lunes, 31 de julio de 2023
CARTA A MARIANA, CON ARTISTA SUBLIME
Querida Mariana: antier conocí a Leydi, tocaya de la princesa Lady Diana. Claro, nuestra Leydi también es princesa, de Ojo de Agua, municipio de La Independencia.
A Leydi la conocí en la Feria del Barro, que se efectuó en San José Obrero. ¿Ya viste qué tiene en su mano? Una obra de arte, un muñeco maravilloso, que ella hizo con sus manitas. El muñeco está hecho con barro (un barro maravilloso, esto me dijo el gran ceramista Manuelito, de Yalumá). Ella, artista sublime, lo modeló con sus manos y lo pintó con tintes naturales.
Estaba argüendeando todas las maravillas que presentaron las artesanas cuando, en medio de unas ollas y tazas, apareció el muñeco. Fue como si de pronto toda mi infancia brotara. Ya me conocés, no pude evitar emocionarme, comencé a llorar, quienes estaban ahí me vieron como si yo fuera un extraterrestre. ¿Y a este tipo qué le pasa? Pasó que supe, antes de conocerla, que Leydi es una niña hermosa, con un tono de piel hecho de un barro divino.
¿Ya viste la carita del muñeco? Casi casi del tono que tiene el rostro de la niña cuando le da la luz. Lloré, porque supe que ahí está el futuro del mundo. Admiro (sin conocer mucho del tema) el avance de la Inteligencia Artificial, pero reconozco la Inteligencia Natural. Mi amiga Leydi hizo este muñequito con sus manos y con su sensibilidad.
Cuando el muñequito apareció como un gatito en medio de una multitud de tigres, dije que yo quería tenerlo, quería llevarlo a mi casa, no soltarlo jamás, colocarlo en un pequeño nicho, en un lugar que me recuerde a cada instante la carita de la artesana y el filón de oro de la nostalgia. ¡No lo vendan!, pedí, mientras buscaba un pañuelo para secarme las lágrimas. Me emocioné. Lo hice porque supe que ella había destinado tiempo en elaborar la figura.
Cuando Leydi se acercó le pregunté: ¿Cómo se llama el muñeco? Ella formó una mariposa en sus labios y dijo: “Saber”. Sí, qué nombre tan bello, pensé. Claro, por supuesto que sí, el muñequito se llama Saber porque eso es lo que representa, el conocimiento de generaciones anteriores. Los mayores de Leydi también jugaron con el barro. Todos hemos visto las grandiosas manifestaciones artísticas en los museos del país. Ahí están las obras de los grandes ceramistas mayas, choznos de esta niña maravillosa. Leydi sigue con la tradición. Por esto, querida Mariana, ya en otra carta te dije que esta Feria del Barro es la feria más importante de Comitán, por encima de la feria de Santo Domingo y de la de San Caralampio. Esta feria honra a la cultura anterior a la Conquista. Leydi bonita, hermosa, es continuadora de la gran tradición de este pueblo, ella, con sus manitas, preserva nuestra cultura y la convierte en juego más inteligente que un video juego.
Su obra me jaló, ella no lo sabe, pero cuando colocó el muñequito en medio de los demás objetos, lo estaba colocando para mí, para mis ojos, para mi sensibilidad. Ella no lo supo, pero sus manitas crearon este muñeco especialmente para mí. Por esto lloré, porque ella, niña linda, se convirtió en bálsamo para el espíritu de un viejo de sesenta y seis años. Ella tiene once años, recientemente concluyó su educación primaria y ahora se prepara para ingresar a la educación secundaria, con los nuevos libros de texto que, dicen, andan escasos en el conocimiento de la literatura y de la matemática. Dios mío. Por eso hay que impulsar el “saber” de nuestra cultura original. ¿Imaginás si los niños y niñas de la región jugaran con barro y crearan lo que su imaginación les impulsa? Vi en la Feria del Barro a varios niños y niñas pintando con acrílico las figuras de barro, los vi personalizando las obras, haciéndolas únicas.
Ahora, querida mía, tengo en casa al muñequito Saber, repaso mis dedos en su carita y veo que también pinta una sonrisa. ¿Ya viste que en la mano izquierda sostiene un vaso, un vaso grande, porque su mano es grande, casi tan grande como la mano del cuento de Julio Cortázar?
Ahora, perdón, mi niña, no dejo de ver la fotografía donde está Leydi con su obra. Me emociona su carita perfecta, su sonrisa luminosa. No sé qué futuro le depara a ella, pero si la sociedad impulsara las creaciones maravillosas de estas personas podría ayudar a que Leydi se dedicara al arte y fuera una gran triunfadora.
Posdata: nuestra gente, qué pena, ignora la genialidad de estos artesanos, compra productos en serie, que vienen de China, Dios mío, cuando tenemos tan cerca el genio de los artesanos locales. Nuestro mundo no alimenta el talento de lo nuestro. ¡Qué pena!
¡Tzatz Comitán!
domingo, 30 de julio de 2023
CARTA A MARIANA, CON UN FESTEJO DE VIDA
Querida Mariana: esta fotografía es histórica, para el libro de la sociedad y, perdoname, para mi libro de vida.
Se cumplen cuarenta años de la estación radiofónica Exa FM 95.7, que hoy pertenece al enormísimo grupo ABC Radio.
¿Recordás que esta radio fue conocida como la FM de Comitán? En efecto, fue la primera estación radiofónica de Frecuencia Modulada en la ciudad. Si en este 2023 Comitán celebra los cuarenta años de la estación, decimos que el inicio fue en 1983.
¿Dejás que te cuente mi historia personal? Esta fotografía es testimonio de estar con parte del actual equipo en la celebración del cuadragésimo aniversario. También me tocó ser parte de los inicios de la FM. El ingeniero Ismael Delfín Cristiani fue el iniciador de esta empresa radiofónica. Recuerdo como parte del equipo de iniciadores a Juan Manuel González Tovar, Roberto González Alonso, Jorge Saborío, Fredy Pérez y Rafael Gómez Aguilar. No me preguntés la fecha, pero un día llamó mi amigo Juan Manuel (el famoso Puma) y lanzó la invitación a unirme al equipo de la FM en el área noticiosa y acepté. Así, un día entré por la puerta que acá se ve y dediqué mañanas, tardes y noches a realizar guiones para el noticiario, hacer reportajes, entrevistas y cápsulas culturales. Recuerdo con afecto el trabajo que hacíamos con Rafa, quien robaba tiempo a su labor cotidiana para ayudarme a hacer efectos especiales para cápsulas con poesía de Jaime Sabines. Fue una época de gratas experiencias. Me desplacé a Las Margaritas para entrevistar a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, quien llegó como candidato del PRD a la Presidencia de la República. Un día me despedí y continué con mi camino. Años más tarde la FM de Comitán cambió de dueño y ahora son otros los personajes que lanzan sus voces al aire.
Este edificio de dos plantas ha sido la casa de la FM. A diferencia de muchas estaciones de radio en la ciudad que andan de un lado para otro, esta empresa ha enraizado en esta esquina. Por esto digo que la foto es emotiva para mí, porque en este local estuvo, antes de la FM el Restaurante Lucello, que dirigía el respetado Luis Romeo Muñoz, quien anunciaba su empresa gastronómica en el Semanario Ensayos, que yo dirigía, al lado de comitecos relevantes.
Pero mi historia se remonta más allá. En esta casa vivió el doctor Poo, papá de mis amigos Poo Ramírez. El doctor Poo fue director del IMSS en la ciudad. Cuando llegó a este pueblo vivió donde ahora está el Hotel Edelmira, a media cuadra del centro. Yo vivía enfrente, en la casa que ahora es de la familia de don Juanito Torres (que está en venta). La vecindad hizo que los Poo y yo nos hiciéramos amigos. Un día me enteré que ellos se mudaban de casa y se cambiaron a la casa donde nos tomamos esta fotografía que anexo. Pepe y Alfredo seguían llegando a mi casa y yo iba a visitarlos a la casa donde está La KeBuena 92.5. En la planta alta estaban las recámaras de mis amigos y la de su hermana Maluye, quien era una chica muy perseguida en la ciudad, porque es muy bonita. A mí me encantaba verla bailar al ritmo de la música de los Beatles. Ellos tenían un tocadiscos portátil, de color naranja, donde colocaban un disco de 45 revoluciones. En esta casa escuché por primera vez a los enormes escarabajos londinenses.
Una mañana de éstas pasé por el edificio y me enteré que estaban celebrando los cuarenta años de Exa FM 95.7. No podía dejar la ocasión sublime. ¿Puedo tomarme una foto con ustedes? Ellos dijeron que sí y permitieron que me uniera a su festejo. De lejos y de cerca he vivido los cuarenta años de la empresa donde ahora ellos laboran, por esto, les deseo muchas felicidades y con Comitán celebro los cuarenta de la FM de Comitán.
Posdata: un día platiqué con Roxana Castellanos, esposa del buen amigo Luis Romeo. Le dije que lamentaba mucho el fallecimiento de su esposo. Murió joven. Recordamos el restaurante que tuvo en esta casa y Roxana me dijo que Luis Romeo se adelantó a los tiempos, fue un gran visionario. Él fue de los primeros que ofreció pizza y vinos selectos, tenía una cava exquisita, en tiempos donde los comitecos no tenían costumbre de degustar vinos. Sí, él fue un visionario, como visionarios los fundadores de esta estación. En Comitán, la XEUI funcionaba en AM.
¡Tzatz Comitán!
sábado, 29 de julio de 2023
CARTA A MARIANA, CON ESTANTES
Querida Mariana: me encantan los estantes. Puede ser que me equivoque, pero no hay casa en el mundo que no tenga un pequeño estante. Ahora te envío una fotografía donde hay estantes al fondo. Estantes llenos de libros, porque es una foto que tomé en la Biblioteca de la cabecera municipal de La Trinitaria, que dirige Araceli Domínguez, desde 2018.
Si mirás con atención la foto verás que en la cabecera de la larguísima mesa está la talentosa paisana Angélica Altuzar, rodeada de amigos de La Trinitaria.
No me estás preguntando, pero diré que también me gustan las mesas. No hay casa del mundo que no tenga una mesa, pero si me das a elegir entre la mesa y el estante, elijo el último, por su capacidad de ser como un abuelo para los objetos, porque los recibe con los brazos abiertos. Basta poner como ejemplo los libros. Si colocás los libros sobre una mesa, llega el momento que debés comenzar a hacer torres y las torres (que lo digan los amigos de Nueva York) ¡se caen! Se da el caso en que la mamá grita: “levanten ese tiradero de la mesa”. Claro, las mesas no tienen la vocación que sí tienen los estantes. Los estantes (de diversos materiales) sirven para ordenar objetos, por esto, los estantes se encuentran en las cocinas, en los comedores, en las salas, en las recámaras, bueno, con decir que hasta en los sanitarios hay estantes con esto digo todo.
Todo lo que hay en los estantes es necesario para la vida. La abuela no podría estar tranquila sin el estante en la cocina donde guarda las esencias, condimentos y especias. Así como hay personas que van al jardín para sentir el aroma de las hierbas y flores, hay personas que abren la estantería de las cocinas para sentir el aroma del clavo, de la canela, de la hierbabuena, de la menta.
