sábado, 4 de septiembre de 2021

CARTA A MARIANA, CON DOS CUMPLEAÑOS

Querida Mariana: peguemos la reja de papel de china en el cuarto del cumpleañero, cantemos las mañanitas y, a la hora que rompa la reja, aventemos confeti y lo abracemos. Abrazo para el caricaturista de Comitán: Raúl Espinosa Mijangos. Raúl cumple 51 años hoy. La caricatura es una de las actividades artísticas que más prestigio han dado a México. Todo mundo, tal vez sin saberlo, reconoce a las Catrinas, en Día de Muertos. Donde la muerte es una caricatura esquelética, con un sombrero lleno de flores, lleno de vida. Esa famosa caricatura fue creada por el genial grabador mexicano: José Guadalupe Posada, caricaturista de excelencia. ¿Recordás la película Spectre, de James Bond? Ah, qué bobo soy, cómo no la vas a recordar, si vos sos experta en cine. Bueno, de lo que se trata es que recordemos juntos la escena inicial y que recordemos que esta cinta fue una producción estilo Hollywood; es decir, gringa. Pues los gringos, que son geniales para la mercadotecnia, vieron la catrina e hicieron un fastuoso desfile en el centro de México. Fue tan exitosa esa escena cinematográfica, que luego el gobierno de la Ciudad de México organizó cada año un desfile con características similares. Los gringos pepenaron la riqueza de la cultura mexicana y la trasladaron a la época contemporánea y lograron una secuencia de gran riqueza visual, porque si de algo tenemos para aventar en México es el color de sus manifestaciones artísticas, en sus bordados, en su gastronomía, en sus paisajes, en las fachadas de sus casas y en la impresionante creación plástica. El trabajo de Raúl retoma la tradición, se ha nutrido del trabajo de los grandes y ahora ya goza de un sello particular. Su labor no ha sido sencilla. Raúl ha destinado muchas horas de aprendizaje viendo y aprendiendo el trazo de los grandes cartonistas de México, y luego ha destinado horas y horas de trabajo frente al restirador. Hoy, 4 de septiembre de 2021, Raúl celebra su cumpleaños 51. Que sus amigos y familiares saquen la botella de comiteco para brindar con una copita, sólo una, porque él, sólo de vez en vez, toma un caballito de tequila, muy de vez en vez. Pero, si hablamos de cumpleaños, debo decir que apenas el pasado 20 de agosto, Raúl celebró su cumpleaños número 31 de trabajo creativo. Pucha, Raúl es como el personaje de Alicia en el País de Las Maravillas que celebra los No cumpleaños y los cumpleaños. Pues sí, la vida es para celebrar día a día, para tocochear un buen café con pan, para alzar los brazos y recibir el abrazo del sol. Sí, los artistas celebran la vida cada día, porque cada día es una posibilidad de creación. Desde que Raúl comenzó con su labor de aprendizaje del trazo ¿ha tenido un día sin dibujar una línea? Es pregunta resbaladiza, pero yo me atrevo a decir que no. Digo que Raúl siempre ha dibujado una línea cuando menos. No sé si sea como esos compas que, a la hora que hablan por teléfono, garrapatean líneas en las hojas que tienen al lado. No lo sé, pero sí sé que Raúl ha trazado muchas líneas en estos treinta años de creación. Este doble festejo me permite preguntar: el artista ¿nace un determinado día y renace en otro determinado día? Es decir, ¿Raúl nació el 4 de septiembre de 1970 y renació el 20 de agosto de 1990? No es casualidad que Raúl lleve un registro preciso de los años que lleva ejerciendo su noble oficio de caricaturista. Ahí hay un dato relevante. Es una bobera preguntar cuál de los dos cumpleaños celebra más: el de la fecha de su nacimiento real o el del nacimiento de su creación artística; es una bobera, porque sin el primer cumpleaños no existiría la posibilidad del segundo; pero se vuelve pregunta pertinente cuando uno piensa que, tal vez, el segundo cumpleaños es el que justifica la grandeza del primero. Seamos honestos, si no fuera por su segundo cumpleaños, los treinta y uno de su labor creativa, no todos estaríamos celebrando su cumpleaños primero. Celebramos su cumpleaños en forma pública, porque sus creaciones artísticas han contribuido a engrandecer la cultura del pueblo. Como todos los caricaturistas profesionales, Raúl ha llenado de color las paredes del aire. ¿Cuál es la trascendencia social de la labor artística de Raúl? Bueno, él, además de ser considerado el caricaturista de Comitán, también se le puede aplicar el nombramiento de cronista visual del pueblo. Él posee una amplia colección de personajes que ha “retratado” con su pluma. Es una galería democrática, donde conviven personajes de prosapia y personajes