lunes, 19 de febrero de 2018

SÓLO PARA HOMBRES




Antes que un lector pregunte, me adelanto: “La colonia Quita Calzón no es un nuevo fraccionamiento comiteco”. Lo digo porque, hace mucho tiempo yo iba al rancho Quita Calzón. Quita Calzón era rancho de don Roge Román, papá de Miguel, Roge, Anita y Laurita. ¡Ah!, qué buenas vacaciones pasábamos ahí. El nombre era un nombre simpático. No más. Todo mundo aceptaba con naturalidad cuando don Roge decía: “Soy dueño de Quita Calzón”.
Ahora, la colonia Quita Calzón es un menjurje que logra (así lo dice la caja) que las muchachas bonitas caigan redonditas ante el hombre que se rocía con tal colonia. Antes que un lector pregunte, me adelanto: “La colonia Quita Calzón se consigue en la Central de abasto”. Se consigue en los locales donde venden, también, aceites para embrujos.
Sé que no faltará el hombre que se apene al pedir tal colonia, casi casi como se apenaban los muchachos de los años ochenta al pedir condones en las farmacias. Por eso, se sugiere que lleguen y, con la mirada, ubiquen las cajas de Quita Calzón en los estantes y luego señalen con el dedo índice y digan: “Por favor, deme una colonia con feromonas”. Los clientes que estén al lado nada dirán, porque el pedido sonará muy científico, muy de altura. De esta manera el comprador no tendrá motivos para avergonzarse.
¿Alguna muchacha bonita se ha negado a sus propuestas amorosas? ¡Ya no se preocupe! La colonia con feromonas hará el prodigio de que ella caiga redondita (con sus redondeces delanteras y traseras). Lo que usted debe hacer (en cuanto tenga en su poder el producto) es rociarse de manera generosa con la colonia (se recomienda que ponga un poco más en las zonas donde las mujeres hacen como que no ven pero bien que ven). Y salga a la calle, dispuesto a vivir la gran aventura. Atrévase a ir a la Plaza y pasee por todos los pasillos. Deténgase frente a los aparadores, acérquese -lo más posible- a las muchachas bonitas que ven los peluches, la lencería, los zapatos, los celulares y los perfumes. Deje que su “perfume” actúe, deje que (como se ve en las caricaturas) una de las muchachas sienta el aroma que su cuerpo expide y se enamore al instante de usted, deje que ella lo vea, que sonría, que se acerque a usted (así, de manera aparentemente casual), deje que ella haga como que tropieza y abra los brazos para apoyarse en usted. Deje que ella cierre los ojos y huela, deje que lo huela, como si ella fuera una chucha y usted un pedazo de chuleta, y luego permita que lo lama, que saque su lengua y que la desplace desde el cuello hasta la orilla de su ojo. Deje que ella se disculpe, pero sin dejar de abrazarlo; deje que ella lo tome de una mano y le invite un helado, deje que ella lama la bola del helado como si lamiera una parte del cuerpo suyo; deje que ella le tome la mano, por encima de la mesa, y coloque la otra mano en su rodilla, por debajo de la mesa. Déjese consentir, deje que ella vuelva a tomarlo de la mano, que lo lleve (como si fuese un bebé) por el pasillo de la Plaza, que salgan y ella pida un taxi. Deje que ella diga: “Al Motel Las Palmas” (el más cercano) y se acurruque sobre su pecho y cierre los ojos, mientras su mano derecha acaricia su muslo. Déjese querer. Deje que las feromonas actúen en el espíritu de ella, deje que ella abra su alma (ya no faltará mucho para que ella abra otras esencias).
¿No tuvo pareja para celebrar el 14 de febrero? No se preocupe, ni se culpe. Usted no sabía lo que ahora sabe.
Ahora, ya en el cuarto del motel, deje que la colonia siga actuando. Déjese mimar, déjese desvestir, deje que ella le quite la camisa y la camiseta; deje que ella le bese las tetillas y, como vaca, lama la sal de su torso. Usted déjese hacer. Ella hará todo. La colonia habrá hecho su labor. Sonría cuando ella se quite el calzón y piense que el producto que compró está hecho en México y lo hecho en México está bien hecho.
Los tiempos cambian. Quita Calzón fue el rancho donde la palomilla pasaba sus vacaciones. Nadie en Comitán se extrañaba cuando yo decía que había pasado mis vacaciones en Quita Calzón. Ahora, la colonia Quita Calzón promete que las feromonas harán el prodigio de que la muchacha bonita se lo quite, sin pena, al contrario: con enjundia, ¡con arrechura!
¿Qué espera? ¡Corra a comprar la colonia Quita Calzón!