lunes, 10 de septiembre de 2007

REALISMO FANTÁSTICO

Vargas Llosa dijo ayer que: "el término realismo mágico ha sido siempre inexacto". Este término designa la obra de escritores como García Márquez, Isabel Allende y José Saramago (bueno, en este caso el término está justificado porque un mago hace magia).
Tal vez Vargas Llosa tiene razón. Y tal vez tenga razón porque la literatura no hace más que completar la vida, y la vida ¡es una e infinita! Todas las posibilidades literarias; es decir, todas las posibilidades de vida, están presentes en la obra de creación.
Lo que a un lector puede parecérsele "mágico", a otro lector puede parecerle simple cotidianidad.
La Secretaría de Turismo ha designado un circuito turístico al que ha denominado: "pueblos mágicos"; es decir, pueblos cuya irrealidad pareciera superar su propia realidad. Comitán, desde siempre, ha sido un pueblo mágico.
Pero no sólo existen pueblos mágicos, también existen hombres y mujeres mágicos, que parecieran ser árboles de otro jardín. Comitán, desde siempre, ha tenido hombres mágicos.
Los universos de García Márquez e Isabel Allende están llenos de hombres mágicos, cotidianos, pues.
Tal vez Vargas Llosa tiene razón. Y tal vez tenga razón porque decir "realismo mágico" debe ser un pleonasmo.
La realidad simple, y compleja, es mágica por todas sus aristas. Basta estar pendiente para ver el prodigio a cada rato. Yo lo vi muchas veces en Comitán. Yo conocí casas mágicas, conviví con hombres y mujeres mágicos y me alimenté de nubes mágicas. Y no hice más que vivir el Comitán cotidiano de cada día.