domingo, 15 de octubre de 2017

CELIA MARIMBA




Beatriz del Carmen Espinosa González me invitó a comentar su libro “Anecdotario-Celia Marimba”. La presentación fue el viernes 13 de octubre, en el parque central de Comitán. Paso copia del textillo que leí:

Buenas tardes.
Beatriz Carretón de la Lectura es hija de Celia Marimba. Hoy, Beatriz Carretón presenta el libro Anecdotario – Celia Marimba, libro que, como su nombre indica, narra anécdotas de la vida de Celia. Este libro, entonces, es como una fiesta donde la marimba hace la bulla para que el guateque de la vida sea infinito.
Beatriz cuenta que su madre, cuando era niña decía llamarse Celia Marimba. ¡Ah, qué belleza, qué prodigio! ¿A qué niña se le ocurre apellidarse marimba? Sólo a alguien muy especial, sólo a alguien que está bautizada con el agua de los ríos de Chiapas.
Si Celia hubiese nacido en Francia se hubiera llamado Celia Acordeón; si hubiese nacido en Italia se hubiese llamado Celia Violín. Pero ella, nació en Chiapas y se llama Celia Marimba.
Cuando Beatriz me envió su libro vi la portada y la palabra marimba se llevó mi atención. Deduje que el libro de Beatriz se refería al tema de la marimba, pensé que eran ensayos antropológicos o históricos de este instrumento. Pero luego vi las otras palabras: Anecdotario y Celia y ya supe que era un libro singular. Sí, es un libro especial, porque no me equivoqué tanto. Este anecdotario, en realidad tiene como columna vertebral a la marimba, es un libro que suena a fiesta chiapaneca. Cada anécdota es como una melodía. Al principio hay una que suena como diana con chin chin, luego hay otra que suena como suenan las mañanitas y así, el lector como si se parara a bailar o siguiera sentado y viera bailar a los otros va descubriendo una historia de vida.
Beatriz Carretón de la Lectura vino a presentar su libro a una tierra en donde la anécdota tiene un lugar especial. En este pueblo han organizado encuentros de contadores de anécdotas. Amigos de la Rial Academia de la Lengua Frailescana han venido a compartir sus anécdotas. Comitán reconoce que en la anécdota está la síntesis de la vida. La hija de Celia Marimba supo que era importante preservar y compartir las anécdotas que su mamá cuenta, porque estas anécdotas sintetizan una vida llena de momentos prodigiosos, lamentables, irónicos, chispeantes.
En este libro, por ejemplo, se cuenta que Celia Marimba nació en un pueblo que actualmente se llama Cristóbal Obregón. ¿Por qué Cristóbal Obregón? Beatriz cuenta que un porcentaje de pobladores quería que su pueblo se llamara Cristóbal Colón y otro porcentaje deseaba llamarlo Álvaro Obregón. Para no tener problemas y que uno u otro bando se molestara por haber perdido el volado llegaron a una decisión salomónica y el pueblo se llama Cristóbal Obregón. Este prodigio sólo se da en pueblos de Chiapas.
Tal prodigio entrevió Beatriz. Si este pueblo es único por su nombre insólito, la vida de su madre también es insólita. A ver, digan ustedes ¿cuántas mujeres conocen que se presenten con un apellido de instrumento musical? Celia niña, sin saberlo, realizó uno de los mayores prodigios del mundo. Beatriz pensó que el nombre de su madre debía ser conocido por todas las personas, para que, en medio del silencio, sonara como suena esa canción que se llama Las chiapanecas.
Por eso, pienso, Beatriz reunió una serie de anécdotas vividas por Celia y las armó a manera de concierto para que los lectores las fueran escuchando.
Con el libro de Beatriz Carretón de la Lectura reafirmamos la idea de la importancia de los testimonios, de conservar los rasgos biográficos de las personas que forman las sociedades. Cada testimonio de vida es como un pilar de este edificio que se llama Chiapas.
Hoy, el mundo sabe que en estas tierras no sólo hay apellidos que trajeron los conquistadores españoles o apellidos que llegaron con los migrantes italianos o franceses o alemanes. No, hoy, el mundo sabe que hay apellidos que provienen de instrumentos musicales autóctonos. Ya Celia inauguró la novedad. No será raro que un día de estos alguien se autonombre como Pancho Chirchil o Elena flauta de carrizo.
Todo porque hace años, una niña dijo llamarse Celia Marimba. Nuestra Celia ya debe estar en el muro donde aparecen los nombres de las Celias más importantes del mundo, al lado de la también muy musical Celia Cruz. ¡Azúcar! ¡Piloncillo!