitán por invitación de la dirección de educación del Ayuntamiento Comiteco. Lo hizo como parte del programa de fomento a la lectura que estimula el gobierno de la localidad.
A mí no me extrañaría que algún lector juguetón, a la pregunta de ¿cuál es tu rincón favorito?, dijera: Luis Antonio. No me extrañaría porque el escritor es muy buen narrador. Hace años tuve la oportunidad de leer su libro “Las raíces de la ceiba” y lo disfruté mucho, en esa ocasión dije en público que Luis Antonio era una de las voces más importantes de la literatura chiapaneca. Hace ya varios años de aquella ocasión. En ese lapso, de vez en vez (con grata frecuencia), Luis Antonio ha merecido una serie de premios literarios importantes, premios que son reconocimiento a la calidad de su trabajo.
Y Luis Antonio vino a Comitán y sedujo a los muchachos. Cuando vi que a Luis Antonio lo sentaron en la mesa de honor en una lateral del patio, enorme, y vi a los estudiantes sentados por grupos, en rincones, distantes más de diez, quince metros, de donde estaba el escritor, pensé: ¿cómo le hará Luis para captar la atención de ese público joven, de por sí inquieto por su edad?
Luis Antonio abandonó el rincón que le habían asignado y dijo: “Voy a pararme” y se paró y, así, sin más protocolo, lanzó una invitación: “Quiero invitarlos a leer, quiero invitarlos a escribir, quiero invitarlos a crear.” ¿Mirás, niña, lo que dijo Luis Antonio? En un país de personas que leen poco, que escriben poco y que crean poco, Luis, así, sin mayor preámbulo lanzó esta invitación. Vi a los grupos diseminados y vi que comenzaban a sentirse seducidos por la palabra de Luis, porque, de manera sencilla, les platicó la historia del Pata Coja, personaje que conoció cuando era niño. El Pata Coja siempre andaba rodeado de perros y su horma aterrorizaba a los chicos, pero el Pata Coja preguntaba: “¿Por qué me tienen miedo, si soy un mago?”
El escritor dijo que el Pata Coja fue un estímulo para su acto creativo, dijo que pensó que, igual que el Pata Coja, de grande haría magia, pero él lo haría con las palabras.
Y Rincón cumplió su deseo: es un mago, uno de los mejores magos literarios de Chiapas. No sólo tiene la capacidad de escribir historias, también posee la capacidad de cautivar audiencias con la palabra oral.
Y como Luis inició su charla invitando a leer, a escribir y a crear, al final dio tips para lectores: “Empecé leyendo Kalimán, leí cómics”; dio tips para escritores: “Para hacer magia con las palabras es necesario practicar mucho”; y dio tips para creadores: “Hay que poner el alma en lo que uno hace”.
Posdata: Luis Antonio compartió su experiencia en el acto creativo con chicos de Los Riegos, pero sus conceptos están dedicados a todos los que deseen convertirse en escritores, en buenos escritores.
Yo sigo teniendo rincones favoritos. No me sorprendería que muchos lectores juguetones, a la pregunta de “¿Cuál es tu rincón favorito?”, respondieran: Luis Antonio. No me sorprendería, porque Luis Antonio es buen escritor. Él estuvo en Comitán, pueblo mágico que es el rincón favorito de cientos de miles de comitecos amorosos.