miércoles, 8 de septiembre de 2021

CARTA A MARIANA, CON EL COLOFÓN DE LA SEGUIDOÑA

Querida Mariana: y el 31 de agosto, a las seis de la tarde, participé en “Conexión Radio”. Mi anfitriona fue Paulina Jiménez. La invitación fue para hablar del Bicentenario de La Independencia de Chiapas y de Centroamérica. Mi presencia virtual en Noti-vos fue un día antes de la conmemoración del Bicentenario. La plática en Conexión Radio ocurrió tres días después del acto conmemorativo, por lo que ya tuvimos elementos para platicar, algunas cosas de 1821 y algunas otras de 2021. Fue sensacional esa posibilidad de unir dos tiempos tan distantes, encuachar dos siglos. Como acá ya no estuvo Ramos Maza pues comenté algo de lo que ocurrió el 28 de agosto de 1821 y del testimonio que nos legó el maestro Jaime Rodas Rovelo, acerca de los actos que organizó la comunidad comiteca en el siglo XIX para celebrar la independencia. Ya te platiqué que hubo paseos cívicos, misas solemnes, bailes, desayunos y corridas de toros, entre otros actos que dan cuenta de la alegría del pueblo. Paulina es muy joven y ahora, más que hablar de lo que dije, quiero remarcar lo que ella dijo, porque su voz es representativa del pensamiento de muchos jóvenes comitecos. A la hora que hablé de algunos rasgos del pueblo, ella dijo que: “la cultura es lo que nos reconoce y nos identifica como comitecos”. En el auditorio del Centro Cultural Rosario Castellanos, al mediodía del 28 de agosto, Cecilia Flores, secretaria general de gobierno de Chiapas, dijo, palabras más, palabras menos, que la fortaleza de Chiapas es ¡la cultura!, y días más tarde, una joven comiteca insiste en ello. ¿Qué podía agregar a eso? Nada. Estoy totalmente de acuerdo. Vos sabés que mi trabajo constante es a favor de la cultura, de que los principales rasgos de la identidad comiteca estén presentes en el quehacer cotidiano y que jóvenes, como Paulina, reconozcan la riqueza de nuestra pochota cultural y se reconozcan en ella y la abonen y la rieguen con agua limpia. Y platicamos del acto protocolario que se realizó en el Teatro de la Ciudad, en donde estuvo el presidente de la república, reflexionamos acerca de los mensajes que expresaron los invitados de honor, mensajes que ya quedaron para la historia y para el análisis de los historiadores, investigadores y de la población. Cuando mencioné que Comitán celebró con un gran guateque la firma de la independencia, Paulina comentó: “heredamos de nuestros ancestros, después de doscientos años, esa característica”. Sí, somos un pueblo que ama la vida, que la festeja, que la celebra. Herencia de nuestros ancestros, dijo Paulina. En efecto, venimos de la tradición. El 28 de agosto de 2021 celebramos y conmemoramos un hecho que realizaron nuestros mayores. En esa celebración reconocemos que Comitán se ha formado con la participación de todos sus hijos. Los jóvenes actuales comienzan a sembrar luz en este pueblo. Cuando estos muchachos se reconocen en el espejo de nuestra identidad ¡vamos de gane! Y ellos se fortalecen, porque saben que hay personas que, en siglos anteriores, levantaron las paredes de lo que hoy es nuestra casa común: Comitán. Dije que sí, en Comitán, amamos la libertad y respetamos la palabra ¡amamos la vida! Celebramos la vida y, cuando hay oportunidad, hacemos guateques ¡maravillosos! Ante la pregunta de qué ciudad es la capital cultural de Chiapas, me atreví a decir que todo Chiapas es capital cultural del estado, porque todo Chiapas forma el capital cultural de esta tierra. “Somos historia, somos cultura y estamos llenos de alguna esencia de Chiapas. A mí me da mucho orgullo ser comiteca, ser chiapaneca, ser mexicana. Estoy muy satisfecha de mis raíces y de esta tierra tan hermosa que es Comitán”. Esto fue lo que dijo Paulina, ya casi al término de la plática. Posdata: y así terminó la seguidoña de comunicación. Tres importantes medios de comunicación me brindaron la oportunidad de comunicarme con sus amplias audiencias. Platiqué de rasgos de la cultura comiteca, lo hice como siempre lo hago, con emoción, con agradecimiento universal por ser parte de estas tierras que cobija el cielo más afectuoso del mundo. En los tres programas dije, sin decirlo de manera explícita, pero sí envuelto en nubes, lo que ahora digo: ¡que viva Comitán! Pueblo que vivirá por siempre, pueblo infinito.