lunes, 27 de noviembre de 2023

CARTA A MARIANA, CON UN GRITO MAJESTUOSO

Querida Mariana: ¿cómo se llama el grupo de porristas de los Pumas? ¿Los fans que gritan en el Estadio de C.U. cuando juega el equipo de fútbol soccer de la UNAM? Mi amigo y compañero de trabajo Gerardo Mandujano lo sabe. Podría llamarle para que me dijera, pero no lo hago, porque es hora inconveniente, te escribo esta carta a las cuatro y media de la mañana, así que mejor consulto a San Google y éste me dice que dicho grupo de porristas se llama “La Rebel”. Comparto con vos una fotografía (de Factory) del día de cierre de las jornadas académicas y culturales del Foro Nacional: Prácticas Escolares, desde las experiencias formativas, que se efectuó en Comitán los días 16, 17 y 18 de noviembre 2023, acto donde nuestra Universidad Mariano Nicolás Ruiz Suasnávar fue la sede. Esta foto es testimonio del día en que nos convertimos en pumas de corazón, donde, igual que los fanáticos de los Pumas o los miles de estudiantes universitarios gritan la porra emblema de la UNAM: ¡Goya, goya, cachún cachún ra ra, cachún cachún ra ra, goya, universidad! El día del cierre de actividades del foro hubo una serie de actos en nuestro plantel de Los Sabinos, ya te conté que disfrutamos la participación de la maravillosa marimba de concierto de La Trinitaria, la actuación del grupo de danza Painal, de la presentación del libro “Isiomo. Crónica de los días”, de José Ángel Aguilar y de la entrega de Premios Nacionales de Trabajo Social, fastuoso acto encabezado por la Maestra Carmen Guadalupe Casas Ratia, directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social, de la UNAM, y por nuestro rector Maestro José Hugo Campos Guillén. En la foto ves de espaldas al Maestro Hugo, catedrático de la UNAM, con el escudo bordado en la playera dirigiendo “La Rebel Académica”, integrada por muchos participantes del foro (estudiantes y académicos), así como invitados de honor (detrás de la maestra con blusa negra y bordados dorados está el maestro Jorge Gordillo Mandujano -nuestro director general emérito- y el maestro Cuauhtémoc Alcázar Cancino, el eterno joven de Comitán. Ellos, igual que todos los demás, levantan el brazo derecho, o el izquierdo como el maestro Temo y corean el grito universitario). Ah, el corredor universitario se llenó de lo que mirás, una ola de energía que recorrió el aire y llenó de vida los pulmones. Las bocas están abiertas, como si fuesen ríos desbordando agua limpia, son como sucursales del Chiflón, maravillosas cascadas lumínicas. ¡Goya, Goya, universidad! Todos nos hicimos integrantes de la universidad. Ya me conocés, soy igual que mi querido Abraham Gutman, quien es el llorón de San Ramón, yo soy el llorón del barrio de Guadalupe, de Comitán. Abraham llora por todo, lo mismo hago. Le damos rienda suelta a nuestra emoción, cuando me integré con esta comunidad grité el ¡Goya! y lo lloré, porque vos sabés que la UNAM fue mi casa durante más de cuatro años, ahí abrevé la mejor agua. Estuve inscrito en la Facultad de Ingeniería, nunca falté a la escuela, pero mis pasos nunca hallaron las aulas de Ingeniería, siempre se dirigieron, como perritos fieles, a la Biblioteca Central Universitaria y a los diferentes auditorios de C. U. donde exhibían ciclos de cine de arte o llegaban ponentes de fama mundial a brindar conferencias magistrales. Fui un poco “rebel”, no acaté las normas establecidas, por eso, después de cuatro años no obtuve mi título de ingeniero, bueno, ni siquiera un diplomita por ser uno de los más asiduos visitantes de la Biblioteca Central Universitaria, pero el ¡goya, goya!, lo llevo tatuado como lo tienen quienes laboran ahí, como los miles y miles de egresados con título, como los millones de fanáticos que le van a los Pumas y acuden al Estadio Universitario o ven los partidos por televisión. Veo a miles de chicos y chicas con playeras de los Pumas, los veo orgullosos repitiendo eso de “cómo no te voy a querer”. Nosotros gritamos un Goya maravilloso el día del cierre del foro. Me encantó ver cómo el Maestro Hugo se colocó al frente y dirigió la porra, como si fuera uno de los rebel encaramado al frente de la tribuna del estadio. Todos coreamos a una voz el grito. No sé en cuántas ocasiones el maestro Temo ha gritado esta porra, no sé si le va a los Pumas, pero acá lo ves con toda su energía, como si estuviera en su gimnasio haciendo una rutina de pesas. ¿Ya viste con atención la foto? Todos, ¡todos!, están en la misma sintonía, son olas de un mismo mar, aire de un mismo viento. Posdata: La UNAM llegó a Comitán los días 16, 17 y 18 de noviembre de 2023, todos fuimos integrantes de la comunidad, ellos fueron un poco Marianitos y nosotros un poco Pumas. Ese día el Goya resonó más que en el Estadio Universitario, porque la academia refulgió con el brillo que tiene la tradición de la universidad pública más importante del país. ¡Goya, goya! ¡Tzatz Comitán!