martes, 18 de febrero de 2020

CARTA A MARIANA, CON AUSENCIAS Y PRESENCIAS DE CINES




Querida Mariana: En esta fotografía no aparece Bersaín Estrada. Tal vez no está, porque él (artista, cantante) vive en Coita (lugar que se prepara para hacer su carnaval). Acá están (en el orden acostumbrado, así dicen los que escriben los pies de foto): Cielo (colaboradora de ARENILLA-Revista), don Francisco Javier Morales (el famoso Ventarrón), doña Sandra Santiago Coello, el licenciado Fernando Gómez Solís (el famosísimo Pina), el contador público Román Cordero (gerente de Plaza Las Flores) y Óscar Alexander Guillén Morales (nieto de El Ventarrón).
En esta carta saco a bailar a mi amigo Bersaín, porque (no quiero que se enoje, lo digo sólo como dato), en Coita no hay cine, como sí lo hay en Comitán. Bersaín se queja que, hace más de veinte años, en su pueblo no hay salas cinematográficas. Acá, en el lugar donde están los personajes de la fotografía hay salas de Cinépolis.
Acá, los personajes mencionados (con excepción de Bersaín) se preparan para el corte de listón de una exposición fotográfica que montó ARENILLA-Revista en Plaza Las Flores. Si mirás la fecha, dice 15 de febrero de 2020. La exposición estará disponible hasta el 23 de febrero. Los cientos de personas que llegan a la plaza (muchos a las salas de cine) podrán disfrutar la exposición. ¿Por qué el Pina y el Ventarrón hacen el corte? Porque el Pina, durante los últimos años, se ha dedicado a reunir fotografías antiguas; y porque el Ventarrón es uno de los personajes que, año tras año, participa en las comparsas que acuden a la Entrada de Flores en honor a San Caralampio, que se realiza el 10 de febrero.
Digo que el pueblo de Bersaín se prepara para el carnaval (el escritor Aleks G. Camacho sostiene que es el carnaval más bonito de Chiapas). La exposición que está montada en la Plaza muestra fotografías (son apenas diez, porque la Plaza celebra diez años de haber sido inaugurada en Comitán) de comparsas que parecerían ser parte de un carnaval. Ya te conté que esta tradición viene de hace muchos años. En 1928, Carlos Basauri estuvo en Comitán y contó cómo los asistentes se disfrazaban y bailaban (doña Lolita Albores, nuestra cronista, contaba que bailaban La Polka).
Aleks dice que en Coita baila “El Mahoma, El David, El Caballo, El Tigre y Los Monitos. Los Enlistonados, personajes que convergen a pesar de ser de diferentes culturas.” En Comitán, sin ser carnaval, el diez de febrero bailan los diablitos, los gigantes, los enmascarados, las muertes y cientos de personajes sacados de programas televisivos o cinematográficos. No es raro toparse con don Ramón y don Jaimito (del Chavo del Ocho) o con superhéroes, como Batman, o con personajes recientes como El Jocker, además de caníbales que llevan trozos frescos de carne (guácala). En fin, la Entrada de Flores, igual que el carnaval de Coita, tiene “personajes que convergen a pesar de ser de diferentes culturas”. Todo es un hermoso tachilgüil.
Pero decía que en Coita no hay cine desde hace más de veinte años. Nosotros, en Comitán (por fortuna), sí gozamos de salas cinematográficas.
En mi infancia y adolescencia disfruté de los cines Comitán y Montebello. Luego, de 1999 a 2008 disfruté los cines de la ciudad de Puebla (ciudad donde radiqué ese lapso). Cuando, con mi Paty y mi mamá, regresamos a Comitán, en 2008, hallé lo mismo que vive Bersaín: no había cine. No quedaba más que ver películas en la computadora o en la televisión, pero un día (¡ah, bendito día!) 27 de octubre de 2009, la Plaza Las Flores abrió sus puertas, y las salas de Cinépolis nos trajeron la magia del cine.
En mi infancia iba todos los domingos a la matiné a ver tres películas en el Cine Comitán; ahora, con mi Paty, voy todos los domingos a la matiné (sólo una película). Todos los domingos acudo al ritual. A veces veo películas decentes, a veces veo bodrios. A mi Paty le gusta ver películas de terror (yo las odio, pero cedo. En las dos pasadas semanas nos tocó ver películas absurdas que, hasta Paty dijo que eran estupideces. No recomiendo que vayás a ver “Gretel y Hansel” y, mucho menos, la de “La maldición renace”) Todos los domingos voy a la Plaza Las Flores. Mis rutinas han cambiado. Antes caminaba por el parque central y entraba a la sala, ahora camino por los pasillos de la plaza y elijo (es un decir, elige mi Paty) la película que veremos. Antes, iba al cine sin saber qué exhibirían. Me encantaba ese misterio. Ahora juego a hacer lo mismo: Entro “sin saber” qué veré. Veo lo que el azar envía, lo que “el Dios del cine” me manda.
Posdata: Sé que a Bersaín no le importaría ver una película malísima como “Gretel y Hansel”, con tal de tener la oportunidad de ir al cine (como iba en su niñez). Todo mundo sabe que el cine se ve mejor en el cine. Yo sigo siendo fiel a la religión que me inculcó mi papá. Cuando era niño iba de la mano de mi mamá y de mi papá al cine. Tuve la oportunidad de vivir la magia del cine de niño y de adolescente; ahora, de viejo, tengo la oportunidad de contar con salas cinematográficas en mi pueblo.
Bersaín vivirá una experiencia maravillosa en el carnaval de este año, allá en su pueblo. Nosotros, los comitecos ya vivimos una experiencia inenarrable el pasado 10 de febrero. En la Plaza Las Flores ahora hay una exposición fotográfica con imágenes de años pasados. Todo se debe a la generosidad de Fernando Gómez y de los directivos de la plaza. Cientos de personas ya la han visto. Te invito a que des una vueltita y la disfrutés.