sábado, 8 de septiembre de 2007

ANIMALES EN SU TINTA

Así se llama un libro que, probablemente, ya está en las librerías de Chiapas. Es un libro que reúne obra gráfica y textos narrativos o poéticos.
Hace un tiempo me escribió Rafael Araujo, artista plástico. Me invitó a participar. Cuando me explicó la característica del proyecto recordé de inmediato un proyecto similar que realizó la Universidad Autónoma de Chiapas, en los años noventas del siglo pasado, cuando el maestro Luis Alaminos era Director de Extensión Universitaria, y Rafa era, por así decirlo, el brazo derecho del Maestro.
El Maestro Alaminos invitó a un grupo de pintores, dibujantes y grabadores a realizar, cada uno, una carpeta de ilustraciones. Cuando el trabajo gráfico estuvo listo, un grupo de poetas escribió textos a partir de dicha obra gráfica. La generosidad del Maestro Alaminos hizo que yo fuera incluido en el grupo de ilustradores. La obra gráfica que presenté fue acompañada con textos de la poeta Yolanda Gómez Fuentes, y al final resultó una carpeta luminosa, más que por mis tintas, por la precisión y armonía de la palabra de Yoly. No sé si aún estas carpetas puedan conseguirse en la librería de la Universidad. Lo que sí sé es que en la Biblioteca Central de la UNACH existen ejemplares para su consulta.
Por esto, cuando Rafa me invitó para que, en esta ocasión, yo participara como narrador y no como ilustrador, acepté de inmediato.
Ambos proyectos me dieron la oportunidad de ver las dos caras de la luna. En ambos casos dispuse de toda la libertad, pero en esta ocasión debí pasar por una puerta que Rafa me señaló. Una vez que palpé su obra gráfica escribí mi mirada. La vez anterior yo dispuse mi espacio y no tuve que pasar por ninguna puerta.
Aún no conozco físicamente el libro "Animales en su tinta", pero sé que, desde ahora, es un aporte al arte de Chiapas. La conjunción de la plástica con la literatura abre una puerta inédita al lector. Esta puerta no hace más que invitar al lector a un espacio en donde tiene toda la libertad para crear sus propios espacios y sus miradas nuevas.
Un abrazo a los promotores de este logro editorial.
¡Va por Chiapas!