martes, 26 de noviembre de 2019

CARTA A MARIANA, CON LA REINA DEL LUGAR




Querida Mariana: Como diría Joaquín: “He vivido engañado”. En mi adolescencia escuché muchas veces, en fiestas de amigos, la canción de La Plaga, la que cantaba Enrique Guzmán (y que en tiempos recientes cantó su hija Alejandra). Yo, desde el corredor, recargado en un pilar de madera, veía cómo mis amigos se contorsionaban en el patio al ritmo de esa pieza, movían sus brazos, piernas y cabezas como si estuvieran posesionados por el de abajo. “Ahí viene la plaga, ahí viene la plaga, le gusta bailar…”, y cómo bailaban. En ese tiempo ninguno de mi palomilla bebía trago, bastaba la embriaguez del ambiente para sentirse bien.
Pues, bueno, digo que viví engañado (por mí mismo), ya que cuando escuchaba eso de ahí viene la plaga, la imagen mental que producía era una caterva de bailarines que, como hormigas, llegaban para bailar. La plaga era como esos míticos azotes del que habla la Biblia.
Y ahora me entero que La Plaga es como el apodo de una chica. ¡Claro! Por eso la canción en una de sus líneas dice: “Es la reina del lugar”. ¿Mirás? Lo que yo consideraba una runfla de chapulines bailadores es una chica que le encanta el baile.
Y esto no es todo, ahora me entero que la canción que cantaba el grupo musical Los Teen Tops era un cover de una canción que interpretaba Little Richard (en inglés, por supuesto), y que la letra de esta canción, en idioma anglosajón, nada tiene que ver con La Plaga. En realidad, la versión original habla de una tal miss Molly, que, según los expertos, más que el baile le gusta el juego de cama.
En fin, ahora ya me desengañé, pero quienes viven engañados son los jóvenes. Me refiero a que, en forma constante me preguntan (pensando que yo lo sé) cómo se escribe “Ai nos vemos”.
Enrique Guzmán cantaba: “Ai viene la plaga”, así bien mexicano.
Yo, lo más que digo a los estudiantes es algo que tiene que ver con el prestigio de la lengua y con una regla inmodificable: Una cosa es el lenguaje oral y otro el lenguaje escrito.
Decimos “Ai nos vemos”, pero no podemos escribirlo así, ¡no, no y no!, a menos que sea propositivo, y que quien lo dice es un personaje de barriada. Revisé en el Internet cómo está escrita la letra de la canción y encontré lo que ya estás pensando: “Hay viene la plaga”, con hay de haber. ¡Uf, qué error! ¿Entonces? Ni ai ni hay. La lógica dictaría que debe escribirse así: “Ahí”.
Por eso (tenía que ser), el título del libro de José Agustín, José Buil y Gerardo Pardo está bien escrito: “Ahí viene la plaga”. Así pues, ¿cómo debe escribirse Ai nos vemos? ¡Ahí nos vemos!, porque refiere a un lugar.
Por supuesto, a la hora de hablar suena sabroso decir: “Ai nos vemos”, pero a la hora de escribir debemos hacerlo en forma prestigiosa “Ahí nos vemos”, jamás con el ai o con el hay. Diría Paco, qué va del pulso al culo.
Posdata: Ya trepados en el camión te sugiero la lectura del librincillo de José Agustín (uno de los escritores de La Onda). Como dice en la contraportada, fue pensado originalmente como guion de cine, así, la novela contiene indicaciones para que el director arme la cinta, es como una serie de anotaciones para emplazamientos de cámaras. La novela se lee como si se viera una película. Antes que Cuarón hiciera el guion de su película Roma, ya José Agustín había hecho un guion para una película que habla de los años sesenta y setenta en la Ciudad de México. El guion es genial, como siempre ha sido la obra creativa de José Agustín.
Fijate que cuando leí la escena donde Luis Echeverría es herido en la cabeza por una pedrada que aventó alguien en CU, recordé que esa mañana ya estaba en la Ciudad de México y ya era alumno de la UNAM y esa mañana de inauguración de cursos no fui, porque mi papá (desde Comitán, a través de una llamada telefónica) me recomendó que no fuera. Mi papá (bendito, siempre bendito) intuía lo que al final pasó: una manifestación violenta contra el presidente que quiso tender la mano a los universitarios, cuando éstos no olvidaban lo del 2 de octubre y lo del 10 de junio de 1971. ¡Disfruté la lectura de la novela-guion de José Agustín!
¿Nos vemos en el pueblo en diciembre? Sí, ahí nos vemos. Adiós. Ahí viene la plaga.