sábado, 15 de septiembre de 2018

CARTA A MARIANA, CON HUELLAS





Querida Mariana: Un día, Alfonso me dijo que Comitán desperdicia la imagen de Rosario Castellanos. No hemos sabido promocionarla.
Muchos empresarios comitecos de promoción turística explican que Comitán no aparece en los mapas turísticos; es decir, Comitán no está considerada como una ciudad para visitar, como una ciudad que pueda interesar a los turistas. ¿Por qué? Porque los comitecos no hemos sabido planificar una visita atractiva, no hemos sabido arreglar la casa para mostrar las bellezas culturales que poseemos; no hemos sabido ofertar a Comitán como una ciudad con gran potencial turístico. Muchos insisten en que no hay nada qué hacer en Comitán, no hay nada qué ver. Esto no es cierto. Pero muchas personas así lo piensan (incluidos muchos paisanos).
El otro día, Enrique me comentó que uno de sus primos llegó de visita a Comitán. El primo vivió en esta ciudad hace muchos años, actualmente radica en el norte del país. En nuestro pueblo disfrutó al recorrer las calles que caminó de niño, pero como Comitán ha cambiado con el tiempo pasó a la delegación de turismo a preguntar qué lugares le recomendaban para visitar. Ya había ido a la región de Los Lagos, a Las Guacamayas; ya había visitado El Chiflón, la laguna de Chucumaltic, Tenam y había estado en Las tres Tzimoleras. Deseaba conocer lugares emblemáticos de Comitán. ¿Sabés qué lugar le recomendó la persona de turismo? ¡Que fuera a la Plaza! ¡Dios mío! ¿Cómo? ¿Eso promocionan? Ya dije que el primo radica en el norte del país, lugar en donde (¡Por Dios!) hay plazas comerciales más impresionantes.
Tal vez la empleada de turismo piensa lo mismo que piensan muchos: ¡No hay nada qué ver en Comitán! ¡Dios padre! Entonces, ¿por qué Comitán está considerado como pueblo mágico? Comitán obtuvo la distinción de pueblo mágico porque el comité promotor demostró que este pueblo tiene una riqueza cultural ¡única! A Comitán no le dieron el título de mágico por tener una plaza comercial. ¡No! A Comitán le dieron el título por su riqueza cultural ancestral, por preservar un modo de ser auténtico. Esto, entonces, es lo que debemos alimentar y difundir, para que los comitecos gocemos tal tesoro y podamos compartirlo con todos los turistas potenciales que lleguen a esta tierra generosa.
¿Comitán no está en el mapa turístico de las promotoras nacionales? No importa. Rosario Castellanos, muchos lo han dicho muchas veces, puso el nombre de Comitán en el mapa cultural del mundo, ¡del mundo! Basta entonces colocar el nombre de Rosario en lo más alto del cerro Junchavín (es una metáfora) para hacer que lleguen a Comitán millones de visitantes que prefieren el turismo cultural. ¡Rosario es una de las nueve estrellas de Comitán! ¿Qué esperamos para promocionarla de manera adecuada? No se trata de volverla un simple llavero o una simple playera, ¡no!, se trata de promover su imagen creativa. ¿Cómo? Ah, bueno, esa es la tarea que debe hacer un grupo multidisciplinario que esté conformado por expertos en turismo, en mercadotecnia, en chunches tecnológicos, en literatura, en rasgos culturales, en… ¡uf!, muchas disciplinas. ¿Tienen que venir de fuera estos expertos? No necesariamente. Los expertos de otros lados desconocen la riqueza cultural de este pueblo. Quienes acá nacieron tienen a Comitán en la palma de su mano, pueden reconocer su riqueza.
En la fotografía que te anexo aparece una placa que dice: “Rosario Castellanos vivió en esta casa”. ¿Sabés en dónde está colocada esta placa? En la casa que está frente al módulo turístico, a un costado del palacio municipal. En la casa que habitó la familia de Rosario ahora está el restaurante ‘Ta Bonitío. En el mismo espacio la anterior administración municipal colocó una placa con el mismo texto, pero era una plaquita muy pishcul, ahora, los dueños del restaurante colocaron una placa más digna, más visible. Esto parece un símbolo de lo que debe hacer Comitán: ¡visibilizar la figura excelsa de Rosario!, quien (parece una ironía) es más reconocida en otros lugares del mundo y no es reconocida en su propia tierra.
Lo que digo no es un exceso. En una ocasión, querida Mariana, escuché que una señora dijo que ya bastaba de echarle flores a Rosario Castellanos, que ya era una desproporción. Y esto no sólo sucede en estos tiempos. En los tiempos que Rosario vivió, muchos paisanos minimizaron su obra. Algunos dijeron que cómo era posible que ella (hija de un rico hacendado) casi casi renunciara a su clase social, al colocarse del lado de los indígenas. Parece mentira, pero Rosario no fue profeta en su tierra. Y así seguimos y por eso así nos va.
