miércoles, 9 de septiembre de 2020

CARTA A MARIANA, CON LA HISTORIA FRENTE AL ESPEJO

Querida Mariana: Todos los habitantes de un pueblo tenemos la memoria colectiva. La única manera de armar el rompecabezas de nuestra identidad es con la reunión de todos los retazos históricos. Digo esto, porque hace dos o tres o cuatro días hallé esta fotografía en las redes sociales, la subió el licenciado Juan Roberto Becerril Macal, quien es uno de los cronistas de Comitán. Él ha sido, en algunas administraciones municipales, integrante del Consejo de la Crónica Municipal. Aportaciones suyas aparecen en los libros que coordinó el cronista José Gustavo Trujillo Tovar: “Diez ramas de un árbol” y “De ayer y hoy”, y es uno de los comitecos que destina su tiempo en el acopio de documentos recientes de la historia de Comitán. No sé cuántos papeles tenga reunidos en su casa, pero deben ser muchos. Acá está un ejemplo. ¿Ya miraste el título de este trabajo? “Presentaciones Teatro de la Ciudad – 1988”. ¿Querés saber qué actos y espectáculos hubo en ese año en ese recinto? Bueno, Roberto Becerril (el Güero, Toto) tiene el archivo completo. Y así, tiene muchos más legajos. Estoy casi seguro que Toto posee el archivo más completo de las ferias de agosto, celebradas en Comitán. Con una pasión que rebasa el mero entretenimiento, el licenciado Becerril se ha dado a la tarea de recopilar documentos, programas, carteles, invitaciones y demás chunches, que son testimonio de lo que Comitán vive en estos tiempos. La leyenda urbana dice que Toto tenía la afición documental desde niño. Cuenta la leyenda que él era aficionadísimo a ver por televisión los partidos de fútbol de la primera división. Su equipo era el Cruz Azul. Su pasión lo llevó a llenar cuadernos con las estadísticas de cada partido, consignaba los cambios de jugadores, las alineaciones, los goles, las faltas… todo lo que hacen ahora los comentaristas profesionales, lo hacía y lo conservaba en cuadernos. Cuenta la leyenda que en su cuarto tenía documentada la historia de ese equipo. Pero, la misma leyenda urbana cuenta que un día su papá se enteró del bajo rendimiento escolar de su hijo y lo sancionó. El castigo fue que entregara todos esos cuadernos que le absorbían el seso. Y la misma leyenda cuenta que el papá desapareció esos archivos que ahora serían oro molido para los aficionados de ese equipo. Puede ser un mero rumor infundado, pero lo que rescato es la pasión que Toto le imprime a esa labor incansable. Él conserva testimonios de hechos importantes. Parte de la historia de Comitán está en sus manos. En dos o tres ocasiones saludé a Toto por la calle (antes de la pandemia), y él me comentó que tiene preparados no sé cuántos libros. Me comentó que ya algunas autoridades le habían prometido que los publicarán. ¿Quién le dice a Toto que eso está en la cola de un venado? ¿Quién le dice a Toto que debería, en estos tiempos benditos de Dios, escanear todo ese material y convertirlo en archivos digitales? Su labor es meritoria. Su labor debe reconocerla el pueblo de Comitán, así como Comitán debe reconocer lo que hacen muchos más comitecos para salvaguardar los testimonios de la historia cotidiana, la cultura popular. Daré solo tres ejemplos del valor de compartir la información en chunches virtuales. Francisco Domínguez, en las redes sociales, desde San Luis Potosí, creó la página “Imágenes históricas, leyendas y personajes de Comitán”, que ahora es un excelente reservorio de fotografías antiguas de este pueblo. Octavio Galindo, hijo del barrio de Yalchivol, redacta en redes sociales sus recuerdos infantiles. Con memoria sorprendente nos platica de los campos de fútbol, de las idas al mercado, de los chunches que hallaba en las tienditas donde su mamá lo mandaba a comprar, de las fiestas, de las escuelas, de los juegos. Su ojo atento ayuda a comprender los cambios de nuestra sociedad y apuntala la nostalgia, la memoria y el recuerdo. También en las redes sociales hallamos la página Memorias colectivas de barrios, que administran jóvenes entusiastas y talentosos. Ellos hacen una labor de rescate documental y suben contenidos de la vida cotidiana actual. Posdata: Todos hacemos la crónica. Estos tiempos tienen un registro preciso a través de tantas fotografías que los muchachos y mayores toman. La foto amistosa de un grupo muestra, al fondo, la arquitectura actual. Toto tiene un archivo impresionante del Comitán impresionante de ayer. ¿Alguna institución le publicará esos libros? ¡Uf! Tal vez lo más conveniente sea que digitalice esos archivos y los comparta a través de los medios virtuales. No vaya a pasar lo mismo que sucedió con los cuadernos donde estaba su testimonio de las tardes donde vio los partidos de fútbol en la televisión.