sábado, 26 de octubre de 2019

CARTA A MARIANA, CON NOTICIAS AGRADABLES




Querida Mariana: Todos los días ocurren sucesos agradables en nuestro pueblo. Yo he visto (sin duda, vos también) a muchos visitantes de Comitán que alaban las bondades de esta tierra. ¡Claro!, Comitán ha perdido muchas de sus virtudes, pero continúa alimentando esencias divinas. Ayer me topé con un señor en la fila del cajero automático de Banamex, del centro. Fui a sacar un billetito que necesitaba. Eran las tres de la tarde, el sol nos pegaba directo. Nos cubríamos el rostro para que no nos diera tan de lleno. El señor le dijo a un muchacho que conducía una camioneta que “se parqueara”. El muchacho daba vueltas para levantar al señor en cuanto terminara el movimiento bancario. Me comentó: “Han tardado mucho”, se refería a quienes estaban adentro, en el cajero. Luego agregó: “Comitán ha cambiado mucho”, como yo había escuchado que él había pronunciado la palabra “parquear”, en lugar de estacionar, le pregunté si tenía mucho tiempo de no estar en Comitán. “Sí -dijo-, me fui en 1997”. Hice cuentas y le dije que tenía más de doce años fuera. Él insistió: “Me fui en 1997”. Yo volví a hacer cuentas y dije que tenía más de doce años. Él dijo: “Estamos en 2019”. Sí, dije y volví a hacer cuentas. Ahí fue donde me di cuenta que estaba haciendo mal las cuentas. No eran doce, ¡eran veintidós! Con mi cara de Leibnitz orinado dije que estaba reprobado en matemáticas. “Sí -dijo él-, eso le iba a decir”. Agregó que cuando se fue de su Comitán el clima era templado. Sí, Comitán ha cambiado, pero aún conserva muchos rasgos bondadosos. Y como el clima ha cambiado en todos lados, Comitán sigue teniendo uno de los climas más benignos del estado de Chiapas. Si Tuxtla es un infierno, Comitán aún conserva un zaguán donde corre un viento sabroso.
Y por estas bondades, en Comitán, todos los días, suceden actos agradables, que son como caída de flores amarillas sobre el césped.
El jueves llegaron las delegaciones participantes en el Encuentro Nacional Deportivo Indígena 2019, que se celebra en nuestra ciudad. Deportistas indígenas de toda la república participan en la justa nacional. ¡Ah, qué maravilla de intercambios culturales! Comitán fue elegida como sede de este Encuentro Nacional.
Asimismo, Comitán celebra el trigésimo quinto aniversario de la creación del Instituto Tecnológico de Comitán, institución que ha brindado un gran servicio a jóvenes de la región.
Y, de igual manera, el jueves llegó a su término el Diplomado en Derechos Humanos para Organizaciones Sociales, Campesinas y Líderes Comunitarios, que fue convocado por La Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la Escuela Nacional de Trabajo Social, de la UNAM, y la Red Nacional de Instituciones de Educación Superior en Trabajo Social. La Universidad Mariano Nicolás Ruiz Suasnávar, de nuestra ciudad, fue una de las seis sedes elegidas en la república para impartir dicho Diplomado.
¿Mirás cuántas líneas agradables? Y la lista de actos afectuosos es interminable. El viernes estuvo en Comitán el poeta Balam Rodrigo, para compartir su poesía, su enorme acto poético; de igual manera, el jueves se inauguró la espléndida muestra fotográfica “Haciendas de Chiapas”, acervo fotográfico de María Trinidad Pulido Solís y de Jorge Pineda Martínez; y la próxima semana el Centro Cultural Rosario Castellanos celebrará los cuarenta y cuatro años de su fundación con una serie de actos culturales de relevancia. Serán cuatro días de guateque. ¡Ah, qué alegría tan de aire limpio! En fin, le paro, porque no acabo. Esta seguidoña de actos bondadosos en este pueblo bondadoso es muestra de la armonía de nuestro entorno, entorno que debemos proteger, porque es un tesoro invaluable.
En el acto de clausura del Diplomado en Derechos Humanos (que se efectuó en el salón de actos de la Universidad Mariano Nicolás Ruiz Suasnávar) hubo dos oradores: el maestro José Hugo Campos Guillén, rector de la universidad; y la licenciada Guadalupe Gordillo, presidente de Ixuk’e, Asociación para el Desarrollo Integral de las Mujeres, y quien fue una de las treinta y seis personas que asistió al diplomado con duración de 120 horas. Ambos mensajes fueron puntuales y emotivos, se entiende porque se referían a una materia esencial en la convivencia social: los Derechos Humanos. El rector, a la hora de hacer la declaratoria oficial de clausura, invitó a quienes recibieron su diploma a aplicar con responsabilidad y vocación de servicio los conocimientos adquiridos. En nuestro país, muchos derechos son vulnerados, pisoteados, sobre todo, por ignorancia, porque los ofendidos no saben cuáles son sus derechos, derechos garantizados en la Constitución Política de Los Estados Unidos Mexicanos.
