viernes, 18 de octubre de 2019

CARTA A MARIANA, CON UN SEGUNDO ANIVERSARIO




Querida Mariana: ¿Cómo celebran un cumpleaños en tu casa? El otro día me platicaste que, con motivo del cumpleaños de tu papá, echaron la casa por la ventana. Así celebramos los mexicanos los aniversarios, ¡echando la casa por la ventana! A mí me encanta esta expresión: Echar la casa por la ventana, es un contrasentido maravilloso.
ARENILLA-Revista cumple dos años, bebé bonito. Nuestra revista (digo nuestra, porque es de todo Comitán, de toda la región, incluido Huehuetenango, pueblo guatemalteco de excelencia) fue una niña privilegiado al nacer. Nació con los ojos abiertos y no balbuceó como cualquier niño, ¡no! Nuestra revista nació con el don divino de la palabra. Desde chiquitía ha sido habladora, pero el prodigio del habla lo emplea para tender puentes amistosos, para volar papalotes que son como hijos del aire.
Cumplimos dos años y lo celebramos echando la casa por la ventana. ¡Sí! Porque en la portada tenemos una foto de Carlos Gordillo donde vemos parte del equipo de UNIKSA (Unicasa, la casa única). Esta empresa nos permitió que celebráramos nuestro segundo aniversario echando la casa por la ventana, por la ventana donde, durante doce números, hemos mostrado parte de lo mejor de Comitán y de la región. La empresa UNIKSA está dirigida por dos arquitectos de renombre, en Comitán y en Chiapas. ¡Cómo no voy a sentirme chento al decir que los dos son ex alumnos míos! Su generosa amistad, que perdura desde que estuvimos en aula hasta el presente, hizo que nos permitieran ser la portada del número trece, para mostrar el rostro amable de nuestra casa común. Porque, así lo piensa y siente el equipo que elabora ARENILLA-Revista, durante este tiempo de vida hemos formado una casa, con el mismo amor y la misma pasión con que UNIKSA ha logrado formar una gran empresa a lo largo de más de quince años.
¡Estamos de fiesta! En nuestro espíritu hay un manteado que cubre el patio central, tenemos juncia fresca, festones; hay marimba, toca bien galán; tenemos mesas con manteles blancos donde hay harta botana (chicharrón de hebra; frijolitos molidos, con rajas de queso, crema y chilito de Simojovel; chile en vinagre; tortillas con asiento; tostadas de manteca) y un poquitío de trago, del bueno, de la barrica que conserva el tío Chundo, del mero comiteco de doble cordón. ¡Estamos de fiesta! Estamos esponjados como jolotes, tzucum, tzucum, hace nuestro espíritu.
En el número 13, con el que celebramos el segundo aniversario, no sólo mostramos a Unicasa por la ventana, también festejamos los cuarenta y nueve años de SAN MARCOS, empresa que, desde el principio apoyó nuestro proyecto editorial; compartimos el honor que recibió la Universidad Mariano Nicolás Ruiz Suasnávar, al ser designada una de las seis sedes en el país para impartir el Diplomado en Derechos Humanos, para Organizaciones Sociales, Campesinas y Líderes Comunitarios; publicamos la entrevista que Claudia H. de Ponce de León le hizo a Fray Pablo Iribarren, con motivo de la presentación de su libro (estupendo libro) que se titula: “Monumental Convento e Iglesia de Santo Domingo en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas”.
Hay más, querida mía, hay un desplegado publicitario de Comitán, Pueblo Mágico, que tiene como lema: “Comitán, tierra de Rosario Castellanos”, ilustrada con una fotografía de lujo. ¡Ya la verás! De igual manera, celebramos el trigésimo quinto aniversario del Instituto Tecnológico de Comitán.
¿Mirás cuánto festejo en Comitán? ¿Mirás cuánta luz? ¡Ah!, como Sabines dice: ¡Que Dios bendiga a Dios!
Y como marco de la prodigiosa ventana o como cristal transparente, también compartimos un reportaje breve de “El guatemalteco de la arqueología mexicana: Carlos Navarrete Cáceres.” Y tenemos La Tiendita de doña Pifa, y una carta que te mando a vos, “Donde se despeja el misterio de la chica descabezada”, porque Lulú Guillén De León me dio una foto donde aparece ella con un grupo de amigas de la primaria, pero una de las niñas tiene recortada la cabeza, porque… bueno, ya te enterarás cuando leás este número trece, número de suerte, siempre.
Pero eso no es todo, ¡hay más! El eminente intelectual chiapaneco (tuxtleco, para más señas), Roberto Ramos Maza, nos compartió su pasión por coleccionar juguetes infantiles y nos dio a conocer su proyecto de la creación del Museo El Conejo de Juguete. ¿Sabés cuántos juguetes tiene en su colección? ¿Cientos, miles? Ya te enterarás cuando leás el número trece.
Posdata: ¡Y cerramos con postigos de oro! Con un cuentito, para que los papás compartan con sus hijos o que éstos compartan con sus papás y que, como siempre, es por cortesía de la Fundación Alexandra Del Castillo Castellanos, fundación cuyo lema es: “Tu palabra permanece para siempre.”
¡Estamos de fiesta! Hay guateque en nuestro espíritu. Damos gracias a todos nuestros patrocinadores (¿la lista? Ah, ya la verás cuando leás el número de celebración) y, de igual manera, agradecemos a todos nuestros fieles lectores. Trabajamos para ellos, para nuestros patrocinadores dando a conocer las bondades de sus empresas e instituciones, y para nuestros lectores para que tengan un pomito del aire de este pueblo mágico. Siguiendo el ejemplo de nuestros amigos de UNIKSA (unicasa) estamos construyendo un hogar digno, de excelencia.
Vení ya, querida Mariana. Está bien que estudiés ese diplomado en cine, en Guadalajara, pero acá hacés falta. Tu casa, ¡Comitán!, te espera.