Los amantes de los libros saben que también los estantes de las bibliotecas tienen un aroma especial, que es muy agradable (claro, siempre y cuando los libros no estén húmedos o contaminados, porque si no es un tufo desagradable). El comunicólogo Iván Ibáñez es un gran lector y siempre que compra un libro, le quita el plástico protector y lo lleva a su nariz para llenarse del aroma del libro nuevo.
Pero, dejá que te cuente la historia de esta fotografía que te anexo. Sucede que una tarde de éstas, Paty, editora ejecutiva de la revista Arenilla, y yo fuimos a La Trinitaria, porque ella debía hacer unas entrevistas para una sección especial que se llamará Rutas Luminosas en La Trinitaria, mientras buscábamos la casa de la entrevistada pasamos por la Biblioteca Pública Municipal y vimos que estaba abierta. Llamó nuestra atención que a la hora de la comida estuviera abierta una biblioteca, hay muchas que cierran a esa hora. Entramos y ¡sorpresa!, nos topamos con este equipo haciendo papalotes, unos hacían la estructura con los palitos y otros pegaban el papel de china. ¿Quiénes le pegaban la cola? Y digo sorpresa porque no imaginé hallar a Angélica. Después de saludarnos, alguien de la biblioteca explicó que Angélica es, desde hace pocos días, la directora de Cultura y Educación del Ayuntamiento de La Trinitaria. Pucha, celebramos la noticia, porque el talento de Angélica se une a un grupo de talentosas personas que apoyan el trabajo que el presidente municipal realiza en favor de la comunidad. He dicho en varias ocasiones que actualmente La Trinitaria vive una época de esplendor (lo reafirmé el día que me invitaron a celebrar el cumpleaños 444 años de ese maravilloso pueblo).
Angélica, vos lo sabés, no es una improvisada en el ajo cultural. Estudió literatura, escribe ensayos, cuenta cuentos y ha sido una incansable promotora del arte. Ahora, su experiencia y pasión las pone al servicio de aquella entrañable comunidad.
Una vez platicamos en las oficinas de la Universidad Mariano Nicolás Ruiz Suasnávar, días después me enteré que había sido nombrada como directora del Centro Cultural Rosario Castellanos, del pueblo. Ambas instituciones se unieron e hicieron un homenaje a Óscar Bonifaz con motivo de su cumpleaños 85. Fue todo un señor homenaje. ¿Sabés de cuántos días fue la celebración? ¡Cinco días! Pucha, fue un rosario de actos gloriosos.
Un día, años más tarde, me enteré en un noticiario radiofónico que conducía el talentoso Miguel González Alonso que Angélica había sido nombrada como directora del Consejo Estatal para las Culturas y las Artes de Chiapas. ¡Nadita! Angélica fue directora del organismo gubernamental más importante del estado.
Recuerdo esto sólo para decir que Angélica es una mujer de gran valía. Estoy seguro que si la dejan trabajar y le proveen los recursos, ella hará realidad su ideal de “llevar arte en espacios donde normalmente no se lleva”.
Sabemos que la cultura es el patito feo de muchas administraciones. Si deben hacer un recorte la tijera pasa a cortar el papel de la cultura. Bueno, esto sucede en países tercermundistas, como el nuestro, en países avanzados reconocen que la cultura es uno de los pilares fundamentales para el avance de la sociedad. Una niñez sana es la que crece en ambientes donde dibuja, canta, danza, toca instrumentos musicales, pinta, hace esculturas con plastilina, participa en juegos tradicionales, escribe y lee.
La Trinitaria, todo mundo lo reconoce, es una sociedad de alta cultura. Algo hay en el entorno que, como una afectuosa burbuja, lleva a admirar la vida cotidiana. Desde siempre hacen unas obras artesanales con palma. Así como en Comitán siguen haciendo artesanías con barro y hay artistas que llevan esas obras a una dimensión artística, estoy seguro que en La Trinitaria pronto, además de los objetos utilitarios hechos con palma, realizarán obras que estarán expuestas en las grandes galerías del mundo.
Angélica le dio a Paty algo que es un dato sorprendente. ¿Sabés cuántas bibliotecas públicas hay en el municipio de La Trinitaria? ¿Y si te digo, sólo para completar la información, cuántas bibliotecas públicas hay en el municipio de Comitán? En todo el municipio de Comitán hay cinco, cinco bibliotecas públicas, la hermosa biblioteca Rosario Castellanos que está en la cabecera municipal; la de Abelardo L. Rodríguez; la de Yalumá, Villahermosa (tierra del gran ceramista Manuel de Jesús Aguilar y de su hermano, el músico Xun Gabriel); la de Efraín A. Gutiérrez; y la de Belisario Domínguez. Cinco y pará de contar. En el municipio de La Trinitaria hay once bibliotecas públicas, ¡once! Ahí hay un dato para hacer una lectura interesante.
Me gustan los estantes, siempre que voy a las bibliotecas le doy una vueltita general y disfruto esos chunches que abrazan y cuidan libros. La tarde que estuvimos en la biblioteca de la cabecera municipal de La Trinitaria me acerqué a un estante y tomé un pequeño librito que tiene dos cuentos de la gran escritora Katherine Mansfield. Te lo cuento con la misma facilidad del movimiento del brazo, basta alargarlo para tomar cualquier libro que llama la atención. La Mansfield tiene cuentos maravillosos. Nunca me canso de leer el cuentito “El canario”, que es una verdadera joya literaria. Leí el texto por primera vez en la “Antología del cuento triste”, que es una labor de Bárbara Jacobs y del chaparrito Tito Monterroso. Bárbara y Tito nos dijeron que ellos pensaban que un buen cuento es un cuento triste. Yo digo que un buen cuento es aquel que es como un viaje.
Desde los primeros días de julio, Angélica anda en su oficina de la dirección de Educación y Cultura del Ayuntamiento de La Trinitaria. La encontré muy activa, apasionada y llena de proyectos. Deseo que le vaya bien, para que a ese pueblo que amo tanto también le vaya bien. Que cumpla su ideal de llevar arte a espacios alejados de estas manifestaciones, en cualquier lugar del mundo hay chiquitíos de comunidades modestas que esperan la llegada de un poco de luz para cambiar su destino. Falta el empujoncito, falta que las criaturas se acerquen al arte para que aprendan a mirar y activen su creatividad.
Posdata: en un pequeño espacio de una pequeña comunidad chiapaneca nos topamos con un pequeño grupo de personas que estaban elaborando papalotes para los niños y niñas que participarán en el taller de verano. Recordé la imagen que nos legó Rosario Castellanos, cuando en los llanitos de Nicalococ vio a los niños volando papalotes y su nana le dijo que había descubierto a uno de los protectores de Comitán: el viento.
Que el viento del arte haga volar el papalote en los cielos de La Trinitaria.
¡Tzatz Comitán!
viernes, 28 de julio de 2023
CARTA A MARIANA, CON ESPACIOS ENTRAÑABLES
Querida Mariana: hay espacios entrañables. ¿Ya viste en dónde estoy? Casi estoy seguro que vos nunca has estado ahí. ¿Querés una pista? Mirá las imágenes que están detrás de mí. ¡Son ángeles! No, niña, no, no estoy en el cielo; tampoco soy integrante de un grupo musical, pero estos ángeles no son azules. Claro, con la pista ya podrás deducir que estoy en un lugar religioso. Te comparto la foto, porque sé que muchos amigos de mi generación sí identificarán el espacio. Nací en 1957, varios niños que nacieron en ese año o un poco antes, vivieron este espacio en los años sesenta. ¿Ya diste qué espacio es? En los años sesenta, la mayoría de comitecos era de religión católica, no existían las múltiples religiones que ahora hay en el pueblo. Los mayores habían recibido la religión católica de sus padres y éstos la transmitían a los hijos. No fui la excepción. Mi mamá y mi papá habían heredado la religión católica y a mí me la heredaron, así que uno de los espacios que visité con frecuencia fue el templo mayor de nuestro pueblo, el templo de Santo Domingo de Guzmán. En ese tiempo existía la manzana que hoy se conoce como la manzana de la discordia, que fue derruida para hacer la ampliación del parque, tal como hoy se conoce. Un día, no sé cómo, me convertí en acólito del templo, caminé detrás del sacerdote llevando el incensario, ayudé a efectuar la ceremonia de bautizos, recibí monedas que entregaban los padrinos y, en varias ocasiones, trepé al campanario para avisar que la misa estaba por iniciar. Ya te conté que había algo como un descanso, inmensa recámara, al finalizar la escalinata de piedra en forma de caracol, donde estaba colocada una escalera de madera que conducía al lugar donde se tocaban las campanas, era de vértigo. Yo, siempre tutuldioso, trepaba con temor, le decía a mi amigo que la detuviera bien, porque se movía mucho, él insistía que el temblor de la escalera era propiciado por el intenso temblor de mi cuerpo. En fin, lo que quiero decir es que fui acólito del templo mayor, en los años sesenta. Cuando subía a tocar las campanas no necesitaba un vestuario especial, pero cuando ayudaba en la misa o en bautizos, me vestía como los demás compañeros, que consistía en una sotana roja que poníamos arriba de nuestra vestimenta diaria y que era completada con una capa de tela blanca tejida con bordados.
Todo esto para decirte que los niños acólitos entrábamos a este espacio, porque ahí estaba colgada la vestimenta. Llamaba mi atención ese protocolo. Estudiaba en la primaria Matías de Córdova y cuando había desfile usábamos el traje de gala, un traje que cada uno de los alumnos tenía en su casa. Acá no, el traje de acólito era propiedad del templo y el niño que ejercía el oficio llegaba y lo usaba temporalmente. Hoy, dicho espacio no sirve como clóset y vestuario, hoy casi casi es usado como bodega, pero la luz de los vitrales se cuela y otorga el mismo ambiente de serenidad que tenía en mi infancia.
No todo mundo tiene acceso a este lugar. La mayoría de fieles acude a escuchar la misa o a orar, se hinca en medio de la nave y desde ahí agradece o solicita favores a la divinidad. ¿En dónde se pone la vestimenta el acólito de estos tiempos? No lo sé. Como este sitio está dividido en dos, tal vez en el otro espacio está el lugar donde guardan la vestimenta.
Vi los ángeles y noté que ellos tienen las manos y brazos en posición de sostener algo. Parece que ellos sostenían los pedestales de unas lámparas, ahora están ahí sosteniendo columnas de aire.
Posdata: solicité permiso para entrar, para rescatar algo de mi espíritu de niño, y una persona, muy amable, me permitió que pasara por el presbiterio y entrara a este espacio, donde se aprecia la espalda del altar, del retablo. ¿Ya viste la escalinata de madera? Da acceso al nicho donde se encuentra la imagen de Santo Domingo de Guzmán, quien ahora anda ya entrajinado porque se acerca el día de su cumpleaños.
¡Tzatz Comitán!
jueves, 27 de julio de 2023
CARTA A MARIANA, CON UNA PREGUNTA SIMPLE
Querida Mariana: así dijo Manuelito: ¿por qué no hace usted preguntas simples? Lo dijo en un examen de Español, en la secundaria; se lo dijo al maestro Roberto. Sin duda que el examen tenía preguntas complejas, del tipo ¿qué es el pretérito pluscuamperfecto? ¡La gran flauta!
