jueves, 30 de septiembre de 2021
CARTA A MARIANA, CON UNA LÍNEA GUATEMALTECA
Querida Mariana: Arenilla, nuestra revista, está de plácemes. Carlos Rivas, nuestro director comercial en Guatemala, presentó una exposición de su obra plástica.
Cuando conocí a Carlos desayunaba al lado de su esposa, hijos y mamá, señora bonita. Ellos estaban en una mesa al aire libre, en el andador San José, en Comitán. Después de saludarlos, bajo el cobijo del cielo azul y limpísimo, vi que sobre la mesa había una cámara fotográfica profesional, supe que Carlos era un enamorado del arte fotográfico; posteriormente me enteré que otra línea del arte está en la palma de su mano: el arte plástico, la pintura y el dibujo.
Carlos ha sido el enlace perfecto para que nuestra revista llegue a Huehuetenango y otras ciudades de Guatemala.
El pasado lunes 27 de septiembre, el reconocido periodista mexicano Joaquín López Dóriga comentó que estaba contento, porque su noticiario que llega a toda la república mexicana y a muchas ciudades de Estados Unidos de Norteamérica, tuvo su primera transmisión a ciudades guatemaltecas.
Eso fue lo que dijo López Dóriga. Nosotros, modestia aparte, pero con orgullo emplumado, decimos que hemos sido el puente Chiapas-Guatemala desde hace varios años.
Joaquín dijo que, en tiempos actuales, la presencia de México en Guatemala es necesaria. Por supuesto que sí, Arenilla Revista percibió esta necesidad desde tiempo atrás. Comitán, lo hemos dicho muchas veces, tiene una larga historia de amistad con Huehuetenango, y Carlos ha sido la mano amiga que trasmite lo mejor de Comitán y de la región en su pueblo de origen, pueblo que es tierra cercana a la nuestra.
La mano generosa de Carlos, que da la revista impresa a los lectores guatemaltecos, la que oprime el botón del celular para enviar el formato digital a sus contactos, es la misma mano que hace clic en la cámara y la misma que emplea para hacer el prodigio del trazo en el cartón o en la tela para dar color y vida a sus cuadros.
Nuestra revista se siente chenta y comparte su alegría con todos los lectores. Carlos Rivas expuso en su tierra. Algún día, estamos seguros, ya que la pandemia cese, las puertas de un espacio comiteco se abrirán para que exponga en nuestra ciudad. El ideal de muchas personas comprometidas desde siempre con la cultura de México y de Guatemala ha sido ese: que los artistas de allá sean conocidos acá y viceversa. Estamos tan cerca, de forma física y por la tradición cultural, que se antoja inexplicable no hallar el argumento que explique el abismo existente en cuanto a conocimiento de la obra de escritores, pintores, fotógrafos y demás artes. El otro día, Carlos compartió en redes sociales la fotografía de una placa en reconocimiento a la obra de Paco Pérez, autor del vals Luna de Xelajú. ¡Dios mío! Un alud de recuerdos asomó. En los años setenta, Luna de Xelajú era una de las canciones que las marimbas comitecas interpretaban en bailes, en guateques y en serenatas.
¿Por qué ahora que escribo esta carta aparecen los nombres de Marimba Chapinlandia y Marimba de los Hermanos Hurtado? Porque en casa mi papá tenía discos de ellos. En muchas casas de Comitán había discos de marimbas guatemaltecas. Mi generación creció escuchando notas de esas marimbas exquisitas, de sonido elegante, de seductora pluma de quetzal.
Hoy, igual que Joaquín López Dóriga, estamos contentos, porque, gracias a Carlos, llegamos hasta Guatemala, llevamos lo mejor de nuestra región al intelecto y corazón de los hermanos guatemaltecos.
Estamos contentos porque Carlos Rivas presentó la exposición de su obra “Mitos, leyendas y riqueza cultural de Huehuetenango”, en el Hotel Zaculeu, hotel que, asimismo, es amigo de nuestra propuesta cultural. El Hotel Zaculeu ha sido patrocinador de nuestra revista, hemos compartido su oferta habitacional de excelencia con nuestros lectores. Los habitantes de Huehuetenango conocen nuestras riquezas culturales, reconocen nuestras sugerencias para comer, para pasear y hoteles para descansar. De igual manera, nosotros tenemos una ventanita para ver las maravillas de aquellas tierras. Somos vecinos, somos amigos, somos parte de una misma cultura. Hablamos de vos, lo hacemos en plural: hablamos de nosotros.
Posdata: ¿cuándo haremos la galería en línea que promocione a los artistas de nuestras tierras? ¿Cuándo los miles y miles de lectores adquirirán obra de los nuestros? ¿Cuándo haremos una propuesta regional que llegue a todo el mundo?
Estamos contentos, nos unimos a la satisfacción de Carlos Rivas. Horas y horas en la ejecución de sus obras, horas y horas en la pasión de llenar de color a las leyendas, mitos y paisajes de su tierra. En forma oficial no tiene el nombramiento de hijo predilecto de Huehuetenango, pero nuestra empresa editorial si lo nombra integrante distinguido del puente que une a Comitán y a Huehuetenango. Él sigue con la tradición de la mano amistosa que ha unido a nuestros pueblos. Gracias, Carlos, ¡felicidades!