sábado, 18 de noviembre de 2023

CARTA A MARIANA, DONDE SE DICE QUE HONRAR HONRA

Querida Mariana: ofrecerán un reconocimiento a la maestra Gertrudis del Carmen Arzat Herrera, la admirada y querida maestra Ger. El acto lo organiza el Concejo Técnico Escolar de Jefatura de Sector. La celebración por lo alto será el viernes 24 de noviembre de 2023, a partir de las cinco de la tarde, en el Teatro de la Ciudad. A la maestra Ger la conocen y reconocen decenas de autoridades educativas, cientos de maestros, padres de familia y miles de alumnos, porque ella, en algún momento estuvo presente en las diversas escuelas primarias de Las Margaritas, La Independencia, La Trinitaria y Comitán. En esta ocasión no acudirá al Teatro en representación de la Secretaría de Educación en alguna graduación, acudirá, orgullosamente, para recibir el abrazo de muchas personas que la admiran. Por supuesto que no todo mundo la conoce. Quienes sí han tenido el privilegio de conocerla saben que este reconocimiento es más que merecido, por el trato amable que siempre ha prodigado y por su incansable amor a la educación de la región. Vos la conocés, pero por si alguno de tus amigos no supiera quién es diremos que ella está en trámite de jubilación, después de haber servido a la patria durante cincuenta y tres años, ¡cincuenta y tres años! Vos sabés que los maestros y maestras reciben, por parte de la autoridad, medallas por treinta, cuarenta y cincuenta años de servicio. La maestra Ger estuvo en el ajo durante cincuenta y tres años. ¿Cuántos maestros y maestras llegan a tal meta en la carrera de la vida? Pocos, la verdad, y más pocos son quienes lo hacen con la entrega que la maestra le imprimió a la chamba. Por esto, cuando me enteré del reconocimiento que le harán pensé en tres frases muy sobadas, pero que son esencia de este tipo de actos. La primera es la que aparece en la invitación: “Honor a quien honor merece”; la segunda es una que resume la esencia del camino: “En vida, en vida”; y la tercera es: “Honrar honra”. Sus compañeros le brindan un homenaje porque debe otorgarse honor a quien honor merece, lo hacen en vida para que sienta el cariño y el abrazo; por esto, al honrarla a ella se honran ellos, el círculo de luz está completo. Será un festejo sensacional. La hoja de vida laboral de la maestra indica que ella comenzó impartiendo clase en aula, luego ascendió a directora, posteriormente fue supervisora y culminó su trabajo siendo jefa de sector. Me explicaron que en el estado de Chiapas hay 13 jefes de sector. ¿Mirás? Es una posición relevante. Como jefa de sector atendió a cinco zonas escolares, lo que significó ser responsable de 57 escuelas (42 oficiales y 15 particulares). Esta síntesis indica la importancia de su cargo. Bueno, eso dice la hoja de vida laboral, la hoja del árbol de la vida plena dice que la maestra Ger es hija del cielo, arroyo de agua limpia, sus manos son ramas que riegan bendiciones. Ya podés imaginar que el Teatro de la Ciudad será como el patio de la casa para el tradicional guateque, no habrá trago, pero todo mundo beberá la alegría de la vida, porque una de las acciones más hermosas es el reconocimiento en vida, ¡en vida!, al trabajo que una persona desarrolla en beneficio de la sociedad. No habrá trago, pero sí ¡marimba! Ah, y qué marimba, el programa menciona la participación especial, especialísima, de la Marimba Internacional Águilas de Chiapas. Ah, honrar ¡honra! La participación que ya circula indica que habrá invitados de honor, como es costumbre en este tipo de actos, pero también señala que el público en general hará la gran diferencia. Por ahí, algún padre o madre de familia, al enterarse del homenaje a la maestra Ger, se hará presente para darle su cariño, para darle una muestra de afecto. ¿Algún alumno o alumna? Por supuesto que sí, las puertas del Teatro de la Ciudad estarán abiertas para todo mundo de acá, porque todo mundo de acá sabe que este homenaje es una muestra sincera de cariño. Estoy seguro que la maestra Ger recibirá el reconocimiento (que nunca buscó) con la humildad que le caracteriza, ella sabe que ha cumplido con creces, que ha entregado gran parte de su vida a construir una mejor patria. ¿Mirás lo que digo? Ah, qué satisfacción. Se