¿Vos sabés qué es eso de pluscuamperfecto? ¡Yo no! Eso es para expertos en lenguaje, es un conocimiento que sólo sirve para que se adornen, para que te hagan sentir cucaracha en vainas del lenguaje. Sólo como curiosidad busqué en Internet la explicación de este término y hallé que, en vainas sencillas, es “el pasado del pasado; se emplea cuando queremos situar una acción del pasado que ocurrió con anterioridad a otra acción pasada”. No se ve tan complejo: es el pasado del pasado. Busqué un ejemplo y hallé “Cuando llegó al aeropuerto, su avión ya HABÍA partido”. ¡Ay, Señor! Su avión ya había partido, porque llegó tarde; es decir, el viajero era un verdadero pluscuamperfecto irresponsable.
Toda esta vuelta para decir que quiero hacerte una pregunta simple: ¿Con qué están hechos los libros? Con tapas, costuras, pegamentos, hojas, ilustraciones, palabras. ¿Estás de acuerdo? Puede ser que por ahí haya otros elementos, pero en términos generales están hechos de esas sustancias. Si algo falta, el libro no se consigue. ¿Otra pregunta sencilla? Según vos, ¿cuál es uno de los elementos indispensables del libro? Es difícil responder, pero, digo yo, si el libro no tiene palabras no cumple con su misión. Sí, lo sé, hay libros que se llaman álbumes ilustrados, donde las ilustraciones no necesitan palabras, donde el lector tiene que armar la historia; es decir, colocar palabras a los dibujos. Estos libros son geniales, pero a mí me encanta leer cuentos y novelas, para que esto se dé, los autores ponen en palabras las historias que inventan.
Digo pues que soy un amante de las palabras, lo he sido desde siempre, pienso que el mundo se ha construido gracias a la palabra. Ya la Biblia nos dijo que al principio fue el Verbo y desde entonces los seres humanos comenzaron a nombrar los objetos y las acciones para que ellos y éstas existieran. Alguien dijo: esto se llamará venada y a partir de ese instante la venada dejó de ser un animal inexistente y se vio. Alguien dijo: esta niña linda se llamará Mariana y desde ese momento fuiste, para gloria de esta tierra.
Digo esto porque siempre he pensado que ese slogan político que dice: “Hechos, no palabras”, es un absurdo. Da idea del porqué el sistema político de este país anda cojo, desde siempre. ¡No palabras!, dice el político. ¿Cómo? Si la palabra es la que da forma al hecho. Si la palabra está ausente el hecho es inexistente. La venada apareció, pero mientras no tuvo nombre fue algo etéreo, confundido en la niebla. Somos y existimos porque una palabra nos nombra. Cada pueblo del mundo ha sido nombrado, nuestra ciudad se llama Comitán y esto le da personalidad en el mapa universal. Si el país no camina por la senda gloriosa que le estaba destinada es porque “hay hechos sin palabras”, todo está formado con balbuceos, con ideas no expresadas, casi casi sin cimientos.
¿Hechos, no palabras? Es un absurdo. Las novelas y los cuentos narran historias, a través de palabras. Los autores emplean la palabra, argamasa divina, para transmitirnos su pensamiento. ¿Qué pensamiento puede transmitir el político que niega el poder de la palabra y reafirma: Hechos, no palabras? La palabra debe preceder al hecho; la palabra es la columna vertebral de la construcción, la palabra es el cimiento. Cuando la palabra no antecede al hecho, el hecho es endeble, obra negra que jamás alcanzará la luz.
Te hice una pregunta sencilla, casi simple: ¿con qué están hechos los libros? La respuesta menos compleja es la siguiente: están hechos de palabras, las palabras son el medio idóneo para la exposición de ideas. Los abuelos de todos los tiempos han contado las historias del mundo a través de palabras. La historia maravillosa comenzó así: “Y Dios dijo…”, y pronunció palabras, y el universo apareció.
Posdata: el silencio es la pausa gloriosa de la sinfonía de palabras. La venada fue cuando el ser humano la nombró.
¡Tzatz Comitán!
miércoles, 26 de julio de 2023
CARTA A MARIANA, CON MONEDAS DE ORO
Querida Mariana: tal vez has escuchado el dicho: “No soy monedita de oro”, se dice al expresar que no todo mundo cae bien con todo mundo. Si fuéramos moneda de oro, todo mundo nos estaría buscando, siguiendo. Bueno, ese dicho ya se modificó, de acuerdo con la tendencia actual, ahora se dice: “No soy Barbie”, porque, ¡Dios mío!, ahora todo mundo anda trepado en el tren rosa, bueno, con decir que ahora los niños piensan que la Pantera Rosa lo es para estar en la onda Barbie.
Esta avalancha cultural la propicia el estreno de la película Barbie que se exhibe en cientos de salas cinematográficas, acto que está acuerpado con una campaña intensa de comercialización, porque los cineastas no sólo pagan por ver la cinta, sino que también adquieren productos relacionados con el personaje.
Como todos los productos culturales, éste conlleva aspectos positivos y negativos, es motivo de controversia. Recuerdo un día que mi sobrina Pau, hace años, encontró en el árbol de navidad una muñeca Barbie, ella abrió la caja y cuando tuvo en sus manos la muñeca dijo: “Yo no se la pedí a Santa”. Pucha, cualquier niña habría pegado de brincos al tener la codiciada muñeca, pero mi sobrina la recibió diciendo que no había sido su deseo.
Ahora que recordé eso, llegó a mi mente el comentario de Gabriel cuando me vio comprando la revista Playboy con Don Rami Ruiz: “a mí no me gustan esas mujeres, nunca estaré cerca de una de ellas”, y me enseñó la revista que él compraba, una revista mexicana, con muchachas que estaban lejos de esos estándares de belleza norteamericana.
La Barbie nos llegó desde los Estados Unidos de Norteamérica, es una muñeca que representa el ideal de belleza sajona. Ahora entré al Internet para ver la fecha del nacimiento de Barbie. Ella nació dos años después de mi nacimiento: 1959. Desde entonces ha llegado a todo el mundo e ilusionado a niñas de varias generaciones. Digo esto porque las niñas fifís de mi generación ya comenzaron a emocionarse con esa muñeca. Como en Comitán no había televisión no estábamos tan sujetos a esa avalancha de mercadotecnia, pero poco a poco se intensificó el impacto comercial.
Ahora, en 2023 aparece este tsunami que ha arrastrado a todos, porque ya no es sólo un fenómeno que afecta a las niñas y a los niños que les gusta jugar con muñecas, ¡no!, ahora también muchos adultos han trepado a esta nube. Es comprensible. Ya dije que los niños y niñas de mi generación crecieron conociendo la historia de Barbie, ahora, esas niñas ya son abuelas y las hijas y las nietas han recibido también ese influjo. ¿Mirás? Estoy hablando de tres generaciones de mujeres que han sido marcadas con esa marca.
Si antes hubo chicas “totalmente Palacio”, ahora medio mundo es “totalmente Barbie”. El otro día vi una fotografía donde un señor llegó al cine con una falda rosa, en solidaridad con su hija. Esto generó muchos comentarios, a favor y en contra. El machismo sufrió un golpe bajo. Este fenómeno cultural ha eliminado el cliché donde el color azul era para los varoncitos y el color rosa era para las hembritas. Hoy, los varones también se visten de color rosa y visten faldas, como si fueran escoceses. Hay una apertura que rompe tabúes.
Cuando fui niño estaba mal visto que los niños jugaran con muñecas, los roles estaban bien definidos; no obstante, a veces, las niñas nos invitaban a jugar comidita e íbamos a cortar hojas y con una corcholata (de las de antes, no las actuales) cortábamos círculos con bordes simpáticos, esas eran las tortillas, jugábamos a la comidita. Ahora, algunos adultos juegan con sus hijas, juegan a ser Barbies.
Posdata: la Barbie seguirá siendo un modelo que no es autóctono, la Barbie seguirá siendo un arquetipo de la belleza norteamericana, con la cabellera rubia y la piel blanca, muy lejos de nuestra raza, pero es una muñeca que ha roto paradigmas absurdos.
Ah, quién fuera Barbie, para caer bien con todos.
¡Tzatz Comitán!
martes, 25 de julio de 2023
CARTA A MARIANA, CON LA FERIA MÁS GRANDE DEL PUEBLO
Querida Mariana: leíste el título de esta carta y pensaste en la Feria de Agosto. Pues no, perdón, no me refiero a esa feria ni tampoco a la de San Caralampio. La feria más grande del pueblo, desde hace dos años, es ¡la Feria del Barro!, porque es la feria que rescata y promueve nuestra identidad. En esta feria está presente lo más auténtico del espíritu del pueblo comiteco.
Me caigo mal con tanto que lo repito, pero es bueno insistir en que este pueblo lo fundó el mítico
Votán, quien, cuentan los historiadores, era un personajazo, porque andaba funde y funde pueblo, cuando llegó a esta tierra bendita vio que era una buena tierra y fundó el pueblo que llamó Balún Canán. ¡Nadita! Desde entonces, nuestro pueblo está resguardado por nueve guardianes. Los estudiosos no nos han explicado cuáles son esas nueve potestades. Sólo la Chayo, nuestra Rosario Castellanos, nos dejó una pista, en la novela Balún Canán la nana le dijo a la niña que el viento era uno de los nueve guardianes del pueblo. Ah, qué bonito. No vayás a pensar que los protectores son consentidores, no, si no nos portamos bien con la madre tierra, los protectores se encabronan, ya has visto cómo, en ocasiones, el viento se encabrona, se convierte en víbora y la “culebra de viento” hace desmadrito. Cómo no, si tuviéramos las cortinas naturales de los árboles no habría esos tornados. Pero, cuando nos portamos bien con el medio ambiente, el viento nos protege y muestra su mejor rostro.
Como esta tierra era tan bella, llegaron los mexicas, en el siglo XV, y, como buenos conquistadores, cambiaron el nombre maya. Adiós Balún Canán, dijeron, esta tierra se llamará Comitlán. ¿Por qué esta voz náhuatl? Ah, pues muy sencillo, porque cuando llegaron los guerreros mexicas vieron que los habitantes de esta bendita tierra eran unos fregonazos para la manufactura de objetos con barro. Comitlán significa “lugar de alfareros”.
Cuando llegaron los conquistadores españoles castellanizaron el nombre, le botaron la ele y lo dejaron con el nombre que actualmente tiene nuestro pueblo, claro, le agregaron su sello: Santa María de Comitán.
Tengo compas que se enojan por lo de la evangelización. Nada digo. Pienso que nada podemos borrar de nuestro pasado. Somos lo que el destino nos ha marcado: fuimos un pueblo fundado por mayas, luego fuimos un pueblo conquistado por mexicas, hablantes del náhuatl (de ahí viene el nombre que hemos llevado durante muchos siglos) y somos hablantes del castellano y miles seguimos conservando la religión católica que nos legaron los evangelizadores. Un día platicaremos de los orígenes de otras religiones y también de dónde nos llega la simiente de los no creyentes, de los ateos. Somos producto de una mezcla única, un tachilgüil que poco tiene de original.
Lo que sí es original es la tradición de la fabricación de objetos con barro. Esta tradición es una férrea resistencia a cualquier conquista. Llegaron los mayas y desde entonces, hasta hoy, Comitán es tierra de alfareros. Hoy no sólo hay artesanos que fabrican objetos utilitarios, ahora, hay artistas que han llevado el barro a alturas soberbias, el arte está presente y, sin duda, muy pronto estará irrumpiendo en los mercados internacionales. Dije la palabra irrumpiendo, como para decir ¡rompiendo!, casi casi como lo hace ahora la publicidad de la Pepsi que nos alienta con la palabra ¡rómpela!
