sábado, 29 de septiembre de 2018
CARTA A MARIANA, DONDE SE CUENTA DE UN PAISANO UNIVERSAL
Querida Mariana: ¿Conocés a los personajes que aparecen en esta fotografía? El de la derecha es Javier Solórzano, reconocido periodista, quien, actualmente, dirige el noticiario televisivo de Canal 11; el personaje de la izquierda es un reconocido locutor de radio, que se llama Adolfo Fernández Zepeda, quien es director general de Radio Universal y del Fonógrafo, de la Ciudad de México. La fotografía corresponde al día en que Adolfo fue invitado para una entrevista en el canal 11, del Politécnico Nacional.
Tal vez no sabés (yo no sabía) que Adolfo Fernández es paisano. Sí, es comiteco. En la entrevista, Javier Solórzano, con conocimiento de causa, le dijo: Tú eres de Comitán, y Adolfo dijo que sí.
Quien ha estado muy interesado en dar a conocer que Adolfo es paisano, es mi amigo Paco Flores. Paco, en dos ocasiones, ha compartido en redes sociales videos donde aparece Adolfo y se escucha su privilegiada voz.
Francisco Ruiz Vera y Magaly Guillén, regidores que ya se despiden el día de mañana, organizaron el pasado 13 de septiembre un acto de reconocimiento a locutores prestigiosos de Comitán. Felicité a Francisco Ruiz Vera por la iniciativa y le pregunté por qué el nombre de José Luis Cancino estuvo ausente en dicho reconocimiento (él fue pionero de la radio XEUI). Francisco me explicó que no fue considerado porque (según él) don José Luis no estuvo en cabina. Algún día platicaremos acerca de la labor en cabina que tuvo don José Luis, porque yo le conocí (escuché) comerciales que realizó con su voz educada. En fin, digo esto, porque tal acto de reconocimiento coincidió, casi en fechas, con el reconocimiento que Javier Solórzano le hizo a Adolfo Fernández al invitarlo al estudio del Canal 11.
Pero, ahora estarás preguntando, ¿cuál es el mérito de Adolfo para aparecer treinta minutos en la pantalla de televisión y ser entrevistado por el periodista Javier Solórzano, quien es un inteligente y hábil entrevistador.
Pienso ahora en nuestro paisano Luis Enrique Alfonzo, famoso reportero de TV Azteca, que ha estado presente en varios mundiales de fútbol. Luis Enrique es más conocido que Adolfo, porque su imagen aparece con frecuencia en la pantalla. Luis Enrique viene con cierta regularidad al pueblo y ofrece charlas y juega una cascarita con sus amigos. Él es un ejemplo para los jóvenes, un ejemplo de cómo, con trabajo y pasión, pueden conseguirse los sueños. Es un comiteco distinguido, como comiteco distinguido es Adolfo Fernández Zepeda. Ambos han conquistado alturas muy dignas en el camino de la comunicación, Luis Enrique en la televisión, y Adolfo en la radio.
Pepené algunas ideas y anécdotas que platicó Adolfo y ahora comparto con vos. Pienso que esta semblanza ayuda a conocer y reconocer a paisanos que han destacado en diversas profesiones en otros lugares del país y del extranjero.
Adolfo platicó que nació en Comitán, recordó con emoción cuando viajaba al rancho que era propiedad de sus abuelos, rancho que estaba en Las Delicias, municipio de Ocosingo. ¡Ah!, fue muy bonito escuchar el nombre de Patihuitz. Contó que una vez, su tía Lupe (que era modista) viajó a la Ciudad de México y cuando regresó dijo que había conocido “una casa que llegaba al cielo”. Uno puede imaginar el impacto de la tía Lupe cuando se paró en la banqueta de la Torre Latinoamericana y levantó la vista, sorprendida, maravillada, al ver “tantas casas encaramadas en una sola”. Pues sí, porque, en aquellos años, en Ocosingo y en Comitán y en San Cristóbal y en las demás ciudades de Chiapas no existían edificios de más de dos plantas. Ahora, con la Torre Chiapas, los chiapanecos con sueños de vanguardia duermen tranquilos.