jubila, pero estoy seguro que en su pequeña parcela ella seguirá abonando luz, mucha luz. En el programa aparece una serie de reconocimientos que diversas instituciones le entregarán a la maestra Ger (pucha, estoy seguro que le faltará pared en su casa para colgar tantas medallas, tantos elogios enmarcados); presentarán un video con la semblanza laboral de la maestra, realizado por uno de sus colaboradores más cercanos: el maestro Javier Manuel Cruz. Llama mi atención momentos singulares del programa: la participación musical del maestro Juan Ramón Guillén Aguilar, así como los bailables que se aventará el maravilloso grupo Painal, pero, sobre todo, destaco la participación de la maestra Laura Judith Flores Villatoro, quien interpretará el poema “Gertrudis”, dedicado a la homenajeada. ¡Genial! ¿Mirás? El cariño y afecto hacen posible que alguien se sienta frente a la mesa y escribe versos especiales para alguien en particular. Así imagino a Agustín Lara, sentado frente al piano, buscando la línea precisa para cantarle a su musa: María Bonita. Ah, sí, perdón por la repetición, pero qué acto tan bonito, para la maestra Ger bonita. Ah, la vida, su esencia se concentra en los extremos. ¿Por qué lo digo? Porque está programada la participación de la Rondalla Comitán, dirigida por los profesores José Román y Carlos Ochoa. Ay, ya no estará el maestro Pepe. Hace días, su corazón tropezó con la piedra divina y se detuvo. No estará Pepe, pero sí estarán los demás integrantes de la rondalla y todo será una lluvia de savia. Transcribo el texto de la invitación para que mirés con cuánto afecto está redactado: “Honor a quien honor merece. Con todo el cariño y respeto, tenemos el placer de invitarlo (a) a que nos acompañe a reconocer y agradecer toda una vida dedicada a la labor docente en pro de la educación y en beneficio de los niños de Chiapas. Gertrudis del Carmen Arzat Herrera. En un pequeño homenaje que ha sido preparado en su honor, para reconocer su larga trayectoria como profesional y el gran ser humano que siempre ha sido. Homenaje a realizarse el día 24 de noviembre de 2023, a las 5:00 de la tarde, en el Teatro de la Ciudad “Junchavín”. Comitán de Domínguez, Chiapas”. Los compañeros de la maestra Ger le han preparado un homenaje. Pudieron hacer el guateque en lo íntimo, pero la grandeza de espíritu, de ellos y la homenajeada, exigía un escenario fastuoso: el Teatro de la Ciudad, porque ella ha hecho ciudadanía, ha fortalecido este pueblo, gracias a su dedicación. Los grandes escenarios están hechos para los grandes artistas, para los grandes personajes, los personajes que ayudan a fortalecer la sociedad. ¿Qué vocación más comprometida que la educación? Y cuando esta profesión se realiza con compromiso, pero con el agregado del amor, el mundo recibe una bocanada de aire fresco. Ahora recuerdo una imagen de un libro de Historia Universal donde estaba Eolo, el dios griego de todos los vientos. Su rostro era adusto, pero de su boca salía algo como una nube que simbolizaba el movimiento. Como siempre he sido muy inocente jamás vi a Eolo como el dios castigador, el que lanza vientos furiosos, los que derriban palmeras y propician tsunamis, ¡no!, siempre lo vi como el dios de los aires benignos, el que ahuyenta las pestes. ¿Recordás qué nuestro santo consentido, San Caralampio, es abogado contra los aires contagiosos? Al Eolo de mi infancia siempre lo vi como un viejo afectuoso, igual que Tata Lampo, que con su aliento enviaba aires benignos. La maestra Ger es una diosa, no griega, ya comiteca, que con su vaho ha hecho que la brasa del conocimiento y del amor se mantenga viva. Ella ha dado vida, mucha vida. Siempre la vi como esa madre amorosa que abre los brazos para sanar las grietas del alma. Posdata: ella es una mujer sabia. En una ocasión ella utilizó la palabra sapientísima, hoy la uso para nombrarla, para decirle que ella cumple el precepto filosófico que encierra la frase de Aristóteles, que mi jefe, maestro Hugo Campos, mandó a inscribir en la entrada de la Universidad Mariano: “educar la mente sin educar al corazón ¡no es educar!”. Ella ha sembrado luz en cientos de mentes y cientos de corazones. ¡Salve, oh, querida maestra! ¡Felicidades! ¡Tzatz Comitán!