miércoles, 22 de enero de 2020

CARTA A MARIANA, CON UN ESTUDIO




Querida Mariana: Carlos Gordillo inauguró El Estudio. Carlos es uno de los mejores fotógrafos de Chiapas. En el estado hay pocos espacios dedicados a la creación del arte fotográfico. Bueno, en realidad, en Chiapas, en particular, y en México, en general, hay pocos espacios para el fomento del arte. En países tercermundistas, el arte no está considerado dentro de la canasta básica del desarrollo, por eso nos va como nos va. Carlos inauguró su estudio. Será su espacio de creación, será el espacio donde hará las fotografías llamadas, precisamente, de estudio, pero, además, será un espacio para impartir talleres y compartir sus amplios conocimientos en la materia.
Hace mil años, bueno, un poco menos, Carlos inauguró un estudio de grabación, porque Carlos no sólo es un gran fotógrafo también es un gran músico.
Y hace menos de mil años, Carlos inauguró un restaurante (que es como su estudio gastronómico). Con esto quiero decir que Carlos siempre sube un escalón más en sus obsesiones, en sus pasiones. Qué bueno que Carlos no continuó con su profesión de piloto aviador (sí, querida niña, Carlos hizo estudios de piloto aviador), porque, seguro que ya habría construido su estudio de vuelo y ahora estaría dándole publicidad para que el futuro dueño del avión presidencial lo usara como hangar.
Pero, dije que no construyó su estudio de vuelo. Tal vez me equivoco, porque ahora, con la inauguración de su estudio fotográfico lo que hace es precisamente darle vuelo a sus sueños.
Con lo que te he platicado, te darás una idea que Carlos consolida sus ideales. En cada una de sus iniciativas apuntala un edificio donde, de manera privilegiada, comparte sus afanes y sus logros. Tal vez por esto no ejerció su profesión de piloto, porque el piloto no hace más (que eso es mucho) que llevar a viajeros de un lugar a otro. Pero, en los demás oficios que ha ejercido, su labor no ha sido la de un sencillo transbordador espacial; en los demás oficios ha impregnado su huella, quien prueba los makis que hace en “La Casita” recibe un toque propio; es como si al elaborar cada platillo pensara en la persona que lo degustará, como si fuera de esos maravillosos personajes de la literatura donde los cocineros seducen e incendian espíritus a través de los sabores.
Carlos ejecutó en forma maravillosa varios instrumentos musicales, de igual manera compuso canciones que tenían la esencia de la música y de la palabra. Sus composiciones musicales, igual que sus guisos, igual que sus fotografías, son de nivel superior, siempre ha estado tocando dinteles de espacios supremos.
Ahora, digo, entiendo que empleará el estudio fotográfico para darle brillo a sus imágenes, rentará el espacio para jóvenes (y no tan jóvenes) que deseen realizar trabajos profesionales y (así lo espero) de vez en vez lo convertirá en una galería temporal para mostrar su obra (dos o tres días estará bien, digo yo). Esto, a la larga (o a la corta) significará un espacio para el disfrute del arte. Comitán gana con la apertura de este estudio fotográfico, laboratorio donde la luz de la creación busca colarse.
Carlos inauguró un espacio donde el arte será el nido de imágenes papalote, hechas con papel de china.
En Chiapas no hay espacios para el disfrute del arte. Basta decir que en Tuxtla no hay un museo para el arte plástico. Con esto digo todo. Hay mil pintores de excelencia en el estado (bueno, tal vez exagero, pero más de cincuenta artistas plásticos geniales ¡sí los hay!) ¿En dónde exponen sus obras? Parece que deben colgarlas del aire.
Bueno, ni siquiera hemos intentado copiar lo que tan bien ha funcionado en la Ciudad de México: La galería al aire libre del Paseo de La Reforma, donde se montan exposiciones fotográficas, de gran formato, con periodicidad regular. ¿Cuándo en nuestras ciudades se crean estas iniciativas? ¿Qué esperamos?
Los pocos espacios existentes provienen de la iniciativa privada, de la iniciativa del pueblo. ¿Hay una Compañía Estatal de Teatro? ¿Lo hay? No lo sé. Pienso que no. Dijeran en mi pueblo: Conozco el cebo de mi ganado (que en Chiapas, el dicho popular se convierte en: Conozco el cebo de mi perdido.) Espero que me tapen la boca.
Posdata: Carlos inauguró su Estudio, así con mayúscula, porque su trabajo creativo siempre es así: con mayúscula. El Consejo Editorial de ARENILLA-Revista felicita a Carlos, quien, con sus imágenes, ha dado realce a los números publicados de esta propuesta editorial, que sigue los pasos de los grandes de Chiapas.
Carlos, el 21 de enero de 2020 abrió su estudio, abrió una hendija donde la luz, siempre traviesa y maravillosa, jugará sus mejores juegos. ¡Felicidades!