En fin, Adolfo dejó el rancho de sus abuelos y el pueblo de Comitán cuando tenía dieciocho años. Viajó con la intención de estudiar y así lo hizo, en la Escuela Comercial Bancaria. Ya en 1957 trabajaba en una institución que se llamaba Banco del Ahorro para la Propiedad y ahí fue donde el destino (o como se llame esa encrucijada que abre otras posibilidades de vida) puso su mano sobre el espíritu de Adolfo. Sucede que un compañero de trabajo lo invitó a acompañarlo a la Feria del Hogar, que era una feria donde muchas empresas de electrodomésticos mostraban sus productos al público que llegaba. El amigo se encargaba de anunciar a los expositores, en un momento determinado le dijo a Adolfo: “Pasa este anuncio”, le dio el guion y el micrófono. Adolfo, con su voz privilegiada, leyó el anuncio. Minutos después llegó el organizador de la feria y preguntó quién había leído ese anuncio. Adolfo sudó frío, pensó que algo había hecho mal. El amigo dijo: “Fui yo”. “No, no, no fuiste tú”, dijo el organizador, entonces a Adolfo no le quedó más que, como niño de escuela, levantar la mano y decir ¡fui yo! Ahí quedó escrito el inicio de la gran historia. El organizador lo invitó a que se quedara a trabajar con él durante el tiempo que permaneciera la feria, haciendo comerciales de los expositores. A partir de entonces, Adolfo no soltaría jamás el micrófono. Por la claridad de su voz, el comiteco fue contratado por varias empresas radiofónicas. El periplo inició, renunció al banco y trabajó en radios de Ciudad Valles, San Luis Potosí; en Córdoba y en Fortín de las Flores, Veracruz; en Monterrey y en la Ciudad de México.
El paisano ahora es conocido como “La Voz Universal”, porque (como ya dije) es director de Radio Universal. Millones de radioescuchas identifican y adoran su voz.
La vida de Adolfo es rica en anécdotas. En el programa de televisión mostró fotografías al lado de famosos artistas. Pregunto (sólo pregunto), querida Mariana, ¿qué comiteco puede decir que ha estado al lado de Fredy Mercuri, el famoso vocalista del grupo Queen? ¿Quién puede vanagloriarse de haber jugado billar con los integrantes del grupo Rolling Stones, sus satánicas majestades? ¿Quién puede sentirse chento por haber escuchado un concierto de los Beatles, en Las Vegas, y haber estado al lado de John, Ringo, George y Paul (quienes, al decir de Lennon, han sido más famosos que Jesucristo)? Pues no sé, pero, la verdad, no miro a alguien acá en el pueblo que alce la mano. Sólo Adolfo puede decir: “Yo estuve con George Michael, con Plácido Domingo, con Mariah Carey y con los enormísimos Beatles”. Uno de estos días proyectarán en cine el estreno de una película basada en la vida del grupo Queen, ahí asomará Fredy Mercuri. Imagino que Adolfo irá a una sala cinematográfica y al ver al actor que representa a Fredy dirá: “Yo estuve al lado de uno de los cantantes más importantes del siglo XX”. ¿Qué tal? ¡Nadita, verdad! Agradezco a Paco Flores haberme enviado un mensaje especial para que me enterara un poco de la amplia trayectoria de este paisano exitoso, que, de niño, caminó por una tierra llamada Patihuitz (¡No, no, ah, pues, sé seria! ¡Va güitz! es otra cosa, esto último lo decimos cuando echamos cerveza, es como decir ¡le metamos!)
Javier le preguntó a Adolfo si había identificado desde niño el prodigio de su voz. Adolfo dijo que no. ¿Cómo se le ocurrió el programa especial de Los Beatles? ¿Escuchaba a Los Escarabajos en Comitán, en el rancho de su abuelo? No, tampoco. Bueno, tal vez, rascándole un poco pudiera hallarse una huella inicial. Adolfo dijo: “Mi mamá cantaba, cantaba muy bonito. Mi papá, aunque era ranchero, le gustaba la música en inglés”. ¡Sí, tal vez por ahí Adolfo pepenó el gusto!, porque se sabe que los rancheros escuchan música ranchera, así lo dicta la lógica. Parece que el papá de Adolfo fue contra la lógica: En lugar de escuchar rancheras escuchó música en inglés. Adolfo, entonces, hizo lo contrario a lo que sonaba lógico: En lugar de dedicar su vida al recuento de números en el banco, ha dedicado su vida a lanzar su voz a través de un micrófono.
Posdata: Francisco Ruiz Vera (también locutor durante muchos años) sabe y reconoce el prodigio de la radio. Adentro de una cabina, mínimo espacio, logra comunicarse con una audiencia que se cuenta en cientos, en miles. ¿Cuántas personas escuchan la radio en Comitán? ¡Miles!
Millones de personas escuchan El Fonógrafo o Radio Universal, en todo México (y ahora en todo el mundo, gracias al Internet). Millones de personas admiran a Adolfo Fernández Zepeda, “La Voz Universal”, comiteco que ha logrado ocupar un lugar excepcional en la historia de la radio mexicana.
Termino diciendo algo que nos muestra tal como somos. Cuando comenté esto con Abraham, luego luego dijo: “¿Decís que este señor es Zepeda?”. Sí, dije yo. “Ah, entonces tal vez es pariente de los jolotes”.
No sé por dónde camine su línea genealógica. Lo que sé es que es un comiteco valioso, y muchos paisanos no conocemos bien a bien sus méritos.
En fin, sirvan estas líneas para decir que ahora que conocemos algo de él nos sentimos chentos y lo admiramos. ¡Salud!