Nosotros, los comitecos, cuando hay un festejo importante ¡rompemos! la reja de papel de china. Antes que a la Pepsi se le ocurriera, nosotros venimos rompiéndola desde hace muchísimos años.
Los organizadores de la Tercera Feria del Barro nos avisan que se realizará en el Salón de Eventos Bicentenario, de la hermosa comunidad de San José Obrero, los días 29 y 30 de julio.
No seás tutuldiosa, sé una diosa y llevá a tu novio, llevá a tus amigos, a tus familiares. San José Obrero está muy cerca de Comitán. De niño iba con mis papás a dar doctrina. Ahí tuve acercamiento a las primeras manifestaciones artesanales, porque el brasero que colocaban en el templo cuando llegaba el padre Carlos a dar misa era un recipiente hecho de barro, del barro de San José. Pucha, quién iba a decir que el obrero, padre de Jesús, el sencillo carpintero, en este pueblo se volvió un artesano del barro.
Posdata: esta feria es la feria más grande del pueblo, porque celebra nuestra identidad. El espíritu comiteco está hecho, sobre todo, de barro, de barro recocido. ‘Ora, querida mía, estás en chinga, invitá a los tuyos y andá a mirar las bellezas que realizan nuestros artesanos. Recordá que la cita es el sábado 29 y el domingo 30 de julio 2023.
¡Tzatz Comitán!
lunes, 24 de julio de 2023
CARTA A MARIANA, CON UN ACTO QUE HARÁ HISTORIA
Querida Mariana: un acto que hará historia, que ya comienza a pintar el cielo comiteco, con colores llenos de conocimiento y de experiencias y de ventajas para Comitán.
¿Te cuento? Sí, te cuento. En 2024 serán las olimpiadas en París y las elecciones presidenciales en México, ambos actos ya están a la vuelta de la esquina, pero más cercano está noviembre 2023, mes en el que se realizará el Congreso Internacional de Prácticas Escolares desde las Experiencias Formativas, en Comitán. Del 16 al 18 de noviembre, la Universidad Mariano Nicolás Ruiz Suasnávar será sede del Congreso Internacional promovido por la Universidad Nacional Autónoma de México, nuestra gloriosa UNAM, y por la Red Nacional de Instituciones de Educación Superior de Trabajo Social, la RENIESTS.
¿Ya viste la trascendencia del acto? Profesionales del Trabajo Social de muchas universidades del país acudirán a nuestro pueblo para participar en este Congreso. Y como ya dije que es un Congreso Internacional, pues no sólo habrá participantes de nuestro país, ya se inscribieron muchos estudiantes de Guatemala y de San Salvador. Ah, qué rica convivencia, cientos de muchachos y muchachas, profesionales del Trabajo Social, se darán cita en nuestro Comitán.
El Rector de la Universidad Mariano Nicolás Ruiz Suasnávar, mi jefe, el maestro José Hugo Campos Guillén, como sabe que noviembre está a la vuelta de la esquina tiene reuniones vía zoom con las autoridades de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM para afinar detalles de esta extraordinaria reunión. Ya quedaron definidos los espacios donde se realizarán las ponencias, conferencias, conversatorios y exposiciones. Los directivos del Teatro de la Ciudad, del Centro Cultural Rosario Castellanos ya manifestaron su total apoyo para el éxito de este Congreso Internacional; asimismo las autoridades de La Trinitaria, de Comitán y de Tzimol han prometido su apoyo irrestricto; de igual manera las Asociaciones de los hoteles y de los restaurantes de Comitán han acordado brindar descuentos a los participantes del Congreso Internacional. Ah, qué bendición, el pueblo se llenará de luz y esta luz no sólo beneficiará las mentes de los participantes, sino también aportará paguita para la sociedad comiteca.
¿Sabés en dónde se realizará el acto de clausura? En Tzimol, en medio de ese maravilloso entorno, para que los participantes conozcan y disfruten ese cachito de Chiapas que es una joya de la naturaleza. Ahí, en una ceremonia al aire libre se hará entrega del Premio Nacional al Mejor Trabajador Social. Qué bendición. Todo suena a campanas gloriosas, todo sabe al mejor platillo, todo huele al mejor aroma.
La licenciada Lupita Gordillo, con su empresa informativa, será la encargada de difundir a todo el mundo dicho acto, con transmisión en vivo, para que los profesionales de otras ciudades puedan tener un registro inmediato de lo que acá sucederá.
El deseo de los organizadores es que exista la convivencia entre estudiosos del Trabajo Social de diversos lugares, para que haya un intercambio de experiencias profesionales y la vida de cada uno se transforme en positivo. La Universidad Mariano Nicolás Ruiz Suasnávar, como siempre, desea que los participantes, los visitantes, se lleven lo mejor de Comitán.
Los asistentes al Congreso Internacional recibirán al final la constancia con valor curricular. En una entrevista el Rector manifestó que este acto formará “seres humanos íntegros, éticos”, valores fundamentales para los profesionales de la licenciatura en Trabajo Social.
Posdata: a la vuelta de la esquina está la olimpiada de París y a la vuelta de la esquina están las elecciones donde elegiremos al presidente de la república, al gobernador de nuestro estado, a nuestro presidente municipal, a nuestro diputado local y federal. Antes está noviembre 2023, mes en que Comitán recibirá a cientos de profesionales del Trabajo Social de la república mexicana y de Guatemala y de San Salvador.
¡Tzatz Comitán!
domingo, 23 de julio de 2023
CARTA A MARIANA, CON OTRA BUENA NOTICIA
Querida Mariana: el 20 de julio de 2023 hubo siembra en Comitán. Un grupo de comitecos bien intencionados sembró una semilla, en buena tierra, en el centro del pueblo, en la Casa Museo Dr. Belisario Domínguez.
¿Ya viste todo el simbolismo del acto? Realizaron la siembra el día 20 de julio, fecha importante para la identidad de nuestro pueblo. Los historiadores nos platican que ese día, en 1956, la comunidad se unió a la iniciativa del padre Carlos J. Mandujano, para celebrar los cuatrocientos años de la evangelización comiteca. En 2023, a partir de las seis de la tarde, un grupo de personas amantes de la identidad comiteca celebraron la fecha sembrando la semilla que se llama “Conservación del patrimonio cultural de Comitán”, y esa semilla fue sembrada en la Casa Museo para reafirmar la libertad.
La invitación al acto fue general y explicó de manera clara el objetivo: Fundar el Consejo Ciudadano Consultivo que tendrá la siguiente función: “…se dedicará a cuidar que las obras del gobierno respeten los lineamientos establecidos internacionalmente para el cuidado de los bienes históricos de las ciudades…”
¿Mirás la trascendencia del acto? La creación del Consejo Ciudadano Consultivo es uno de los pendientes de nuestra sociedad. Ahora ya dio el primer paso. Sé que la semilla se sembró en un terreno afectuoso, lo que augura que crezca y dé frutos importantes.
El acto fue de gran relevancia, porque pone sobre la mesa un tema que el gobierno en turno olvida o trata de hacer olvidadizo: el funcionario es temporal, el pueblo es permanente.
El comiteco (en general) ha sido testigo de muchos actos donde, por capricho gubernamental, se modifica el entorno urbano, con ello, la identidad y la memoria colectiva sufren una ruptura. No mencionaré la ensarta de modificaciones porque el espacio de esta carta no alcanzaría, niña mía. Por eso digo que todo mundo de acá tiene en su memoria y en su espíritu las diversas transformaciones. Vos sos muy joven, pero antes se decía que cada presidente tiraba lo que estaba en el parque central para construir una obra que le permitiera trascender en el libro de la historia comiteca, olvidando (ay, señor) que el siguiente presidente municipal haría lo mismo, derruyendo su obra para erigir otra y así se la llevaban, así se la llevan.
Este Consejo Ciudadano Consultivo se funda con el objetivo de “cuidar que las obras de gobierno respeten los lineamientos establecidos internacionalmente para el cuidado de los bienes históricos”; es decir, que toda obra signifique un avance y no un retroceso. La función del Consejo, sin duda, abarca también la decisión del bautizo de obras, que este nombramiento sea acorde con la mayoría de la población, que responda a un reconocimiento que tenga la aceptación del pueblo, porque el pueblo es del pueblo. Esto que parece una tautología es la reafirmación del ideal del Consejo; el pueblo de Comitán es del pueblo de Comitán; es decir, nuestra ciudad es de todos sus habitantes de bien y es cuando es importante repetir la esencia: los gobernantes son temporales, el pueblo es para siempre; es más, se debe aplicar el principio constitucional que en esencia dice que el funcionario público es un servidor del pueblo, por lo que la voz del pueblo es la voz de Dios. ¡Basta de ocurrencias! ¡Basta de caprichos personales! ¡Basta de anteponer el interés personal al interés colectivo!
La unidad deportiva (que recientemente recibió una buena manita de gato) se llama Víctor Manuel Aranda León. Ah, qué nombre tan bien puesto, nombre que reconoce a uno de los nuestros, a un comiteco de bien. ¿Cómo se llama la otra unidad deportiva, la que está por la clínica del ISSSTE? ¿De verdad es un nombre que reconoce nuestra identidad, que alimenta nuestra cultura?
Felicito la iniciativa, apoyo este paso. El Consejo debe estar constituido por gente que ama el pueblo, pero, además, debe estar integrado por expertos en materia urbana, en leyes, en arte, en el plano estético, en defensa de lo ambiental.
Posdata: hacía falta esta iniciativa. Felicito a los que acuerpan este proyecto. Adelante. Es por el bien de Comitán, pueblo que es para siempre. Que su movimiento sea tan grande, bien cimentado, legalmente constituido, para que todas las autoridades entiendan que ellos se deben al pueblo y no lo contrario.
¡Tzatz Comitán!
sábado, 22 de julio de 2023
CARTA A MARIANA, CON UN CUMPLEAÑOS
Querida Mariana: cuando hay cumpleaños decimos, medio cantadito: “queremos pastel, pastel, pastel; queremos pastel, pastel, pastel”.
Asimismo, cuando se acerca la fecha del cumpleañero, los amigos insistimos: “¿Qué vas a dar?” y el otro, más listo, responde: “Ah, pucha, ustedes son los que deben dar regalo”.
En fin, todo lo que rodea al cumpleaños de alguien es simple demostración de júbilo, es una manera de decirle al que cumple años que nos satisface la fecha, que brindamos por ello.
¿Y qué dirás? Ni está cercana la fecha de tu cumpleaños ni la mía. ¿Entonces? Ah, bueno, debo decir que el otro día escuchaba una estación radiofónica de la gran cadena Radio Núcleo, escuchaba el noticiario dirigido por Javier Figueroa Niño, periodista tuxtleco, y recordé que la XEUI, la primera estación comercial en Comitán fue inaugurada en 1963. Rápido fui a buscar el libro de Doña Lolita Albores para checar el dato y hallé que ella dice que la XEUI comenzó a funcionar el 12 de octubre de 1963; es decir, los fundadores de esta icónica estación radiofónica eligieron un día señero para comenzar a transmitir. Si el 12 de octubre de 1492 Don Cristóbal Colón se topó con lo que ahora es conocido con el nombre de América, los comitecos celebramos que ese día, pero de 1963, Comitán tuvo su primera estación de radio. Para ese tiempo en varias casas y comercios del pueblo existían ya aparatos para escuchar la radio. Medio mundo escuchaba la XEW, de la Ciudad de México, o los que tenían radios con varias bandas escuchaban estaciones de todo el mundo.