modestos, gente de alcurnia de la sociedad y gente de a pie. Esa galería sintetiza buena parte de la personalidad del pueblo de fines del siglo XX y principios del siglo XXI. Bueno, a poner el mantel blanquísimo sobre la mesa, a sacar las costillitas, las tortillas recién salidas del comal, la salsita molcajeteada, el pico de gallo, los frijolitos con chile de Simojovel, el chicharrón de hebra, los picles, las tostaditas de manteca, los chorizos bien doraditos, las butifarras, la sangrita, el palmito, el chile al pastor, el siete caldos, el quesillo, la crema, la horchata y, por supuesto, la copita de comiteco, sólo una. Que suene la marimba, que las parejas bailen sobre el piso con juncia, que el aroma de esa esencia amarre el espacio. El trazo de Raúl heredó la tradición mexicana y la cercana. Él reconoce las primeras huellas que siguió, se ha manifestado apasionado seguidor del trabajo de dos grandes artistas, uno oriundo de Tehuacán, Puebla: Jorge Carreño, y otro de Comitán, Chiapas: Armando Alfonzo Alfonzo. El estudio de la obra de los dos maestros le permitió ir decantando su estilo. Armando en término estricto no fue caricaturista. Hizo retratos y algunos cayeron en el terreno de la caricatura, porque se deformaron, pero él fue un primerísimo dibujante y pintor de paisajes urbanos y rurales del entorno. Escribió varios libros (Sólo para comitecos, Comitán 1940, Uninajab) y ellos están ilustrados con sus geniales imágenes, con un estilo depurado de achurado, que provoca la luz y la sombra. Armando bordó miles de líneas, Raúl ha continuado con tal pasión artística. En la actualidad, Raúl es amigo de grandes caricaturistas del país. Su obra ha sido expuesta al lado de los grandes cartonistas de México. El género de caricatura ha sido poco cultivado en este pueblo. El arte comiteco, sobre todo, ha brillado en las páginas de la literatura, luz que se cobija en la orilla de ese lago inmenso que se llama Rosario Castellanos. Ahora, ya comienza a brillar la obra de Blanca Lydia Trejo, escritora comiteca cuya obra se desconoce casi en su totalidad, pero que ahora, gracias a la investigación de destacadas intelectuales comitecas comienza a aparecer su rostro en la ventana. Hay tradición en pintura: Benjamín Crócker, Javier Mandujano Solórzano, Mario Pinto Pérez, Samuel Guillén Flores, Aurora Argüello; pero, en la caricatura sólo aparece el nombre de Raúl, quien la ha ejercido con pasión desmedida. Por lo regular, el florecimiento de los cartonistas se da a la par del ejercicio periodístico. En el pueblo no ha sido así. La prensa local no ha tenido una presencia regular de cartones. Sólo de vez en vez han aparecido caricaturas en páginas de la prensa comiteca, pero no ha tenido una secuencia temporal. El éxito del trabajo de caricatura de Raúl es que no distorsiona los rostros, que, en apariencia, sería uno de los ingredientes básicos. Incluso, el término caricatura siempre se aplica como una deformación de la realidad. El trabajo de Raúl sigue la línea de la obra de Carreño quien fue portadista genial de la revista Siempre, donde no distorsionaba los rostros de los personajes elegidos. Su obra ha sido continuada por muchos más. El recientemente fallecido Helguera, también cultivaba esa característica. Regreso a la pregunta boba: ¿qué fecha celebra con más emoción el artista? ¿La de su nacimiento o la de su renacimiento? ¿Qué celebra el escultor, Luis Aguilar, su nacimiento o su renacimiento? Si le echamos pluma vemos que Raúl, de sus cincuenta y un años de vida, lleva treinta y uno en su oficio de caricaturista; es decir, ha dedicado más tiempo a este oficio que a otras actividades. Visitante asiduo de la biblioteca en su juventud, Raúl se enamoró de esta actividad artística. Desde entonces no dejó esa vocación temprana. Por eso, con emoción y orgullo, él subió la imagen donde celebró su cumpleaños número treinta y uno como caricaturista. La línea también ha conformado su silueta. Posdata: pero que los organizadores del guateque no se hagan tacuatz, que abran las puertas de la casa y, al mero modo comiteco, muevan las manos abiertas e inviten a pasar a los invitados. No importa que lleguen los chalequeros, al final ellos también son parte importante del bordado comiteco. Que se pierda la llave, que el guateque se prolongue, que Raúl se sienta chento, que reciba a los amigos, a los familiares, y goce el día de su cumpleaños. Ya mañana celebrará su no cumpleaños jugando con lo que ha jugado durante treinta y un años de sus cincuenta y uno: la línea que forma el mundo.