Cuando Eduardo Ramírez Aguilar (ahora senador) fue presidente municipal de Comitán mandó a colocar una placa en otra de las casas que habitó Rosario (la que está a la salida del Pasaje Morales y que ahora es casa de la familia Tovar Serrano).
En la casa donde ahora está el restaurante ‘Ta bonitío Rosario vivió de niña, porque, según testimonio de doña Lolita Albores, amiga personal de la escritora, ella, al caminar por la banqueta, miraba a Rosario y a su hermanito sentados en el balcón. Recordemos, querida mía, que su hermanito (Benjamín) falleció siendo pequeño.
La casa que está frente a la salida del Pasaje Morales la habitó Rosario cuando era estudiante de secundaria, porque, en el libro “Comitán 1940”, de Armando Alfonzo, éste dibujó un croquis de la casa de la escritora. Don Armando dice que es copia de un dibujo que su compañera de aula dibujó como tarea.
Las dos placas son huellas luminosas. Si un turista llega a Comitán y pregunta por Rosario, ya puede hacerse un itinerario de su paso. Ya están ubicadas dos casas, en la primera puede el turista entrar y ver aún elementos arquitectónicos originales e imaginar que ahí, en ese patio, Rosario jugó con Benjamín y que ahí escuchó historias narradas por su nana Rufina. Además, ahora, el turista puede degustar un platillo de la carta del restaurante. No conozco la carta, pero sé que el chef es un exquisito cocinero. ¿Hacen platillos especiales con nombres especiales que hagan referencia a la memoria de Rosario? No lo sé, pero pienso que eso sería un agregado especial. ¿Una bebida que se llame Rosario? ¿Un postre que se llame Chactajal, que es el nombre del rancho que aparece en la novela “Balún-Canán”? ¿Hay en el interior de la casa datos que hablen de la vida y obra de la escritora?
Cuando el contador Aguilar Meza fue presidente municipal inició el proyecto “Ciudad Rosario”, en el que los parques más simbólicos de Comitán tendrían elementos que recordaran la obra de la escritora. En el parque de San Sebastián puede verse, en el piso, fragmentos de poemas de Rosario, obra realizada por el magnífico ceramista comiteco Arturo Avendaño. Algunas personas se opusieron al proyecto y éste ya no tuvo continuidad. Una lástima, porque la ruta Rosario podría comenzar con la visita a las dos casas que habitó (las dos casas están a media cuadra del templo de El Calvario, templo que también aparece en la mencionada novela), luego continuaría con una visita al mercado Primero de Mayo, espacio que, perdón por la insistencia, también aparece (de pasadita) en “Balún-Canán”, y, más tarde, los turistas podrían llegar al parque de San Sebastián (barrio donde vivió su madre de soltera) y disfrutar los fragmentos de poemas que están inscritos en el piso. ¿A poco esto no es turismo cultural? Por supuesto que sí. Para entonces, ya el delegado de turismo podría aleccionar a su personal para que sugieran la visita de estos lugares en el lugar donde Rosario bebió parte esencial de su numen creativo. ¿La plaza? ¡Por el amor de Dios, esto es como un mojol! Después de llenarse de la esencia comiteca, el visitante puede ir a la Plaza para descansar viendo una película.
Alfonso tiene razón: los comitecos desperdiciamos la figura de Rosario Castellanos. ¡Dios mío, qué desperdicio tan ingrato! Es como tirar engarces de oro con ámbar por el albañal. En las ciudades donde han nacido y crecido grandes escritores, las autoridades y el pueblo unido fomentan las virtudes y preparan programas especiales para los millones de turistas que, antes que la playa y el turismo de aventura, prefieren el turismo cultural. Hay millones y millones de turistas sosegados que disfrutan los rasgos culturales de los pueblos, que reconocen sus virtudes.
Posdata: La misma Rosario se quejó que cuando llegó a Comitán (después de haber padecido tuberculosis) muchas amistades le cerraron las puertas de sus casas. Es una pena que sigamos cerrándole las puertas a una de las más grandes escritoras de México del siglo XX; es una pena que no advirtamos la bondad de su genio; que no podamos emplear su imagen para darle luz y brillo, porque esta imagen permitiría que nuestro pueblo fuera uno de los lugares más visitados de Chiapas.
Hagamos lo que hizo el restaurante ‘Ta Bonitío. Dignifiquemos la imagen de nuestra escritora, la hagamos visible para todo el mundo. Ella nos dejó la mesa puesta. Nosotros no hemos sabido aprovecharla, no hemos sabido quererla, apapacharla, amarla.