Hace días se inauguró Kentucky Fried Chicken (KFC) y varios amigos subieron fotografías en redes sociales para que viéramos que hubo gran inquietud para ir a argüendear, se vio una gran fila para comprar el pollito frito de esa franquicia; bueno, pues algo similar ocurrió el día que se inauguró la XEUI, porque al conocer la noticia muchas personas fueron a su casa y comenzaron a darle vuelta al dial de los aparatos buscando la estación comiteca. A partir de ese momento la XEUI se convirtió en la estación favorita de los comitecos, no había más pue’.
Siguiendo con Doña Lolita podemos darnos cuenta de lo que significó la llegada de la primera estación radiofónica comiteca. Cuenta Doña Lolita que antes de la XEUI cuando había un fallecimiento, los dolientes enviaban a hacer en las imprentas “esquelas de franja negra con su cruz”, los dolientes iban a casa de los amigos y familiares y entregaban esas cartulinitas donde se imprimía el nombre de la persona fallecida, datos del lugar de velación y fecha y hora del sepelio. Hay algunas imágenes en el Internet de esquelas antiguas donde aparece la siguiente leyenda: “no se reparten esquelas”; es decir, las publicaban en periódicos. Se entiende, si muere algún familiar cercano, los dolientes están con su pena, agregale a ello tener que estar repartiendo papelitos en diversos lugares. Así que cuando llegó la XEUI los comitecos hallaron un medio idóneo para anunciar los decesos. Los expertos de la radio ponían un disco con música fúnebre y luego el locutor anunciaba que en el seno de nuestra santa iglesia había fallecido Doña Fulana de Tal y daba los demás datos. Así pues, los ciudadanos comitecos se acostumbraron a tener prendida la radio para enterarse de quiénes habían fallecido.
El otro día platiqué con el destacado periodista Fredy Martín Pérez y me dijo que la radio no ha perdido su lugar de preeminencia. Digo esto porque hoy existen tantos medios de comunicación instantánea que los chicos podrán pensar que la radio ya pasó de moda, casi casi como el correo, porque ya pocos mandan cartas (soy uno de los que forman parte de la excepción). ¡Falso! La radio está vigente, porque es un medio que tiene unas características especiales. Te conté que cuando me despedí por una buena temporada de Comitán, con el sueño de ir a Cuba y luego a París, puse dos libros de cuentos de Cortázar, la Biblia y un radio, un pequeño radio de varias bandas. Ese radio todavía lo conservo, ahí escuché el noticiario del que te cuento. Lo llevé porque fue mi compañero en todo el viaje, por las noches escuchaba estaciones radiofónicas de todo el mundo. Tengo amigos, en la actualidad, que llevan un pequeño radio cuando bajan del auto, lo meten en un bolso y lo escuchan a través de un audífono. Cualquier chico podría decir que para eso está el celular, porque ahora el celular también es radio, pero ellos llevan el radio pequeño porque su nostalgia así se los demanda.
El doce de octubre de este 2023 será el cumpleaños sesenta de la XEUI, que ahora funciona en un edificio del Pasaje Morales. Ah, todos los que hemos vivido esos sesenta años de la radio comiteca reconocemos algunos lugares donde estuvo, ya los historiadores nos han dicho que la emisora inició cerca del hotel Los Lagos y a partir de ahí en muchos otros lugares. Yo recuerdo que me acerqué al cristal que separaba la cabina de transmisión, como mucha gente también pegué mi cara al cristal para ver cómo el locutor en turno colocaba el disco en la tornamesa y los cartuchos donde estaban grabados los comerciales. Me tocó conocer las instalaciones dos o tres casas antes de donde ahora está Elektra, asimismo, a la vuelta de Semillas San Isidro; también estuvo la radio en los altos de Nevelandia, de la extinta manzana de la discordia. ¿Dónde más? Pues durante un rato estuvo en la casa de mi infancia, la casa que actualmente es de la familia Torres. Una vez me platicó Don Romeo Torres Ventura, genial locutor de la XEUI, que al padre Carlos le gustaba que él diera la introducción del programa semanal que tenía: “La hora de la paz”, pero como en ese tiempo Don Romeo le entraba a los chupitos y la cantina “El Camechín” estaba en la misma cuadra, Don Romeo ponía un disco y echaba una carrerita para tomarse un trago, pero a veces olvidaba que era el día del programa del padre, hasta que veía en la puerta de la cantina al padre, con su abrigo, exigiéndole que regresara a la cabina de transmisión para dar la entrada, con voz ya medio trabada, Don Romeo cumplía con la encomienda. Cuando terminaba el programa del padre, se despedían y Don Romeo echaba otra carrerita para darle el último trago a la bebida que había dejado pendiente. Ah, cuántas historias se han dado en ya casi sesenta años de vida de la XEUI, hoy ya tiene otro nombre, otros son los personajes que dominan el cuadrante, son otras las voces consentidas. Hay que decir que ahora los actuales locutores ya no tienen la relevancia que tuvieron los de aquella primera etapa, porque aquellos locutores se volvieron grandes personajes, muchos jóvenes soñaron con llegar también a trabajar en la radio y que sus voces fueran reconocidas.
Por ahí andan testimonios de Doña Lolita Albores y de Rosario Castellanos acerca de la llegada del primer aparato radiofónico a Comitán. La primera experiencia no fue muy grata, los vecinos se reunieron frente a la casa del feliz y acaudalado propietario del radio para escuchar la magia que salía de esa caja, pero resulta que no escucharon más que “estática”, un ruidero como mugidos de vacas soñolientas. Poco a poco los expertos colocaron antenas especiales y la magia de la radio llegó a Comitán y los radioescuchas oyeron las estaciones del mundo, pero faltaba la estación nuestra. En 1963 el milagro se hizo y ahora, sesenta años después, estamos a la vuelta de la esquina de celebrar el cumpleaños de la XEUI. ¿Qué van a dar? Ah, pucha. Queremos pastel, pastel, pastel, pero la radio bien puede decir: vos sos quien debe darme regalo. Bueno, esta mención pretende ser un reconocimiento, un presente, porque yo también crecí escuchando la radio. En casa teníamos una hermosa radiola donde escuchaba la XEW, pero luego mi mamá compró un radio, de color verde, un pequeño aparato, con carcasa de plástico, y en ese aparato escuché durante horas lo que la XEUI transmitía, por ahí recuerdo una voz icónica, la de Jorge Saborío, me marcó tanto que cuando mi Paty y yo inauguramos en los años ochenta la Galería Bonampak fui a la XEUI a solicitar publicidad, pero insistí que el anuncio fuera grabado con la voz de Saborío, el gran Saborío. Como ya dije, muchas de esas voces de la XEUI se hicieron familiares, fueron tan conocidas como las de casa.
Posdata: la radio XEUI es parte esencial del desarrollo de la sociedad comiteca. Como dijo Doña Lolita, cuando la radio comercial llegó a Comitán se perdió la costumbre de mandar a hacer las esquelas en las imprentas, ya todos los mensajes se transmitieron por radio. Los comitecos prendían la radio y se enteraban de los fallecimientos, se persignaban, buscaban el vestido negro y salían con cara compungida a dar pésames en la dirección que habían escuchado, de paso tocaban en casa de la comadre y preguntaban: ¿Ya sabés que Doña Fulanita murió? La comadre decía que la esperaran tantito, se cambiaba e iba con las demás a dar el pésame.
Hoy nos enteramos de los fallecimientos en las redes sociales, pero todas las agencias funerarias siguen enviando los anuncios en las radios más reconocidas de la ciudad, porque la tradición radiofónica sigue vigente.
¡Tzatz Comitán!
viernes, 21 de julio de 2023
CARTA A MARIANA, CON ADMIRACIÓN SIN REGATEO
Querida Mariana: vos sabés que te quiero mucho, tanto como quiero al maestro Temo. El maestro Temo, igual que vos, ha sido muy generoso conmigo. Por esto, cuando en las redes sociales dijo que iba “por la grande” me dio mucho gusto, como sé que le dio gusto a todos sus amigos, que son multitud de gente buena. ¿Por qué dijo que fue por la grande? Ah, pues has de recordar que fue al Senado, invitado por nuestro paisano, el senador Eduardo Ramírez, para recibir un reconocimiento. Honrar honra. El senador Ramírez ha honrado a muchos chiapanecos de valía. Siempre se lo he reconocido. A mí me da gusto saber que hay personas que no olvidan sus orígenes. El maestro Temo y el senador Ramírez nacieron en Comitán. Hemos platicado de los papás del eterno joven de Comitán, él (cronista comiteco) ha narrado parte de la vida de sus ancestros. De los papás del senador se sabe menos. Es una bendición que su mamá aún vive, su papá ya falleció. Quiero pensar que el senador Ramírez heredó de sus papás esa vocación para el trabajo. Pucha, quienes conocieron a su papá saben que él fue un comerciante que trabajó de día y de noche. Yo recuerdo al propietario de la tienda de telas “El baraterito”; recuerdo cuando pasaba por el parque central, conduciendo su camioneta cerrada, donde siempre iba un chuchito encaramado en la parte superior, como un gran equilibrista. El perrito estaba acostumbrado y viajaba feliz. El papá del actual senador llevaba la mercancía a diversos lugares cercanos a Comitán. Tenía su tienda (en la pendiente que lleva al mercado primero de mayo, a media cuadra del parque central), pero, además, iba a ofrecer la mercancía a otros lugares. Chambeador. La mamá del senador, de igual forma, es una mujer de trabajo. Los papás de mi querido maestro Temo también fueron muy trabajadores. El maestro Temo y el senador Ramírez heredaron el entusiasmo por el trabajo, por el servicio. Es bueno para nuestro pueblo tener a dos paisanos que destacan en sus respectivas pasiones, el maestro Temo en el deporte y el senador en la política, porque nuestro paisano Ramírez ha escalado altos puestos en la política nacional, gracias a esa indeclinable vocación de trabajo y a su férrea voluntad por alcanzar sus metas, que fortalecen el desarrollo de nuestra sociedad.
Has oído esa sentencia que dice: los amigos de mis amigos son mis amigos. Yo la aplico en mi vida diaria, porque habla de afinidades. ¡Los amigos de mis amigos son mis amigos! A mí, igual que vos, me da mucho gusto cuando escucho que un comiteco triunfa. Disfruté el día que mi querido amigo maestro Temo anduvo en la máxima tribuna del Senado y recibió el reconocimiento merecido por su trayectoria deportiva. Claro, este acto no se hubiese dado sin la iniciativa del senador Ramírez, él reconoce a la gente de Chiapas, aprovecha su posición privilegiada para invitar a deportistas, médicos, artistas, artesanos, gente digna de reconocimiento que, como el maestro Temo, “van por la grande”. Esos estímulos son una gran inyección de vida. En una ocasión, el maestro Temo habló de su amigo el senador Ramírez y dijo: “aquí nació, aquí creció…”, yo siempre bromeaba: “acá comió chimbo”, le decía, pero es cierto, el político paisano siempre lleva en su sangre la esencia de nuestro pueblo, eso me da mucho gusto. Cuando viene al pueblo se reúne con sus amigos, con su gente, acude a los barrios que visitó cuando fue presidente municipal, ahí le ofrecen una nieve y él la disfruta; va a correr, trepa en su caballo y sus amigos lo acompañan en una cabalgata. Corre, le encanta correr, lo hace, de vez en vez, en compañía de su amigo deportista por excelencia, mi querido maestro Temo.