Por su parte, la licenciada Guadalupe Gordillo, en nombre de sus compañeros, agradeció a las instituciones convocantes y a la Universidad Mariano Nicolás Ruiz Suasnávar, de manera especial al rector, por la oportunidad de recibir estos conocimientos, de manera gratuita, expresó, con emoción: “Fue un honor convivir con diversidad de profesionistas. Gracias por el respeto vertido a quienes no somos abogados, pero que, desde nuestras trincheras, luchamos por mejorar las condiciones de vida de quienes se nos acercan para ayudarles. Mucho lo hemos realizado en la práctica y nos hacía falta fortalecer nuestros conocimientos a través de la cantidad de sabiduría que fue vertida por tan grandes especialistas que tuvieron a bien disertar en este diplomado. Estoy segura que podemos desarrollar políticas públicas que pueden beneficiar a poblaciones diversas para mejorar su calidad de vida.”
¿Mirás, querida Mariana? En nuestro pueblo, a diario, se realizan acciones a favor de la dignidad, de la vida. Mencionar cada acto es labor titánica. Cada acto generoso apuntala nuestra identidad cultural, fortalece las bondades naturales.
¿Ha cambiado el clima de Comitán? Sí, el calentamiento global (causado por los humanos) es una plaga mundial. ¿Se vulneran con más frecuencia los Derechos Humanos de los comitecos? Sí, nuestra sociedad ha crecido y se ha vuelto más compleja. ¿Se puede hacer algo para revertir tales efectos negativos? Por supuesto que sí. Es difícil, pero no imposible. Si todos sembramos arbolitos y los cuidamos, el clima puede tener un rostro más agradable. ¿Es posible hacer algo por los valores esenciales de la comunidad? Sí, es posible. La licenciada Guadalupe Gordillo terminó su pieza oratoria, con el siguiente mensaje: “Felicidades por este gran inicio, ya que somos tan sólo un grupo de valientes defensores de los Derechos Humanos.”
Bien, ¿a poco no? Un grupo de valientes defensores de los Derechos Humanos. Quienes, todos los días, abonan para este tipo de actos en nuestro pueblo forman parte de ese grupo de valientes defensores de nuestra identidad cultural, de nuestra dignidad. Ellos, desde su trinchera, siembran una semillita pequeña, que bien cuidada, puede alcanzar a ser un gran árbol, que dé sombra, que aporte oxígeno y que alimente el espíritu esencial.
Posdata: La semana pasada, un grupo de comitecos bien intencionados se reunió con la secretaria de turismo, de Chiapas, Katyna De la Vega, para solicitar que en su secretaría se impulse la reactivación de vuelos comerciales desde el aeropuerto El Copalar, asimismo dicho grupo solicitó la culminación de la ampliación de la carretera Comitán-San Cristóbal de Las Casas. El licenciado Segundo Guillén manifestó, en redes sociales, su deseo de que la zona residencial del cerro Nehuestic muestre una imagen armoniosa, a través de la pintura de las fachadas (en San Cristóbal de Las Casas ya lo hicieron en un cerro de la entrada y la imagen urbana mejoró mucho). Yo estoy a favor de tal iniciativa, pero sugeriría que no fuera un tachilgüil hermoso de colores como sucede en Brasil. Nuestra identidad tiene colores menos explosivos. En Grecia existen poblaciones cuyas casas están totalmente pintadas de blanco, este color es parte intrínseca de su carácter. ¿Cuál es el color con más identidad en nuestro pueblo? Tal vez los expertos del INAH pudieran sugerir cuál sería la paleta más adecuada para este proyecto sensacional. ¡No! Reculo, ¡no tal vez!, con seguridad, los expertos del INAH darían elementos para hacer de esa zona una vista armoniosa.
Digo, querida Mariana, lo que dicen los clásicos: ¡Somos más los buenos! En Comitán somos muchos los comitecos que amamos este pueblo. Nos hace falta un ligero empujón para reunirnos en torno a ideas benéficas. Comitán merece un mejor destino. Hay personas que abonan para fortalecer nuestro enormísimo árbol.