Miro las fotos y las disfruto. Ahí van corriendo dos comitecos exitosos, pienso y concluyo: los amigos de mis amigos ¡son mis amigos!
Posdata: a veces me topo con el maestro Temo en la calle, el otro día lo encontré en el mercado primero de mayo, él y yo fuimos a comprar verduras. Ambos pasamos por donde estaba la tienda “El baraterito”, el negocio donde creció el actual senador, el lugar donde sus papás le enseñaron a trabajar. Paso por ahí y veo a su mamá y a su hermano, siguen trabajando con la misma pasión y fe con que lo han hecho durante muchísimos años.
¡Tzatz Comitán!
jueves, 20 de julio de 2023
CARTA A MARIANA, CON NOTICIA SENSACIONAL
Querida Mariana: rápido, hacé favor, andá a avisar que Arenilla Revista está en la Acrópolis. Corré, andá a avisar a la tía Lucha, para que ella dé la noticia con la familia y ésta se encargue de bulbuluquear la noticia más relevante de todos los tiempos. No es poca cosa, querida mía, por primera vez en la historia de los impresos comitecos, una revista “pisa” Grecia. No quiero ser abusivo, ni restarle mérito a los astronautas gringos que pisaron la luna, pero el momento en que nuestra revista estuvo bajo aquellos cielos fue “un pequeño paso para una mujer, pero un gran salto para la cultura de Comitán”.
Andá, corré, metele julepe a la noticia, que todo mundo se entere que nuestra querida Aurorita Avendaño Román llevó nuestra revista en su maleta y al llegar a Grecia la llevó debajo del brazo, ¡qué cariñosa, qué gentil!, y cuando anduvo al lado de la Acrópolis, abrió la revista y pidió a una compañera de viaje que le tomara la foto y, de inmediato, nos la envió al celular del Consejo de Redacción de la revista y la recibimos con gran júbilo.
Ah, cómo disfrutamos ese momento, de inmediato, Paty, editora ejecutiva, la mostró a Roberto y Cielito se acercó y vieron la belleza de fotografía, donde Aurorita tiene en sus manos Arenilla.
Cualquiera podría pensar que nosotros le pedimos este prodigio a Aurorita. Hacé favor, por vidita tuya, llevá Arenilla y te tomás una foto y la mandás. Ya veremos cómo le hacemos para patrocinarte el próximo viaje a Japón, para que desde el monte Fuji nos mandés una foto al lado de un cerezo. Pero ¡no!
Sabíamos del viaje que Aurorita realizaría, pero nunca imaginamos esta generosidad de su parte, porque si lo pensás bien, esto fue planeado quirúrgicamente por ella. Nos quiso dar la sorpresa y vaya que lo logró. Nos emocionamos casi hasta las lágrimas, qué le vamos a hacer, nos emocionan los actos sublimes.
Una vez vi una pareja en París, parece que eran de Colombia. Él y ella tomaban un café en un café al aire libre y escuchaban a un artista que tocaba el acordeón, una niña se acercó y extendió un sombrero, como lo hacen los artistas callejeros para que depositen unas monedas, la chica buscó en su bolso y depositó unas monedas, la niña tomó las monedas y le dio un sobre. La chica (sin duda hablaba francés) le dijo que no, que las monedas eran para ella y para el artista, pero la niña insistió y le pidió que abriera el sobre, la chica colombiana así lo hizo y al abrir el sobre halló un mensaje (en el video se aprecia bien) que decía: “¡Te amo! ¿Te quieres casar conmigo?”. La niña, como una actriz consumada, toma de la mano al chico y lo lleva hasta la silla de la chica, él se hinca y le entrega un anillo. Pucha, me emocioné. Son detalles geniales. La chica se llevó las manos a la boca, se la cubrió, también emocionada, comenzó a llorar, mientras el artista se acercó más para tocarles exclusivamente a la pareja. La chica aceptó y todos los que estaban alrededor aplaudieron. Todo mundo era gente desconocida para la pareja, pero en ese momento una cinta los unió. El mundo está tan lleno de actos sucios que festejamos galán este triunfo de la vida armoniosa.
Sé que celebrarás con nosotros el acto generoso que Aurorita realizó. A mí me emociona mucho imaginar el momento en que lo planeó, cuando metió la revista a su maletía, cuando pasó por las diversas aduanas de los aeropuertos, hasta llegar a Atenas, luego llevarla debajo del brazo y cuando estuvo en la Acrópolis la desplegó para que el momento histórico quedara plasmado en una fotografía que nosotros agradecemos muchísimo. La emoción es como un gajo de luz que entra a la recámara.
Aurorita nos dio una grata sorpresa. Hasta Grecia llegó el número donde cinco hermosísimos chefs comitecos aparecen en portada: Roberto Ruiz Kánter (de Comitán lindo y qué rico); Malicha Torres Valle (de Cafetico); Roberto Bolaños Muñoz (de Cafetería Gely’s); Doña Consuelo Cantoral (de Restaurante Doña Chelo); y Gerardo Alfonzo Villaverde (de El Rey del Cochito). Ah, sin duda que cuando Aurorita abrió la revista, el aire danzó Zorba el griego y un aroma comiteco bailó en ese cielo azulísimo.
Posdata: Aurorita es generosa. Paty, editora ejecutiva, se emocionó hasta las lágrimas cuando la viajera le envió testimonios de su presencia en el Museo de la Inocencia, que creó el gran escritor Orhan Pamuk, en Estambul. Pucha, Aurorita fue como corresponsal de nuestra emoción, como si hubiese sido enviada especial del noticiario de la vida, del día a día. Casi casi la oímos decir: hasta aquí mi reporte, Joaquín.
¡Tzatz Comitán!
miércoles, 19 de julio de 2023
CARTA A MARIANA, CON LA VOZ DE ROSARIO DESDE LA VOZ DE MAR
Querida Mariana: Mar Pérez es mi amiga, ella es escritora, es licenciada en Letras Hispánicas, por la Universidad de Guadalajara. Cuando me enteré del fallecimiento de Milan Kundera recordé a mi amiga, porque ella es fanática de la obra de Kundera, así como de la obra de Rosario Castellanos.
Recordé que Mar participó, hace cosa de días, en la Segunda Feria Virtual del Libro Colombia. ¿Sabés cuál es el tema que trató? Hizo un homenaje a Rosario Castellanos. Qué maravilla saber que una escritora de Jalisco habla de una escritora comiteca; qué agradable saber que una lectora y estudiosa de la obra de Rosario la difunde a nivel internacional; que satisfactorio reconocer que la obra de Rosario sigue propiciando tantos comentarios.
Mar, en forma profesional, habló del nacimiento de Rosario ocurrido en la Ciudad de México y de cómo la famosa escritora siempre se asumió chiapaneca y dijo que Rosario falleció en un accidente doméstico, una descarga eléctrica. Y digo que, en forma profesional y ética, porque acá en el pueblo hubo gente que difundió otras versiones propiciadas por la elucubración perversa: un atentado o un intento de suicidio. Gracias a Mar, porque en un foro internacional no acudió a versiones morbosas para atraer los reflectores. Rosario, lamentablemente, falleció en un accidente doméstico, por una descarga eléctrica.
La conferencia de Mar se centró en la obra creativa de nuestra paisana, donde privilegió el legado social que propicia su literatura, a fin de despertar el interés de los espectadores en toda América y más allá, para acercarse a la obra de Rosario.
¿Cuál es el legado de Rosario Castellanos? Mar dijo que Rosario fue una defensora de los derechos humanos, trató el tema de identidad, el de discriminación, género y opresión. Además, dijo, Rosario es fuente actual de inspiración y de empoderamiento. Rosario visibilizó el papel de las mujeres en la literatura y en la sociedad en general, señaló el abuso del patriarcado y de los caciques poderosos en la segunda mitad del siglo XX, cuyos remanentes brutales aún continúan vigentes en algunas regiones de Chiapas.
¿Mirás cómo Mar desglosó temas que Rosario puso en el centro de la reflexión? Sí, la obra de Rosario sigue vigente, porque sus novelas, cuentos, ensayos y obras de teatro hurgaron en la naturaleza humana, que en estas regiones, se da a flor de piel, en sus formas más descarnadas. Lo que es una rémora brutal en todo el país acá se multiplica. Si hacemos una ligera revisión de lo que Mar habló con respecto a la obra de Rosario vemos el aro de alambre de púas. ¿Cómo anda Chiapas en Derechos Humanos, en temas de discriminación, de género, de opresión, de abusos patriarcales y de cacicazgos? Por eso, Mar, en su participación en la Segunda Feria Virtual del Libro Colombia, mencionó que si alguien de los espectadores se acercaba a la obra de Rosario Castellanos para profundizar en estos agudos temas su labor habría sido cumplida.
Posdata: ¿qué tanto leemos a Rosario Castellanos acá en su tierra? Siempre he sostenido que los mejores lectores de la obra inicial de Rosario somos los comitecos, porque acá tenemos conocimiento del entorno de sus novelas y de sus cuentos. Pero, ¿la leemos a profundidad? ¿Cuántos?
Mar admira la obra de Rosario Castellanos, siempre me lo ha dicho, siempre lo ha demostrado. Ahora llevó esta cinta de admiración hasta Colombia y de ahí a toda América.
¡Tzatz Comitán!
martes, 18 de julio de 2023
CARTA A MARIANA, CON ESPACIOS DISFRUTABLES
Querida Mariana: he disfrutado bibliotecas. Disfruto la biblioteca de Comitán. Con las bibliotecas me sucede lo mismo que con las cantinas. Pucha, qué comparación tan boba.
A ver, cuando estudiaba el bachillerato, a principios de los años setenta, la biblioteca pública estaba en el edificio de la presidencia municipal de Comitán. Era un lugar húmedo, con escasa iluminación natural. No era un lugar agradable. Ya en tiempos de la presidencia de mi admirado Gonzalo Ruiz Albores (en paz descanse) se inauguró la biblioteca con estantería abierta; además del concepto genial para acercarse a los libros el edificio donde inició fue un lugar con buena iluminación (la planta baja y el mezanine donde ahora funciona la oficina de Megacable); luego, la biblioteca fue trasladada a un edificio que ahora está de moda, el anexo de lo que fue el mercado de Jesusito, obra que creó el famoso arquitecto Candela. Ahora ahí está el Mercado de Artesanías. Es un edificio con suficiente iluminación, porque los laterales tienen cristalería. Después de estas mudanzas, el lugar donde ha permanecido más tiempo es el actual: el edificio que ocupó la gloriosa Escuela Federal Belisario Domínguez y que ahora comparte con el Museo Arqueológico de Comitán. Esta biblioteca tiene buena iluminación, pero el mojol de lujo son las mesas que están en uno de los corredores. A mí me encanta estar ahí, entro, busco un libro en la estantería abierta, aviso que estaré afuera, enseño el ejemplar y ahí disfruto la lectura, la disfruto en medio de un ambiente natural, porque el edificio tiene un patio central maravilloso, con un jardín bien cuidado, lleno de sol cuando hay día brillante y con lluvia agradable cuando el cielo se desgaja. En dos ocasiones me ha tocado ver llover y vos sabés que odio mojarme bajo la lluvia, pero amo ver llover sin mojarme. El patio de mi casa actual es muy pequeño, pero crecí en una casa que tenía un patio tan generoso en espacio como el que tiene la biblioteca, así que algo de la cinta infantil me vuelve a rodear. Ah, me siento tan bien. Ese ambiente me permite concentrarme con la lectura, pero, asimismo, me permite hacer pausas para ver, desde lejos, la entrada de alguna muchacha bonita, los pasos de gacela, la sonrisa de pozol encantado.
¿Por qué digo que con las bibliotecas me sucede lo mismo que con las cantinas? Porque en las bibliotecas existen grandes acervos literarios, gozosos alimentos espirituales, pero no me seducen si el edificio no tiene suficiente iluminación; lo mismo pasa con las cantinas comitecas, muchas (por no decir la mayoría) tienen riquísimas botanas y bebidas disfrutables, pero si están en ambientes cerrados, llenos de paredes, con poca iluminación, el gozo de la convivencia mengua. Me encantan las bibliotecas que tienen jardines, disfruto las cantinas al aire libre. Ah, qué sabroso leo una novela o un libro de cuentos cuando el aire corre con la misma libertad que lo hacen los pajaritos y las mariposas; ah, qué sabroso se bebe una cerveza y se come el chicharrón de hebra cuando la cantina está rodeada de árboles y no hay más pared que el muro del aire.
La biblioteca comiteca es un espacio agradable, entro y salgo rapidito, sólo entro para buscar el libro, pero salgo para sentarme en una de las mesas que están en el corredor, busco el asiento más lejano de la puerta, el que me permita apartarme del mundo sin salir de él. Cuando entro siempre admiro el retrato de Rosario Castellanos que pintó el maestro Güero, gran artista. Ambos fueron amigos entrañables, siguen juntos, como cuando jóvenes, cuando platicaban y acudían a tertulias que se llevaban a cabo en casa de otra güera, la Pulido. Pucha, somos un pueblo mestizo, pero en Comitán hemos tenido güeros famosos, admirables: la güera Pulido, el maestro Güero, el güero de la basura, el güero Becerril (cronista).
No me gustan las bibliotecas oscuras, tampoco entro a cantinas cerradas, me encantan los espacios libres. Disfruté la Biblioteca Central de la UNAM, bien iluminada, pero fui totalmente feliz cuando pedía un libro con préstamo a domicilio, cuando lo recibía iba a Las Islas de la propia Ciudad Universitaria, buscaba un árbol para recargarme y leía con emoción, al aire libre, suspendiendo tantito la lectura para ver el desfile de muchachas bonitas que pasaban frente a mí, riéndose, platicando, contoneándose bien coquetas, simpáticas, sensuales, bellísimas.
Posdata: qué bendición para Comitán gozar con una biblioteca bien iluminada, con mesas de lectura en los corredores, cinta que rodea el maravilloso patio central.
¡Tzatz Comitán!
lunes, 17 de julio de 2023
CARTA A MARIANA, CON DISTINCIONES QUE NO DISTINGUEN
Querida Mariana: la noticia fue fastuosa: Chiapas tiene más pueblos mágicos. ¡Genial! Pero, además hay otro reconocimiento: Ocosingo fue reconocido como Barrio Mágico. ¿Qué? ¿Es en serio? Pues parece que sí, revisé la foto donde está el nombramiento y leí: “La Secretaría de Turismo del Gobierno de México (…) otorga el nombramiento como Barrio Mágico a Ocosingo”, firmado por el licenciado Miguel Torruco, secretario de Turismo.
Pues no sé qué tan contentos están mis amigos de Ocosingo con este nombramiento. Ocosingo es barrio mágico. ¿Acaso no hay una contradicción? Perdón, diría un amigo crítico, Ocosingo es un pueblo no es un barrio, porque (lo sabe medio mundo) los pueblos están conformados por barrios, los barrios constituyen los pueblos, acá es como si degradaran a la ciudad, primero fue villa, luego fue pueblo y actualmente es ciudad, pero, a partir de ahora, Ocosingo es barrio mágico. ¿Cómo un oriundo de aquel pueblo podrá más o menos explicar esta aparente incongruencia?
Dios mío, es preocupante. Con estas brillantes ideas, no estamos lejos de enterarnos que tal pueblo fue reconocido como Callejón Mágico. Con este acto el todo se fracciona. ¿Cuál es el concepto de este reconocimiento? No lo entiendo. Busqué información y hallé una nota de El Rotativo en Línea que da a conocer una declaración de la diputada María de los Ángeles Trejo: “A partir de hoy Ocosingo es reconocido en su polígono como Barrio Mágico”. Pucha, necesito ciertos conocimientos de geometría para tratar de acercarme al concepto, y, la mera verdad, nunca fui bueno para el estudio de formas geométricas. Bueno, por fortuna, ahora tengo a Google para preguntar. Querido Google, ¿qué es un polígono urbano? Gracias a Dios hallé una información que se acerca a mi cuestionamiento: “Un polígono es la unidad de un área urbana desarrollada en un terreno que ha sido delimitado…” Ya, bien. Si me apego al nombramiento y a lo que la diputada expresó concluyo que esta unidad abarca toda la ciudad de Ocosingo, que, de acuerdo con información oficial es la octava ciudad del estado de Chiapas, en cuanto a número de habitantes, pero es el municipio más extenso del estado. Hubo notas periodísticas que dijeron: “Dan distintivo al municipio de Ocosingo como Barrio Mágico”; es decir, el municipio más extenso en Chiapas es un Barrio Mágico. Cosas veredes.
Vuelvo a pedir perdón, niña mía, pero no le encuentro pies ni cabeza a este nombramiento, donde una ciudad, un pueblo, se convierte en un barrio.
En la página de la Secretaría de Turismo existe una explicación más clara: “Los Barrios Mágicos se enfocan a una zona urbana específica dentro de una ciudad”. ¡Ya, ya, claro! Uf. Cuando leí lo de Barrio Mágico pensé en Coyoacán, en la Ciudad de México y sí, Coyoacán ya fue nombrado como Barrio Mágico. ¡Vaya! Es decir, si aplico la lógica debo entender que en la ciudad de Ocosingo hay un lugar determinado que, por sus características, fue reconocido como Barrio Mágico, ¿es así? Eso puede ser correcto. Entonces el nombramiento está mal redactado, debería decir lo que anteriormente expresé. El nombramiento dice: “…otorga el nombramiento como Barrio Mágico a Ocosingo”. Y la prensa se encargó de magnificar el error: “dan distintivo al municipio de Ocosingo como Barrio Mágico”. Como que por ahí falló el redactor.
Ahora, que alguien me explique, por favor, cuál es el barrio de Ocosingo que fue reconocido. Dije que pensé en Coyoacán y, en efecto, Coyoacán es Barrio Mágico, de la Ciudad de México. Ah, me gustaría ver la redacción del nombramiento. Si dice que la tal Secretaría de Turismo “otorga el nombramiento como Barrio Mágico a la Ciudad de México” los millones de ciudadanos de la gran ciudad deberían marchar en protesta por toda la Avenida Reforma.
El gobernador de Chiapas, en un Tuitazo, dijo: “…se reconoce el polígono de Ocosingo como Barrio Mágico”. Dios mío, qué tanto abarca ese polígono. Sigo confundido. Bueno, ni Torruco ni Rutilio se preocupan. Me encantaría saber cuál es el polígono en cuestión y qué elementos fueron considerados para el nombramiento.
Posdata: no soy experto en quesos, bueno, ahora ya ni los como, pero disfruté mucho el queso bola de Ocosingo, le encontraba gran semejanza a una variedad de queso holandés. No sé más, pero estoy seguro que el queso bola de Ocosingo es uno de los atributos del nombramiento de Barrio Mágico. ¿Hasta dónde el polígono?
¡Tzatz Comitán!
domingo, 16 de julio de 2023
CARTA A MARIANA, CON ACTO GLORIOSO
Querida Mariana: los pilares sostienen la estructura del gran edificio. Los techos delimitan la altura, los techos (el cielo, pues) se sostiene gracias a los pilares. El rector de la Universidad Mariano Nicolás Ruiz Suasnávar, mi jefe, el maestro José Hugo Campos Guillén, dijo que los maestros Nacho y Hugo han sido pilares para la institución. Cuando concluyó el acto de graduación de los niveles de secundaria, bachillerato y universidad, además de la entrega de títulos electrónicos a alumnos de generaciones anteriores, pedí a Hugo y Nacho posaran para la cámara de mi celular. Ellos, fieles a la vocación, posaron de pie, para confirmar lo que el rector había dicho.
La tarde del 14 de julio 2023, el químico Ignacio Celedonio Constantino Guillén y el doctor Hugo Humberto Morales Zúñiga fueron objeto de un reconocimiento especial. Esa tarde se despidieron del Colegio Mariano N. Ruiz, institución donde laboraron durante muchos años. Hugo cumplió en este 2023 veintiséis años de trabajar en el colegio y Nacho cumplió 37 años. Ahora que lo escribo parece tan sencillo, tan simples números, pero si me detengo tantito y me siento en el andén veo el enorme recorrido de estos trenes que, gracias a Dios, siguen llenos de vida.
Sé que ambos maestros dejaron huellas positivas en sus alumnos, la mayoría así lo reconoce. Si por ahí asoma algún alumno que no reconoce la labor comprometida de ambos catedráticos es porque la exigencia, a veces, no se entiende como un valor. En estos tiempos existen alumnos que desean llegar a las estaciones sin esfuerzo alguno. ¡No! La labor de un maestro se acerca mucho a aquel precepto pedagógico que recomienda no dar el pescado sino enseñar a pescar. Hugo y Nacho fueron mis compañeros de trabajo durante muchos años, porque yo, igual que ellos, llevo bastante tiempo laborando en nuestro colegio Mariano. Fui testigo de cómo ellos tuvieron una entrega responsable. No me corresponde a mí calificarlos, faltaba más, ellos son los maestros, los que califican el grado de aprendizaje de sus alumnos. Fui testigo de su entrega total a la profesión. En muchas ocasiones condujeron a sus alumnos por senderos llenos de piedras y esto lastimó los piecitos de algunos alumnos que se resistían a comprender la parábola: en la vida hay que caminar por sendas difíciles, quitar las piedras para que quienes vienen atrás tengan una marcha menos difícil. El camino de la vida es infinito, siempre hay piedras adelante.
Escuché que muchos compañeros maestros y alumnos les dijeron a Hugo y Nacho, que esto no era un adiós sino un hasta luego. Siempre he creído que el hasta luego no garantiza el retorno ni el adiós impide el regreso. Cada día nos decimos adiós, con la esperanza de vernos al día siguiente. Hugo y Nacho no regresarán el siguiente ciclo escolar a impartir cátedra, ya no dirán adiós a los amigos en el patio central del colegio, ni siquiera dirán hasta luego, pero en cualquier momento regresarán al colegio, volverán a su casa, para visitar a los que siguen en la brega (brega, dije).
También escuché que todos dijeron que los extrañaremos, por supuesto que sí. Mientras nosotros seguimos laborando ellos caminarán por sendas diferentes, arribarán a andenes diversos, ellos son trenes incansables, siempre están regando pétalos en los caminos, siempre sacando las manos en las ventanillas para decir adiós, para decir hasta luego.
Hugo laboró en el colegio durante 26 años, cuánta vida, cuánta siembra, cuánta cosecha; Nacho laboró en el colegio durante 37 años, cuánta vida, cuánta siembra, cuánta cosecha. Sí, por supuesto, es un sentimiento humano natural, los extrañaremos. Hugo ya no dirá “Moli”, Nacho ya no me dirá “Cáscara” o me albureará con el Benito de mi segundo nombre. Pero nos toparemos en la calle y con Hugo platicaremos acerca del barrio donde creció, El Cedro, o me contará de su experiencia al entrar al Museo de Van Gogh; y con Nacho recordaremos un mediodía que fuimos al Río Grande a tomar una cerveza con Manolo, Jorge y Hugo y comimos tostada cruda y dedeamos los aguacates, porque, a falta de cubiertos, me enseñaron que el aguacate se parte a la mitad y se come “de uñita”.
Posdata: la tarde del 14 de julio 2023 estos trenes hicieron una ligera pausa para despedirse y continuar sembrando sueños en los terrenos de la vida. Esa tarde medio mundo sacó el pañuelo para secarse las lágrimas. ¿Yo? Ah, pues, la pregunta ofende, después de la maestra Yanet Mandujano soy el más llorón de la institución. Todo me emociona. Cómo no. Hablamos de vidas compartidas, de instantes donde la misma luz nos alumbró, donde la misma grieta se abrió. Un abrazo para ambos, con cariño inmodificable. Que el viaje siga pleno, que sea más intenso que el Tren Bala, de Japón, o el Tren Maya, de México. Que sigan siendo pilares de los más altos cielos.
¡Tzatz Comitán!
sábado, 15 de julio de 2023
CARTA A MARIANA, CON ANÓNIMOS
Querida Mariana: nos gusta el chisme. ¿De dónde nos viene la herencia? No lo sé. No he leído algún estudio sociológico que dé cuenta de ello. Es decir, ¿nos viene el legado de nuestros antecesores indígenas (mayas) o ya es un embutido que nos regalaron los conquistadores? De por ahí nos deben venir los genes del chisme. ¡Nos gusta el chisme, es la mera verdad!
Ya te conté que Alfonso decía que Chiapas no ocultaba su gracia, hasta en las placas de autos tenía la siguiente leyenda: “Chis Mex”. ¡Ahí estaba ya bien explicado!
Los tiempos han cambiado. Con el advenimiento de los avances tecnológicos, la forma de chismear ha cambiado. Pero, ¿qué es el chisme? Para comenzar debemos decir que el chisme es más antiguo que el oficio más antiguo del mundo, con eso digo todo. El chisme viene de tiempos lejanos, lejanísimos.
A ver, entremos al diccionario y busquemos la definición de chisme, para no errar y andar metido en chismes bobos. El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (pucha, Real, ¡nadita!) dice que nuestra palabrita castellana viene del latín “schisma” y esta palabra viene del griego “schísma” que significa “escisión, separación”. Ah, bueno, ya tenemos una pista, pero leamos la definición que da esta institución añeja: “noticia verdadera o falsa, o comentario con que generalmente se pretende indisponer a unas personas con otras o se murmura de alguna”. ¡Somos chismosos! ¡Todo mundo es chismoso! Sin ser López Dóriga nos encanta dar noticias. Cuando nos topamos con algún amigo decimos: “¿Ya supiste que a fulanita tal cosa?” A veces paso por el restaurante "La esquina de Belisario” como a las once o doce de la mañana y encuentro, como todo mundo, una mesa muy agradable conformada por unos ochos o diez amigos (casi siempre todos son varones y son los mismos), ellos se reúnen para platicar, es parte de su rutina de vida. ¿Es un grupo de chismosos? ¡Por supuesto que sí! Todos son mis conocidos, pero uno de ellos es mi amigo de toda la vida, cuando paso por ahí siempre bromeo con él: “Javier, ahí te dejo mi honra para que la deshagás” y él, más bromista, me dice: “Si ya no te queda honra”. Adiós, compadrito, le digo y lo dejo en la mesa al lado de sus amigos. Pero no sólo ellos, también veo ya en el parque una banca donde se reúnen dos o tres amigos, ya de edad, y se reúnen para platicar, para chismear, pues. ¿Qué hacemos cuando vamos a un desayuno, a una cena, a un festejo importante? ¡Chismear!
A ver, a ver, entonces ¿todo mundo es chismoso? Pues si nos atenemos a la definición del diccionario vemos que sí. Todo mundo, a la hora de platicar da noticias, bien de su vida o de vidas ajenas. Parece que el propio diccionario nos dice que hay niveles, la primera diferencia que hace es que compartimos noticias verdaderas o falsas. Ah, eso es un gran abismo, porque yo puedo darte una noticia falsa sin saber bien a bien que es falsa, cuando te la doy sabiendo que sí es falsa ya estoy incurriendo en un desacierto.
Cuando llego a casa, después de la chamba, mi mamá me espera con la comidita bien caliente y mientras me sirvo, ella me cuenta algunas noticias que escuchó en el noticiario de la televisión. La mayoría de noticias son dramáticas, que si se cayó un autobús con pasajeros, que si hubo un incendio en tal ciudad, en fin, pocas cosas agradables. Mi mamá tiene noventa y tres años de edad, gracias a Dios se mantiene muy bien, física y mentalmente, pero, en ocasiones, no me da completa la noticia, a veces olvida el nombre de la ciudad donde ocurrió el incidente. Es una noticia a medias, si fuera reportera del Diario de Comitán ya la hubieran despedido. A mí me encantan sus noticias, porque juego con ella, le digo: “Ah, mi mamá nunca me falla”, porque una de sus características frases es: “Yo pensé que…”; la dice siempre que algo no se acomoda a lo que imaginó, por ejemplo: “Yo pensé que iba a llover” y el sol está esplendoroso. ¿Mi mamá es chismosa? Sí, sí, todo mundo es chismoso, vos sos chismosa, yo también. Claro, hay de chismes a chismes. Quien está en su casa es menos chismoso (digo yo) que quien se sienta en una mesa con diez amigos. Una pareja de amigos tiene menos intercambio de chismes que toda una plebe. Imaginá a un grupo de amigos que se reúne a tomar la cervecita el día jueves. Diez, quince o veinte amigos producen un alarmante intercambio de noticias, algunas verdaderas y otras falsas. Eso ya nos quedó claro. Los chismosos se mueven en esa línea, son santos quienes comparten noticias verdaderas y son perversos los que difunden noticias falsas, con alevosía y ventaja. Pero los más hijos del tzisim quemado son quienes difunden el chisme con el fin de indisponer a una persona con otra. ¿Mirás el grado de perversión? Ah, diría el presidente de la república, “eso ya calienta”. Sí, quien difunde una noticia falsa con el objetivo de desacreditar la honra de otro ya entra a un terreno pantanoso. Y, debemos decirlo, en el pueblo hay dos o tres compas que se dedican a esa actividad malsana.
¿Soy chismoso? Ya quedamos que sí. A veces, cuando me topo con dos amigos que platican, nunca falta el que dice: “¡Aguas, con Molinari hay que irse con cuidado, porque registra toda información y luego la escribe!” Así me miran algunos. En realidad ¡no! No, porque tengo una memoria pichancha, así que cuando me despido de los amigos ya olvidé el noventa y nueve por ciento de lo que platicaron. Luego, digo yo, tengo un sentido ético de la existencia. Como sé que los amigos difunden noticias verdaderas y falsas, es preciso corroborar en qué gaveta se encuentra lo que me contaron, y como esto es una labor dificilísima, compleja y quita tiempo, mejor abro una novela y me divierto con lo que sé que son noticias inventadas pero que son las más verdaderas del mundo.
¡Ah, nos encanta el chisme! Mi pasión de lector indica que a mí me encanta andar metiéndome en vidas ajenas. Los cuentos y novelas no son más que vehículos chismosos. Ah, cuántas historias, cuánto chisme hay en cada libro de ficción.
Soy chismoso, pero, lo juro, procuro no enlodar honras de cercanos o lejanos. No soy de los que lleguen a reunirse con amigos para comenzar a encuerar a los que son mis semejantes, porque sé que, como dice la Biblia: “el que esté libre de culpa que tire la primera piedra”. Pido a Dios no andar poniendo a semejantes en el paredón, porque no soy un santo, también tengo lo que muchas personas afirman: cola que le pisen. Ah, por supuesto, soy pues chismoso, chismosón, chismosín. Pero procuro evitar la tentación, por esto no acudo a mesas donde el chisme va de un lado a otro como una sopa de fichas de dominó, porque por ahí puede haber una noticia falsa que pretenda indisponer a una persona con otra. Te pondré sólo un ejemplo personal en el que alguien me involucró. En una temporada electoral, un “amigo” fue con otro y le dijo que él me había visto dar dinero a dos o tres de los empleados del chismoso para que bajaran unas lonas con publicidad de su hijo. ¡Por el amor de Dios! Esto es ejemplo de una noticia falsa, inventada, con el ánimo de enemistarme con otra persona. Pucha, yo estoy tranquilo en mi casa, alejado de prácticas faltas de ética. Pero, mirá, hasta dónde llega la perversión. Y lo que cuento, entiendo, fue un suceso mínimo. Hay prácticas más perversas. A veces me he topado con amigos que cuentan que, de la noche a la mañana, alguien dejó de hablarles. Otro, de inmediato, dice: “Tal vez le fueron con chismes, con mentiras”. ¡Sí! Y el amigo creyó lo que el otro dijo, sin más trámite.
El motor que mueve al chisme es ¡el morbo! Todos los seres humanos somos morbosos, hay un ánimo que nos impele a querer conocer cosas. Los lectores somos morbosos por naturaleza, nuestra vocación demanda ese ingrediente. Nos metemos hasta en las recámaras, en las estancias más íntimas, y nos enteramos de mil secretos.
Nos encanta el chisme, a veces las noticias son transparentes, pero a veces son cristales llenos de lodo. No se puede evitar, casi siempre nuestras honras están en manos de otros. A veces nos inventan chismes para que otros se enemisten con nosotros. Esto del chisme es todo un gran tema, querida mía, porque es una cadena interminable. Lo que sucede en una mesa de dos, se multiplica cuando cada uno trasmite la noticia a otros amigos y amigas y éstos, a su vez, comparten la información con otros. A veces, cuando te llega un chisme ya pasó por varias manos (oídos y bocas) y, como en el juego del teléfono descompuesto, ya lleva agregados y mutilaciones. Por esto, ahora lo sabemos, nuestra palabra chisme viene de una palabra griega que significa escisión. ¿Sinónimos de escisión? Pucha, hay muchas palabras: rotura, desavenencia, ruptura, amputación, mutilación. ¿Mirás todo lo que puede provocar un simple chismecito?
Posdata: somos chismosos. Las placas de los autos tenían la leyenda: “Chis Mex”. ¿Y los mayas eran chismosos? Sin duda, por ahí habrá que esperar que los historiadores nos den luces acerca del tema.
Pero, ¿ya viste que el título de esta carta alude al anónimo? Ah, el anónimo es el vehículo más perverso del chisme. Otro día platicamos de ello, ¿sale?
¡Tzatz Comitán!
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